Respuestas urgentes para proteger a los latinoamericanos de la crisis mundial de los precios de los alimentos

Poner comida sobre la mesa se ha vuelto cada vez m¨¢s dif¨ªcil para las familias en Am¨¦rica Latina y el Caribe. La crisis mundial ha impactado de forma significativa a la regi¨®n: la subida del precio de los combustibles y los alimentos est¨¢ erosionando el poder adquisitivo de todos los hogares, particularmente los m¨¢s pobres, quienes gastan un porcentaje mayor de sus ingresos en alimentos y transporte. Los hogares se han saltado sus alimentos porque no pueden pagarlos o por falta de recursos para adquirirlos. Esta problem¨¢tica es especialmente preocupante en los pa¨ªses andinos, caribe?os y centroamericanos, donde m¨¢s del 30 % de los hogares afronta estas dificultades, seg¨²n una encuesta del Banco Mundial.

Esta situaci¨®n exige una respuesta urgente, a corto y a largo plazo.

Primero, analicemos r¨¢pidamente los or¨ªgenes de la crisis mundial del precio de los alimentos. Incluso antes de que la guerra ruso-ucraniana amenazara la seguridad alimentaria al alterar el comercio de alimentos, de los combustibles y fertilizantes, los precios de los alimentos ya estaban en ascenso en todo el mundo, como muestra la imagen.

En los ¨²ltimos a?os, los eventos clim¨¢ticos se combinaron con el impacto de la covid-19 para reducir la producci¨®n y ejercer una presi¨®n al alza sobre el precio de los alimentos. Esto gener¨® que la inflaci¨®n del precio de los alimentos superara la inflaci¨®n general en varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe, como se muestra en la siguiente imagen.

Los efectos de la crisis mundial del precio de los alimentos son significativos y van m¨¢s all¨¢ de su impacto regional. Dado que Latinoam¨¦rica es la mayor exportadora neta de alimentos del mundo, cualquier impacto a sus sistemas agroalimentarios tendr¨¢ repercusiones en todo el planeta.

Los agricultores y ganaderos desempe?an un papel importante para reducir y estabilizar los precios de los alimentos al suministrarlos al mercado en el momento oportuno. Sin embargo, para que esto pueda funcionar, las pol¨ªticas agr¨ªcolas y alimentarias deben promover inversiones a fin de mejorar la competitividad del sector y aprovechar las oportunidades del mercado.

?C¨®mo asegurar el suministro de alimentos a largo plazo?

Recientemente nos reunimos con ministros de Agricultura de la regi¨®n quienes se mostraron muy preocupados sobre el alza del precio de los alimentos y el fuerte incremento en los combustibles y los fertilizantes. Adem¨¢s, compartieron su visi¨®n sobre c¨®mo apoyar al sector para continuar el suministro de alimentos a nivel local y mundial. Las respuestas a la crisis alimentaria var¨ªan seg¨²n las circunstancias espec¨ªficas de cada pa¨ªs.

En ese sentido, es fundamental dise?ar una serie adecuada de medidas urgentes que protejan a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable de la subida de los precios de los alimentos, as¨ª como acciones estrat¨¦gicas para asegurar que el suministro aumente y se mantenga en el futuro.

Las medidas necesarias para abordar la crisis alimentaria abarcan cuatro ¨¢mbitos:

1. Proteger a los m¨¢s vulnerables. Con el alza del precio de los alimentos, muchas familias enfrentan graves problemas de asequibilidad y disponibilidad. Aqu¨ª las circunstancias importan. En aquellos pa¨ªses que s¨ª disponen de alimentos y el principal obst¨¢culo son los precios elevados, los programas de transferencias en efectivo bien focalizados pueden ser una manera efectiva de ayudar a los hogares vulnerables. En otros pa¨ªses donde los precios de los alimentos a¨²n no son tan elevados, pero los precios de los fertilizantes y el petr¨®leo s¨ª han subido, es importante garantizar un flujo continuo de inversiones agropecuarias, para apoyar a los agricultores y familias rurales que dependen de la agricultura y est¨¢n viendo sus m¨¢rgenes de ingresos caer.
2. Mantener el flujo de alimentos a los mercados. Las autoridades deben asegurar que los mercados agropecuarios y de alimentos regionales e internacionales permanezcan abiertos para mantener el flujo comercial y para que los productores tengan los incentivos adecuados para producir m¨¢s durante la pr¨®xima cosecha. Medidas tomadas precipitadamente para frenar el avance del precio de los alimentos (como modificaciones en los aranceles sobre la importaci¨®n o exportaci¨®n de alimentos) casi nunca funcionan y frecuentemente generan m¨¢s problemas al trastocar las se?ales de precios necesarios para el funcionamiento de los mercados.
3. Asegurar que el sector agropecuario pueda seguir produciendo. La mayor parte de los alimentos consumidos en Latinoam¨¦rica se producen internamente, por lo que una de las claves para resolver esta crisis es potenciar la pr¨®xima cosecha. Los gobiernos pueden jugar un papel esencial para lograr que los peque?os agricultores sigan produciendo a trav¨¦s de diferentes acciones. Por ejemplo, pueden asegurar que tengan acceso a insumos como semillas y fertilizantes, eliminar las restricciones al comercio de alimentos, y en facilitar el acceso al financiamiento.
4. Invertir en sistemas alimentarios verdes, resilientes e inclusivos para el futuro. Las autoridades enfrentan el desaf¨ªo de movilizar el apoyo pol¨ªtico y las inversiones necesarias para desarrollar, a mediano y largo plazo, sistemas agroalimentarios que sean productivos, resilientes, sostenibles e inclusivos. Al reenfocar nuestra atenci¨®n a la necesidad de evitar crisis futuras, podremos generar un consenso en torno a reformas que ayuden a volver m¨¢s verdes nuestros sistemas agroalimentarios.

Medidas a corto plazo, consecuencias a largo plazo

La crisis del precio de los alimentos gener¨® la necesidad urgente de atender las necesidades inmediatas. Sin embargo, no debemos perder de vista el objetivo a largo plazo de transformar los sistemas alimentarios para que se vuelvan m¨¢s resilientes y contribuyan a la econom¨ªa, el medio ambiente y la salud humana, tanto a nivel regional como mundial.

En los ¨²ltimos tres a?os (2019-2021), el Banco Mundial brind¨® un apoyo significativo a los sistemas alimentarios de Latinoam¨¦rica: alrededor de 300 millones de d¨®lares al a?o para programas de desarrollo agropecuario y otros 1500 millones anuales para programas de protecci¨®n social.

Estamos preparados para ayudar a los pa¨ªses a poner en marcha medidas de emergencia para responder a las necesidades inmediatas derivadas de la crisis mundial del precio de los alimentos y realizar inversiones para promover la resiliencia a largo plazo de sus sistemas alimentarios.