M¨¢s deudas y menos ingresos: la dimensi¨®n econ¨®mica del aborto

Si el aborto est¨¢ bien o mal divide a las sociedades, pero no a los economistas. Con la decisi¨®n de la Corte Suprema en Estados Unidos de no garantizar el derecho a la interrupci¨®n del embarazo, ha resurgido la monta?a de evidencias que sugieren una cruda verdad: sin acceso al aborto, las mujeres, y las econom¨ªas en las que se desarrollan, sufren.

Estudios mayoritariamente hechos en EE UU muestran que el costo de llevar a t¨¦rmino un embarazo no deseado se mide en alta deserci¨®n escolar, reducci¨®n en las oportunidades laborales y de mayor ingreso, angustia financiera, menor acceso al cr¨¦dito bancario y un mercado laboral que excluye a las madres por ser tradicionalmente consideradas las cuidadoras de la familia.

Heidi Shierholz, presidenta del estadounidense Instituto de Pol¨ªtica Econ¨®mica (EPI, por sus siglas en ingl¨¦s) y exsecretaria del Trabajo, manifest¨® en un comunicado: ¡°El derecho al aborto es un derecho econ¨®mico, y esta decisi¨®n significa la p¨¦rdida de la seguridad econ¨®mica, la independencia y la movilidad de quienes buscan un aborto. Las personas de ingresos bajos y medianos, especialmente las mujeres afro descendientes y latinas, ser¨¢n las m¨¢s afectadas por el impacto¡±.

Shierholz es una de 154 economistas que en septiembre escribieron un reporte resumiendo todo lo que la academia sabe sobre el impacto econ¨®mico de prohibir el aborto para entregarlo a la Corte Suprema. En ¨¦l, citan hallazgos que datan de los a?os setenta, muchos de ellos en base al hist¨®rico estudio Turnaway, el primero en seguir a un gran n¨²mero de mujeres que deseaban pero no pudieron abortar en EE UU a lo largo de a?os.

Turnaway demostr¨® que las mujeres que se ven forzadas a llevar su embarazo no deseado a t¨¦rmino tienen cuatro veces m¨¢s probabilidades de luchar contra la pobreza a?os m¨¢s tarde. Cabe mencionar que es enga?osamente dif¨ªcil medir c¨®mo los abortos afectan econ¨®micamente a las mujeres utilizando fuentes de datos tradicionales porque quienes buscan abortar a menudo nacen en un contexto socioecon¨®micos con desventajas importantes, incluyendo condiciones de pobreza y vulnerabilidad.

El informe entregado a la Corte hace referencia a estudios que muestran que el acceso al aborto aumenta la participaci¨®n de las mujeres en la fuerza laboral, y que las mujeres j¨®venes que usaron el aborto legal para planificar su maternidad vieron un aumento del 11% en los salarios por hora a lo largo de sus carreras. Em cambio, los ingresos de una mujer se reducir¨ªan en un 4% cada vez que da a luz o adopta un hijo. Esta es lo que el centro de investigaci¨®n Third Way llam¨® la ¡°penalizaci¨®n por maternidad¡±.

Quiz¨¢s a esto se refer¨ªa la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en mayo cuando se expres¨® ante la posibilidad de que se revirtiera la ley en EE UU: ¡°Creo que eliminar el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre cu¨¢ndo y si tener hijos tendr¨ªa efectos muy da?inos en la econom¨ªa y har¨ªa retroceder a las mujeres d¨¦cadas¡±.

