¡°Yo no soy comunista¡±, dice Lula a los evang¨¦licos a los que desea conquistar
El resultado de las elecciones para alcalde del domingo en S?o Paulo, term¨®metro de la pol¨ªtica brasile?a, podr¨¢ ser definitivo para las presidenciales del 2026
El presidente brasile?o, el exsindicalista Lula da Silva, sin estudios pero con un agudo pragmatismo pol¨ªtico, l¨ªder indiscutible de la izquierda, ha decidido conquistar el poderoso imperio conservador de las poderosas iglesias evang¨¦licas. Y para que no haya dudas, dirigi¨¦ndose a sus pastores, les acaba de decir: ¡°Yo no soy comunista¡±. D¨ªas antes, Lula hab¨ªa sorprendido al proclamar festivo el d¨ªa de la m¨²sica gospel, la favorita de los evang¨¦licos.
En la ciudad de Natal, Lula afirm¨®: ¡°Yo no tengo nada que ver con el comunismo. Jesucristo era barbudo, Tiradentes era barbudo, yo soy un ciudadano al que le gusta llevar barba. No tengo nada que ver con el comunismo¡±. Lula no tiene nada que ver con la ideolog¨ªa cerrada. Es el¨¢stico y pragm¨¢tico. Ha visto, por ejemplo, que su partido, el PT, acaba de perder las elecciones municipales en curso sin conseguir en la primera vuelta que su partido gane la alcald¨ªa de una capital.
Lula ha entendido que la Iglesia cat¨®lica que le dio los primeros triunfos en las urnas en los tiempos de auge del catolicismo con la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, empieza a abandonarle, y pone ahora sus ojos en los evang¨¦licos, a los que intenta convencer intentando mostrar que ¨¦l no es de izquierdas.
Ya en el ocaso, a cuenta de su edad, Lula vuelve a revelar un pragmatismo que le falta a su viejo partido y busca subirse al tren de los triunfadores del momento, que son los evang¨¦licos.
En su libro Lo que s¨¦ de Lula, de Jos¨¦ Neumane, un periodista que lo sigui¨® a?os como un perro de guardia durante su periodo de auge como sindicalista organizador de las grandes huelgas de las f¨¢bricas, recuerda que el joven sindicalista m¨¢s que ideol¨®gico era un pol¨ªtico pragm¨¢tico. Cuenta por ejemplo que cuando se dirig¨ªa en sus discursos y ve¨ªa que algo no les entusiasmaba, enseguida cambiaba de tema en busca de un aplauso.
Lula en estas elecciones municipales, que se cierran el domingo pr¨®ximo con su partido derrotado hasta ahora en los grandes centros del pa¨ªs, ha entendido muy bien lo que ha escrito en Metr¨®poles, Hubert Alqu¨¦res: ¡°El PT ya no dialoga con la clase media de las grandes periferias ni con el mundo evang¨¦lico¡±. Y a?ade que estas elecciones municipales han revelado m¨¢s que una convulsi¨®n ideol¨®gica entre las izquierdas y derechas de anta?o, que a los brasile?os lo que prima es conseguir ¡°lo que Brasil necesita para la gente¡±.
Lula ha entendido, mejor que muchos de su propio partido, aferrados a las viejas ideolog¨ªas de izquierdas, que lo que prima en las urnas es el centro derecha y que la pol¨ªtica conservadora de los evang¨¦licos se aleja cada d¨ªa m¨¢s de los dogmas de la antigua izquierda revolucionaria, a la que, en verdad, Lula nunca abraz¨®.
El presidente brasile?o, que hab¨ªa iniciado su tercer mandato volcado en la pol¨ªtica exterior, ha entendido que donde necesita intervenir es una renovaci¨®n a fondo de su partido el PT, que ha dado la impresi¨®n de no entender que la pol¨ªtica mundial tiende a ir hacia el pragmatismo, sobre todo de los j¨®venes y de la clase media baja cada vez m¨¢s alejada de los dos polos ideol¨®gicos de izquierdas y derechas puras.
Es posible, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos que el domingo pr¨®ximo en las elecciones de la segunda vuelta de las municipales, en la gran S?o Paulo, coraz¨®n de las finanzas del pa¨ªs y term¨®metro de la pol¨ªtica nacional con sus m¨¢s de 20 millones de personas, el candidato del centro derecha, Nunes gane al candidato de Lula, el izquierdista, Boulos.
Los movimientos de Lula, volcado en halagos y privilegios a los millones de evang¨¦licos que pueden definir unas elecciones, revelan que ha entendido que la izquierda pura, que parte de su partido se empe?a en mantener, va perdiendo fuerza cada d¨ªa para una pol¨ªtica nacional volcada en un centro nuevo que mira a los deseos de ascensi¨®n, sobre todo de las nuevas generaciones de j¨®venes, fascinados con los nuevos y conservadores l¨ªderes de las redes sociales que est¨¢n revolucionando la pol¨ªtica cl¨¢sica de la izquierda del pasado.
El resultado de las elecciones de alcalde del domingo de S?o Paulo, term¨®metro de la pol¨ªtica nacional, entre el candidato del centro derecha, y el candidato de izquierdas de Lula, podr¨¢ ser definitivo para las presidenciales del 2026, mismas que Lula intenta disputar y que, de alguna forma, con su grito de ¡°yo no soy comunista¡±, ya est¨¢ preparando para presentarse como el candidato de un nuevo centro que abrace desde la izquierda tradicional a la nueva revoluci¨®n conservadora de los evang¨¦licos cada vez m¨¢s fuertes hasta dentro del Congreso Nacional.
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