La hora de la verdad del ¡®caso Marielle¡¯: el juicio a los asesinos confesos de la concejala de R¨ªo
Dos antiguos polic¨ªas militares se sientan en el banquillo a partir del mi¨¦rcoles tras delatar a los supuestos autores intelectuales del crimen pol¨ªtico m¨¢s relevante de la historia reciente de Brasil
¡°Estoy convencida de que los autores del asesinato de mi madre y los que lo encargaron nunca imaginaron la dimensi¨®n que alcanzar¨ªa el caso¡±, dice Luyara Franco, de 25 a?os, la hija de Marielle Franco, de 38 a?os, la concejala izquierdista de R¨ªo de Janeiro asesinada el 14 de marzo de 2018 junto a su ch¨®fer, Anderson Gomes, 39 a?os. Un crimen obra de profesionales. Disparar desde un coche en marcha a otro en movimiento requiere un pulso y una punter¨ªa al alcance de pocos. La familia Franco siempre mantuvo la esperanza de ver a los asesinos sentados en el banquillo. Y ese anhelo ser¨¢ realidad el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, transcurridos m¨¢s de 2.000 d¨ªas desde el crimen. Los dos autores confesos, dos polic¨ªas militares, Ronnie Lessa, que apret¨® el gatillo, y ?lcio de Queiroz, que conduc¨ªa, ser¨¢n juzgados por un jurado de siete ciudadanos en R¨ªo. Un hito para uno de los cr¨ªmenes pol¨ªticos m¨¢s relevantes de la historia reciente de Brasil, la gran causa que mantuvo unida a la izquierda en los duros a?os del bolsonarismo. ¡°?Qui¨¦n mat¨® a Marielle y por qu¨¦?¡±, era el lema.
Sentar a los asesinos en el banquillo supone un paso importante para Brasil, su democracia y los 46.000 electores que la votaron. Para Silva y Franco es un asunto personal, adem¨¢s de pol¨ªtico. ¡°Este juicio significa todo porque hasta ahora nadie ha sido condenado¡±, dice al otro lado de la pantalla, Marinete Silva, 72 a?os, madre de la concejala y abogada jubilada. A su lado, en la sede del Instituto Marielle Franco, en R¨ªo, su nieta Luyara, directora de legado de la entidad y estudiante de Educaci¨®n F¨ªsica, a?ade en una entrevista con este diario: ¡°Justicia ser¨ªa que el crimen] no hubiera ocurrido. Este es el primer paso de muchos [en la justicia], se juzga solo a los ejecutores. Luego debe ser el turno de quienes dieron la orden, las reparaciones a las familias¡±. El tribunal emitir¨¢ el juicio en directo en YouTube.
Los asesinos, detenidos tras un chivatazo, llevan cinco a?os en prisi¨®n preventiva. Como ambos han confesado en los ¨²ltimos meses qui¨¦n los contrat¨® y los detalles de la trama a cambio de beneficios penitenciarios, se da por descontado que ser¨¢n condenados en un juicio de dos o tres d¨ªas. ¡°Pero aqu¨ª no acaba nada¡±, recalcan nieta y abuela. Aunque supone sin duda una victoria para las familias de las v¨ªctimas y los incontables movimientos sociales que las han acompa?ado en esta batalla para que este caso no acabara como un expediente irresuelto m¨¢s en la larga historia de los bajos fondos cariocas.
Dos hermanos, pol¨ªticos cariocas de historial turbio, los Braz?o, est¨¢n en la c¨¢rcel desde marzo acusados de ordenar y financiar el crimen tras ser delatados por el asesino al que contrataron. Y el comisario Rivaldo Barbosa que dirig¨ªa la secci¨®n de homicidios en R¨ªo, que prometi¨® a la familia que pondr¨ªa todo el celo en investigar el asesinato, est¨¢ en prisi¨®n acusado de idear la caza de la concejala y obstaculizar las pesquisas desde dentro. Suya fue la recomendaci¨®n de que no la mataran en el Ayuntamiento porque eso ser¨ªa un crimen a investigar por la polic¨ªa federal, no la de R¨ªo. Y, por tanto, m¨¢s dif¨ªcil de sabotear.
El asesinato de Marielle Franco, entonces una edil novata desconocida fuera de R¨ªo, pronto destac¨® en medio de una estad¨ªstica que cifra en m¨¢s de 45.000 los brasile?os muertos violentamente cada a?o, incluidos pol¨ªticos. Al menos 82 electos y militantes han sido asesinados en lo que va de 2024. Quiz¨¢ fue por su perfil: una mujer negra, veterana activista, concejala en un sistema pol¨ªtico dominado por hombres blancos y conocida por luchar por los derechos humanos, contra la violencia policial, el racismo y el machismo, era madre y estaba casada con otra mujer. Quiz¨¢ el caso adquiri¨® tanto significado porque en 2018 el odio visceral al Partido de los Trabajadores y a la izquierda en general estaba en auge y los progresistas necesitaban una causa com¨²n. Marielle se convirti¨® en el gran s¨ªmbolo que abrazaron los hostigados por la ultraderecha envalentonada de Jair Bolsonaro, que gan¨® las elecciones seis meses despu¨¦s del asesinato.
