Fabi¨¢n O¡¯Neill, el mago del f¨²tbol uruguayo al que se llev¨® el alcohol
Zinedine Zidane dijo alguna vez que su compa?ero en la Juventus, muerto esta Navidad a los 49 a?os, fue el jugador ¡°con m¨¢s talento¡± que hab¨ªa visto sobre un campo de juego
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El club de los h¨¦roes malditos, el de Garrincha, Paul Gascoigne o Ren¨¦ Houseman, esos talentos en cuyas debilidades y sensibilidad el f¨²tbol encuentra un resquicio a tanta demanda de profesionalismo y productividad, despidi¨® durante la Navidad a uno de sus socios m¨¢s queridos: el uruguayo Fabi¨¢n O¡¯Neill, un crack a medias que despert¨® la admiraci¨®n de Zinedine Zidane en sus a?os como compa?eros de equipo en la Juventus. Ex n¨²mero 10 de la Celeste a comienzos de siglo, eslab¨®n malogrado entre Enzo Francescoli y ?lvaro Recoba, el Mago muri¨® este domingo en Montevideo v¨ªctima de una cirrosis cr¨®nica. Ten¨ªa 49 a?os.
O¡¯Neill naci¨® en Paso de los Toros, el mismo pueblo de Mario Benedetti, acorde a un futbolista m¨¢s a gusto con la poes¨ªa que con la prosa. Alma libre en el campo de juego, le bastaron tres a?os en Nacional de Montevideo para pasar en 1996 al f¨²tbol italiano, entonces considerada la liga m¨¢s competitiva de Europa. Comparable tambi¨¦n al Trinche Tom¨¢s Felipe Carlovich, el argentino al que lo rode¨® un aura de romanticismo -personajes a los que el f¨²tbol les interesaba m¨¢s como juego que como competencia-, O¡¯ Neill quer¨ªa m¨¢s divertirse que ganar. Alimentado siempre por leyendas, algunas incomprobables, un d¨ªa sali¨® dispuesto a hacerle pasar tres veces la pelota entra las piernas al bravo Gennaro Gattuso, entonces en el Salernitana. Y lo consigui¨®.
La mitolog¨ªa tambi¨¦n le adjudica un elogio de Zidane repetido en estas horas por Tuttosport, el diario deportivo italiano con sede en Tur¨ªn: ¡°?El jugador con m¨¢s talento que he visto? Fabi¨¢n O¡¯Neill¡±, respondi¨® el franc¨¦s hace algunos a?os. Una de las hijas del uruguayo, internado desde hac¨ªa varios meses, confirm¨® que Zidane estaba en contacto con la familia de O¡¯Neill para seguir el estado de salud de quien fue su compa?ero en la temporada 2000/01.
El Mago, que fue criado por una de sus abuelas y comenz¨® a trabajar a los 9 a?os en un prost¨ªbulo, ya sufr¨ªa de alcoholismo durante los siete a?os que jug¨® en Italia, desde 1996 hasta 2002. Entrevistado en 2017 por el periodista argentino Mariano L¨®pez Blasco para la revista Don Julio, sobre c¨®mo elud¨ªa los controles m¨¦dicos en la Juventus, el uruguayo respondi¨®: ¡°Me saltaba colesterol alto y me dec¨ªan: ¡®Usted deber¨ªa estar muerto, no jugando al f¨²tbol¡¯. Yo nunca paraba. Antes de subir al ¨®mnibus para ir a los partidos, las cocineras me guardaban dos vasitos de vino. Los tomaba r¨¢pido, me sub¨ªa y eructaba en la cara de alguno. [Alessandro] Del Piero, [Gianluigi] Buffon y todos los monstruos me preguntaban: ¡®?Tomaste vino, Fabi¨¢n?¡¯. ¡®?Y s¨ª! ?Qu¨¦ voy a tomar? ?Leche, como ustedes?¡¯, les dec¨ªa yo. No jugaba nunca, ?ta? Se fue Zidane al Real Madrid, vino [Marcello] Lippi como t¨¦cnico en lugar de [Carlo] Ancelotti y ah¨ª era titular, pero despu¨¦s me lesion¨¦¡±.
Hoy llora la camiseta 10.
— Nacional (@Nacional) December 25, 2022
Hoy se detiene la magia para recordar a Fabian O¡¯Neill, uno de los jugadores que despert¨® m¨¢s admiraci¨®n con la camiseta de Nacional.
