El fuego devora Sudam¨¦rica y dispara las emisiones de efecto invernadero a cifras r¨¦cord
Brasil y Bolivia han liberado 210 megatoneladas de di¨®xido de carbono en 2024 a causa de una devastadora ola regional de incendios agravada por una sequ¨ªa hist¨®rica
La ge¨®grafa Ane Alencar ha empezado a o¨ªr las cigarras desde su despacho, en Brasilia. Por fin una buena noticia. Porque su penetrante sonido anticipa la llegada de las lluvias. Y es importante porque solo las lluvias conseguir¨¢n apagar los fuegos que devoran buena parte de Sudam¨¦rica, enfatiza Alencar, directora cient¨ªfica del Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonia (IPAM). Los incendios est¨¢n causando enormes estragos en Ecuador, Brasil, Bolivia, Per¨², Venezuela y Argentina cuando el hemisferio sur entra en la primavera. Da?os terrestres y en la atm¨®sfera. La quema de vegetaci¨®n ha disparado las emisiones de gases de efecto invernadero, seg¨²n alert¨® esta semana el Servicio de Monitoreamiento Atmosf¨¦rico europeo Copernicus. Sus im¨¢genes de sat¨¦lite muestran una lengua de gas con forma de ele que ahoga la regi¨®n. En infinidad de ciudades sudamericanas, basta abrir la ventana. El denso humo impide ver el horizonte.
La situaci¨®n ambiental es especialmente grave en Bolivia, en la Amazonia brasile?a y en otro ecosistema llamado el Pantanal, que est¨¢n emitiendo a la atm¨®sfera el r¨¦cord de gases en 20 a?os. En lo que va de a?o, Brasil ha soltado m¨¢s de 180 megatoneladas de di¨®xido carbono, Bolivia, 30, seg¨²n Copernicus.
Especialistas y autoridades apuntan a pir¨®manos, a incendios intencionados, porque a medida que la ola de fuego avanzaba los pa¨ªses han prohibido usarlo para el manejo forestal y agr¨ªcola. Por tanto, son obra de agricultores irresponsables e ineptos o de delincuentes que usan el fuego para allanar el camino a la depredaci¨®n de la selva. A la impunidad de siempre esta temporada se les ha unido, como aliada, la peor sequ¨ªa en d¨¦cadas. La vegetaci¨®n, sequ¨ªsima, es ahora mismo una especie de barril de p¨®lvora, al m¨ªnimo chispazo todo prende con violencia. Sudam¨¦rica acumula 400.000 focos en lo que va de a?o, casi el doble que el mismo periodo de 2023, seg¨²n el Instituto Brasile?o de Investigaciones Espaciales (INPE).
Advierte Alencar, que tambi¨¦n es la directora de Mapbiomas fuego, otra organizaci¨®n, de un problema a?adido. Adem¨¢s de las emisiones que generan ahora mismo los incendios, est¨¢n las futuras, las que persistir¨¢n una vez extinguidas las llamas. Explica que, cuando la selva nativa se quema, cuando las llamas afectan a ¨¢rboles en pie cuyo tronco no tiene una corteza gruesa, durante los 10 a?os siguientes emite m¨¢s di¨®xido de carbono del que atrapa y almacena. El fuego degrada la vegetaci¨®n, el dosel se debilita, recibe m¨¢s radiaciones y eso aumenta el riesgo de que sufra incendios recurrentes. Todo ello merma su capacidad de mitigar el cambio clim¨¢tico, que azota en todo el planeta con eventos extremos cada vez m¨¢s frecuentes, violentos y devastadores.