Convertida en m¨¢rtir de la democracia, Marielle inspir¨® a decenas de mujeres negras de las periferias que desembarcaron en territorios que parec¨ªan inalcanzables para llas como ayuntamientos, parlamentos estatales y el Congreso en Brasilia.
Su familia inmediatamente transform¨® el luto en lucha (o luto virou luta, en portugu¨¦s). Para nieta y abuela, la fe cat¨®lica fue esencial en el via crucis al que se vieron abocadas. La hermana peque?a de Marielle, Anielle Franco, recogi¨® la antorcha y lider¨® la batalla familiar por la memoria y el legado de la concejala. Y, cuando Lula regres¨® al poder, la nombr¨® ministra de Igualdad Racial.
Su madre, abogada laboralista, siempre crey¨® que el asesinato ser¨ªa resuelto porque, dice, ¡°el crimen perfecto no existe¡±. El autor material, Lessa, que tras dejar la Polic¨ªa Militar se ganaba la vida como asesino a sueldo, y su c¨®mplice proclamaron inicialmente su inocencia y se refugiaron en el silencio de sus celdas. Hasta que se produjo el vuelco.
La se?ora Silva no alberga ninguna duda de que si las pesquisas han avanzado hasta aqu¨ª es por el impulso pol¨ªtico del presidente Lula. ¡°Este Gobierno progresista fue fundamental para profundizar en la investigaci¨®n¡±, dice. El mandatario prometi¨® luchar para encontrar a los culpables. Y cumpli¨®. ¡°Si no fuera por el empe?o que pusieron el Ministerio P¨²blico, los comisarios de homicidios y el ministro Fl¨¢vio Dino [nombrado por Lula y ahora juez del Supremo] no estar¨ªamos en este punto¡±, recalca.
El Gobierno de Lula acababa de echar a andar cuando orden¨® a la Polic¨ªa Federal crear un equipo especial dedicado en exclusiva al caso Marielle. Una decena de agentes veteranos que conocen bien los bajos fondos m¨¢s pestilentes del crimen en R¨ªo fueron reclutados con esa ¨²nica misi¨®n. Transcurrido tanto tiempo encontrar nuevas pruebas suele ser dif¨ªcil. Se centraron en persuadir a los asesinos para que delataran a quien les contrat¨®, a los autores intelectuales. Funcion¨®. El polic¨ªa conductor empez¨® a hablar al cabo de unos meses. Y Lessa, que apret¨® el gatillo, le sigui¨®. Y as¨ª lograron resolver el puzle y cazar a los hermanos Braz?o y al comisario para concluir unas investigaciones que han estado marcadas por vaivenes constantes y cierta sospecha, nunca oficializada, de que Jair Bolsonaro podr¨ªa estar involucrado. ?l lo niega. El autor material era vecino de urbanizaci¨®n de Bolsonaro y su hija fue novieta del hijo peque?o del expresidente.
¡°Los hermanos Braz?o siempre estuvieron en el radar, pero eran sospechas, no hab¨ªa pruebas¡±, recuerda la madre. ¡°Lo m¨¢s chocante y doloroso fue el comisario Rivaldo¡±, dice. ¡°Mi hija Marielle lo conoc¨ªa, confiaba en ¨¦l. Una semana despu¨¦s [del asesinato], se sienta con nosotros¡¡±. Les prometi¨® investigar hasta el fondo una trama que, seg¨²n el asesino que la ejecut¨®, ¨¦l mismo hab¨ªa dise?ado. Como los dos pol¨ªticos y el comisario son aforados, el caso va por otro carril, se tramita en el Tribunal Supremo. Lessa, el asesino confeso, fue testigo en ese caso y detall¨® recientemente, desde la c¨¢rcel, su carrera policial y criminal con una frialdad que deja helado a cualquiera.
Casi siete a?os despu¨¦s de que le arrebataran a su primog¨¦nita, Silva se enorgullece de ver que Marielle inspir¨® a tant¨ªsimas personas para alcanzar conquistas impensables hace no tanto. La hija de la concejala la recuerda como esa madre muy dedicada que hac¨ªa malabares: la crianza, dos empleos, la universidad. ¡°Me hizo entender que la vida no es f¨¢cil para una mujer negra, aunque no sab¨ªamos que iba a ser tan dif¨ªcil. Hoy ella ser¨ªa diputada, senadora¡¡±. Ambas recalcan que el juicio supone tambi¨¦n un rayo de esperanza para decenas de miles de madres an¨®nimas, brasile?as que han perdido hijos ¡ªj¨®venes negros de las periferias¡ª a manos de agentes del Estado a menudo impunes. De la batalla personal a la colectiva. Precisamente la senda por la que transit¨® Marielle Franco durante su vida hasta que le fue brutalmente arrebatada a tiros.
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