Un estudio publicado este a?o por tres economistas en el American Economic Journal compar¨® el acceso al cr¨¦dito bancario de mujeres que lograron tener un aborto y aquellas que, aunque lo intentaron, no tuvieron acceso. Lo que encontraron fue alarmante. Las trayectorias de ambos grupos de mujeres son similares antes del encuentro con el aborto. Despu¨¦s del encuentro, las mujeres a las que se les neg¨® un aborto experimentaron un aumento en angustia financiera que se mantuvo durante varios a?os. Tambi¨¦n encontraron indicios de una reducci¨®n a corto plazo en el acceso al cr¨¦dito. Adem¨¢s, las deudas de las mujeres que no tuvieron permitido abortar aumentaron 78% y experimentaron 81% m¨¢s eventos negativos, como bancarrotas y desalojos. A las mujeres a las que se les permiti¨® continuar con el aborto les fue mejor econ¨®micamente, seg¨²n las investigadores.

Hay un hallazgo en particular que es altamente relevante para Latinoam¨¦rica, regi¨®n que, seg¨²n la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (Cepal), es la segunda en el mundo con la tasa m¨¢s alta de embarazos adolescentes. La legalizaci¨®n del aborto en EE UU, en los a?os 70s, tuvo efectos dram¨¢ticos en las edades en que las mujeres se convert¨ªan en madres, reduciendo el n¨²mero de madres adolescentes en un tercio y el de mujeres que se casaron siendo adolescentes en una quinta parte, de acuerdo con Caitlin Myers, profesora estadounidense de econom¨ªa en Middlebury College, tambi¨¦n firmante del reporte a la Corte Suprema.

La tasas de embarazo de ni?as y adolescentes de entre 15 y 19 a?os en Am¨¦rica Latina y el Caribe es, en promedio, 66,5 nacimientos por cada 1.000 ni?as ¡ª una cifra superada solo por ?frica subsahariana ¡ª, de acuerdo con un reporte de 2018 de las Naciones Unidas. La tasa mundial de embarazos adolescentes se estima en 46 nacimientos por cada 1.000 ni?as. En Latinoam¨¦rica, los cuatro pa¨ªses que prohiben el aborto de manera absoluta, es decir, bajo toda causal, reportan los porcentajes m¨¢s altos de embarazos adolescentes en la regi¨®n.

En Espa?a, en donde el aborto es legal desde 1985, un estudio evidenci¨® que la legalizaci¨®n les permiti¨® a las mujeres de 21 a?os o menos terminar la escuela y alcanzar mayores logros educativos, aumentando sus posibilidades de tener un mejor ingreso.

El movimiento feminista se ha llevado importantes victorias en Am¨¦rica Latina en los ¨²ltimos a?os, agregando a Colombia, Argentina y M¨¦xico como pa¨ªses en donde el aborto por voluntad de la embarazada est¨¢ garantizado. Uruguay y Cuba lo despenalizaron hace d¨¦cadas, mientras que en otros pa¨ªses, como en Costa Rica y Chile, se permite si fue por violaci¨®n o para salvar la vida de la madre.

Latinoam¨¦rica sin datos

Lo que hace falta esta parte del mundo es informaci¨®n, dice Melissa Ayala, abogada feminista egresada de la Universidad de Harvard y cofundadora de Rema, consultora enfocada en acoso y hostigamiento sexual en M¨¦xico. ¡°En Latinoam¨¦rica nadie se ha puesto a estudiar c¨®mo la prohibici¨®n del aborto ha afectado econ¨®micamente a las mujeres, cu¨¢l es el costo de que tengan que parar su vida productiva¡±, apunta la especialista.

Si bien est¨¢ ampliamente documentado que las mujeres, por ser tradicionalmente las cuidadoras en el hogar, sufren discriminaci¨®n laboral, no hay cifras que cuantifiquen el costo al mercado laboral, por ejemplo, o la p¨¦rdida del valor generado en una econom¨ªa, asegura Ayala.

¡°En la academia siempre hemos tenido como este sistema que pone en el centro o que pone al hombre heterosexual blanco, como el paradigma de lo que significa ser humano y de lo que significa navegar en el mundo¡±, dice Ayala. ¡°Es tan poco hablado el tema del aborto en M¨¦xico y en Latinoam¨¦rica, porque sigue existiendo un tema de estigma social que no nos permite tambi¨¦n conocer estas cifras¡±, asegura.