Ecuador, cortes de luz de 14 horas
Ecuador arde desde hace tres meses con un aumento de focos del 160%. En paralelo, los estragos de la sequ¨ªa se agravan con cortes de electricidad hasta de 14 horas y restricciones agua potable. En lo que va de a?o, los incendios han devorado 38.542 hect¨¢reas de bosque y las autoridades han declarado alerta roja en casi todo el territorio. La provincia de Loja, en el sur, es la m¨¢s afectada. Gran parte de sus bosques protegidos ha sido destruida por las llamas, un fen¨®meno anual pero cada vez m¨¢s intenso. El ¨²ltimo gran incendio forestal, esta misma semana, afect¨® la zona verde de Quito. Con cuatro conatos que golpearon a la capital en distintos lugares, arras¨® 146 hect¨¢reas en el incendio m¨¢s grave de la ciudad en 30 a?os. M¨¢s de 200 bomberos trabajaron por tres d¨ªas para liquidar las llamas, avivadas por el calor diurno y los vientos. Los 300 fuegos de la capital han acabado con 2.000 hect¨¢reas de bosque, fauna silvestre y viviendas. El alcalde de Quito, Pabel Mu?oz, los ha catalogado como actos criminales y terroristas. Por ahora hay un solo pir¨®mano sospechoso detenido.
La tard¨ªa respuesta del Gobierno ha alcanzado un punto cr¨ªtico en medio de una crisis energ¨¦tica causada por la grave sequ¨ªa. El severo estiaje en los r¨ªos que alimentan las hidroel¨¦ctricas ha provocado cortes de electricidad hasta de 14 horas diarias y obligado a racionar el agua potable en algunas localidades de la Sierra.
Las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno para combatir el fuego evidencian la poca preparaci¨®n, pues llegan tras los 3.364 incendios de este a?o, que han dejado devastadoras p¨¦rdidas, especialmente en el sector rural y agr¨ªcola. La ministra de Ambiente ha se?alado que solicitar¨¢ cooperaci¨®n internacional para capacitar personal en prevenci¨®n; se firm¨® un convenio interinstitucional con el Ministerio del Interior para prevenir y combatir delitos ambientales, con ¨¦nfasis en los cometidos por el crimen organizado. Y la Fiscal¨ªa ha anunciado investigaciones para localizar a los responsables.
Brasil, sequ¨ªa hist¨®rica en una Amazonia en llamas
Muestra de la furia de la naturaleza, hace tres meses este pa¨ªs continental afrontaba unas inundaciones brutales que anegaron un estado entero, R¨ªo Grande do Sul, y ahora sufre una grav¨ªsima ola de incendios que evidencia la falta de preparaci¨®n de las autoridades para combatirlos. Brasil (con 206.000 focos y un 93% de aumento) tambi¨¦n arde desde junio, cuando el Pantanal, el mayor humedal del mundo, dio la alerta de lo que se avecinaba porque la estaci¨®n seca empieza cada a?o antes. En pocos d¨ªas hab¨ªa miles de focos de fuego. La directora cient¨ªfica del IPAM recalca que extinguir fuegos debe ser la excepci¨®n, que la prioridad absoluta es prevenirlos. ¡°Claro que hacen falta m¨¢s brigadistas, pero nunca ser¨¢n suficientes¡±, se?ala.
La Amazonia, la mayor selva tropical del mundo, sufre una ola peor que la que en 2019 indign¨® al mundo. En esa regi¨®n, donde los r¨ªos son el equivalente a las carreteras, la peor sequ¨ªa en siete d¨¦cadas afecta a un territorio como Italia. Causa graves problemas de suministros y transporte. Mientras, el humo cubre el 80% del territorio brasile?o, la calidad del aire es p¨¦sima y uno de cada diez municipios decret¨® la situaci¨®n de emergencia por unos fuegos que causado p¨¦rdidas econ¨®micas de 1.300 millones de reales (215 millones de euros).
Los expertos apuntan a que muchos de los fuegos son de origen criminal. A los que queman bosque tropical para crear pastos o cultivos, se han unido los que se quieren vengar de los inspectores ambientales y los que, a las puertas de las elecciones municipales de octubre, destruyen la selva amaz¨®nica como aperitivo de su programa de gobierno.
Bolivia, m¨¢s ayuda internacional
Tres millones de hect¨¢reas han ardido en Bolivia (74.000 focos, incremento del 373%) desde el inicio de la temporada de quemas provocadas. Los incendios m¨¢s graves se concentran en el este, en la regi¨®n de Chiquitania, fronteriza con Brasil. Los bomberos piden m¨¢s ayuda internacional porque los medios resultan insuficientes pese a las aeronaves prestadas por Canad¨¢ y por la Uni¨®n Europea para descargar agua desde el cielo y el personal especializado enviado por Espa?a, Francia, Brasil y Venezuela. Tampoco existe una coordinaci¨®n boliviana eficaz para frenar el avance de las llamas.