Se fue uno de los nuestros. Hasta siempre Mago.
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Con 19 partidos en la selecci¨®n de Uruguay entre 1993 y 2003, tambi¨¦n estaba lesionado cuando acudi¨® al Mundial 2002 en Corea del Sur-Jap¨®n. Sin poder jugar, y fiel exponente de los futbolistas que se sienten mucho m¨¢s a gusto dentro que fuera del campo de juego, su experiencia en la Copa del Mundo le sirvi¨® para comenzar la relaci¨®n con quien ser¨ªa su tercera esposa. ¡°[Diego] Forl¨¢n me ayudaba a escribirle, me prend¨ªa la computadora, me bajaba las fotos de ella. Si yo nunca entend¨ª nada de eso¡±, record¨® de su paso por el Mundial.
Retirado a los 29 a?os tras una ¨²ltima temporada en Nacional, en 2003, el dinero que hab¨ªa ganado en su carrera se le fue con la misma facilidad con la que se escapaba de sus rivales. De su biograf¨ªa Hasta la ¨²ltima gota ¨Cbest seller en Uruguay en 2013, de los periodistas Federico Castillo y Horacio Varoli-, se quej¨® de que no cobr¨® un centavo. Del contenido s¨®lo retruc¨® un dato. ¡°La ¨²nica mentira que hay en el libro, porque el resto est¨¢ todo bien, es esta frase. ¡®Tengo 39 a?os y llevo 30 tomando. Es momento de parar¡¯. ?Momento de parar? Ahora ya est¨¢. Voy a tomar hasta la muerte¡±, le dijo a L¨®pez Blasco.
Hasta la ¨²ltima gota cuenta en su primer p¨¢rrafo c¨®mo O¡¯Neill lleg¨® a jugar varios partidos lejos de su mejor condici¨®n f¨ªsica: ¡°Abri¨® los ojos y se dio cuenta de que estaba en el bar. Mir¨® a los costados, vio la hilera de botellas, las sillas arriba de la mesa y se levant¨® de ese colch¨®n pelado en el que hab¨ªa pasado la noche detr¨¢s de la barra del bar Los Fresnos, un boliche de mala muerte. Era la una menos cuarto y ten¨ªa que estar en el estadio Centenario en media hora para jugar contra Central Espa?ol. Fabi¨¢n O¡¯Neill estaba llegando tarde al partido. Y con resaca.¡±
El Mago dijo decenas de veces que lleg¨® a tener 14 millones de d¨®lares pero que perdi¨® todo, hasta su ¨²ltima casa, al punto que pas¨® a vivir en habitaciones prestadas. Para justificar su debacle econ¨®mica repet¨ªa una frase adjudicada a Carlos Gardel, la de ¡°Caballos lentos y mujeres r¨¢pidas¡±. Lleg¨® a gastar 250.000 d¨®lares a cambio de 1.000 vacas, acumul¨® decenas de caballos de carreras en el hip¨®dromo de Montevideo y les pagaba las cuentas de agua, luz y gas a sus vecinos.
-?No le ten¨¦s miedo a nada?,- le preguntaron.
-A la muerte. Es lo ¨²nico. No quiero morir todav¨ªa. La vida es divina.
Una de sus hijas, Marina, lo despidi¨® este domingo en redes: ¡°Que est¨¦s en paz pap¨¢. Hace tiempo ya hab¨ªas perdido la chispa, la alegr¨ªa. Cada vez te ve¨ªa m¨¢s triste, m¨¢s enfermo, con los ojitos perdidos, la mirada ca¨ªda. Me doli¨® escucharte decir alguna vez ¡®no quiero vivir m¨¢s¡¯ en tus pocas horas de sobriedad. Deseo tambi¨¦n que tu recorrido sirva para entender m¨¢s sobre el alcoholismo, esta enfermedad que te sedujo a vos y a todo tu dolor desde chiquito, que se llev¨® todo. Y no pod¨ªa ser de otra forma, (la muerte fue) el d¨ªa menos esperado pero a la vez poco me sorprende, siempre llamaste la atenci¨®n, as¨ª que digno de un 25 de diciembre, loquito. Lo m¨¢s importante: te perdono pa, te juro que te perdono¡±.
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