La persistencia de los fuegos revela que los agricultores siguen caus¨¢ndolos pese a la orden gubernamental que proh¨ªbe las quemas controladas. Los campesinos culpan a los industriales de la soja y a los ganaderos, y viceversa. Las im¨¢genes satelitales muestran fuego tanto en tierras ganaderas como agroindustriales y p¨²blicas. Las tierras pertenecientes al Estado son incendiadas para desforestarlas y facilitar su concesi¨®n a los agricultores reci¨¦n llegados a la regi¨®n.
El humo de Chiquitania, al este de Santa Cruz de la Sierra, ahoga y contamina la metr¨®poli desde hace meses. Esa regi¨®n, que tiene una apreciada variedad de bosque seco que prende f¨¢cilmente, es hace a?os una zona de expansi¨®n agr¨ªcola. Cientos de familias han sido desplazadas por el fuego. Miles de personas han enfermado por el humo. El alcalde de San Rafael, Jorge Vargas Roca, rompi¨® en llanto esta semana durante una ceremonia local del municipio, devastado por la muerte de jaguares, armadillos y otros animales atrapados por las llamas.
Esta crisis tambi¨¦n alimenta el antagonismo entre Santa Cruz y los Gobiernos bolivianos de izquierda, que han facilitado el desembarco de ind¨ªgenas del occidente del pa¨ªs a las ricas tierras del oriente como parte de su pol¨ªtica para ampliar el territorio cultivado.
Per¨², 21 personas muertas
En comparaci¨®n con los pa¨ªses vecinos, el fuego ha arrasado poco terreno en Per¨², unas 5.000 hect¨¢reas, pero se ha llevado por delante las vidas de 21 personas y de 400 animales. Cuando a mediados de septiembre, casi todo el territorio registraba una ola de incendios forestales que arras¨® cultivos y bosque, el primer ministro, Gustavo Adrianz¨¦n, insist¨ªa en considerar la situaci¨®n normal: ¡°No hay razones cr¨ªticas para declarar un estado de emergencia (...) Son incendios naturales que forman parte de un proceso estacionario que todos los a?os se replica¡±. El Gobierno finalmente declar¨® el estado de emergencia por 60 d¨ªas en las regiones m¨¢s afectadas: Ucayali, San Mart¨ªn y Amazonas.
Pero la declaraci¨®n de Adrianz¨¦n hace dos semanas refleja la incapacidad de un Estado que ha reaccionado tard¨ªamente a una crisis que tambi¨¦n ha herido a 165 ciudadanos y ha dejado damnificados a 4.700 animales, incluidas especies end¨¦micas y amenazadas como el mono choro de cola amarilla y el oso de anteojos. De los 361 incendios forestales registrados en esta temporada, 291 han sido extinguidos, 24 controlados y 46 se mantienen activos, seg¨²n el ¨²ltimo reporte del Instituto Nacional de Defensa Civil. Las regiones m¨¢s afectadas son la selva y la sierra, aunque en los ¨²ltimos d¨ªas se han declarado fuegos incontrolables al este de Lima.
La presidenta, Dina Boluarte, ha atribuido el desastre a los comuneros y ha pedido a la Fiscal¨ªa que abra una investigaci¨®n. ¡°No es justo que personas con intenci¨®n quemen hect¨¢reas para luego, f¨¢cilmente, cuando todo est¨¢ quemado, ingresar con maquinaria agr¨ªcola¡±, ha dicho la mandataria. Lo cierto es que los cuestionamientos se extienden a cambios a la Ley Forestal, aprobados por el Congreso en el 2023 y ante los que Boluarte guard¨® silencio, que eximen a las grandes empresas de presentar un informe t¨¦cnico para probar que el suelo que planean deforestar es una zona agr¨ªcola y no forestal. De esta manera se abre la posibilidad de legalizar deforestaci¨®n existente o nueva. Diversas organizaciones ambientales y federaciones ind¨ªgenas exigen su derogaci¨®n inmediata.
Venezuela, alivio gracias a ¡®La Ni?a¡¯
El pico de la crisis de incendios se vivi¨® en Venezuela, en abril, aunque todav¨ªa se producen fuegos que demuestran lo precario de las infraestructuras para afrontar la temporada anual. Entonces, la llegada de las lluvias con el fen¨®meno de La Ni?a enfri¨® el preocupante escenario, un pico de focos detectado por la Nasa, que entre enero y marzo pasado contabiliz¨® m¨¢s de 20.000 focos de incendio, el nivel m¨¢s alto para ese periodo desde que comenzaron los registros en 1999.
Algunos ecologistas venezolanos, como Erick Quiroga, se?alaron entonces que eran los registros m¨¢s altos en 155 a?os, desde ¡°la gran humareda¡± de 1869, una extensa y documentada sequ¨ªa. A principios de a?o, apagar las llamas en el parque nacional Henri Pittier, en la regi¨®n central, requiri¨® movilizar a 400 bomberos y helic¨®pteros. Y en Uverito, una localidad en el oriente, las autoridades evacuaron a 315 familias de sus hogares debido a la amenaza del fuego.
Hace un par de semanas, solo la lluvia pudo sofocar un incendio en el valle del Mocot¨ªes, en los Andes venezolanos, que los bomberos intentaron infructuosamente apagar durante dos d¨ªas con pocos hombres y recursos. Consumi¨® m¨¢s de 60 hect¨¢reas de bosque, siembras, mat¨® animales, destruy¨® sistemas de riego y de agua potable y oblig¨® a varias familias a abandonar sus casas ante el riesgo de que las llamas consumieran sus viviendas. La escena se repite cada a?o.
Argentina, acelerado agravamiento en C¨®rdoba
Los fuegos se intensifican en Argentina. En la ¨²ltima semana, las llamas han devorado m¨¢s de 47.000 hect¨¢reas y quedan todav¨ªa varios focos activos en los que trabajan los bomberos, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional de Actividades Espaciales. La cifra total desde que arranc¨® el a?o se acerca a las 70.000. La provincia m¨¢s afectada es C¨®rdoba, en el centro del pa¨ªs. All¨ª el fuego ha arrasado una zona muy tur¨ªstica, la sierra de Punilla, y ha devorado decenas de viviendas.
Desde el punto de vista ambiental, la mayor p¨¦rdida ha sido en el parque provincial Chacani, una de las ¨²ltimas ¨¢reas bien preservadas de lo que fue el gran bosque chaque?o, en C¨®rdoba. Sus 5.000 hect¨¢reas de ecosistema de llanura y monta?a han quedado parcialmente quemadas.
Las autoridades provinciales han denunciado que casi todos los incendios fueron intencionales y hay 11 detenidos. La poblaci¨®n cordobesa denuncia que tras estos incidentes existen intereses inmobiliarios para modificar el uso del suelo y poder desarrollar nuevos proyectos urban¨ªsticos en esas ¨¢reas, un cambio que la ley proh¨ªbe desde 2010.
El presidente, Javier Milei, sobrevol¨® en helic¨®ptero este mi¨¦rcoles los montes afectados por las llamas. El mandatario evit¨® reunirse con los bomberos y vecinos que lo aguardaban en la zona y tampoco declar¨® la emergencia que permitir¨ªa destinar fondos extraordinarios al combate del fuego. La Subsecretar¨ªa de Ambiente y los parques nacionales tuvieron un recorte cercano al 40% en el primer semestre del a?o, seg¨²n datos analizados por la Fundaci¨®n Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Am¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Incendios
- Incendios forestales intencionados
- Incendios forestales
- Incendios intencionados
- Amazonas
- Pantanal
- Sequ¨ªa
- Copernicus
- Contaminaci¨®n
- Contaminaci¨®n atmosf¨¦rica
- Emisi¨®n gases
- Ecuador
- Brasil
- Bolivia
- Venezuela
- Per¨²
- Argentina
- Cambio clim¨¢tico
- Bosques
- Bosques Naturales
- R¨ªos
- Emergencia clim¨¢tica