A un a?o del atentado contra Cristina Kirchner, la duda contin¨²a: ?hubo autores intelectuales y nexos pol¨ªticos?

El 1 de septiembre de 2022, un hombre apunt¨® una pistola contra la cabeza de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. La bala no sali¨®. El atentado que puso contra las cuerdas a la democracia argentina ocurri¨® a las puertas de la casa de la vicepresidenta y fue grabado en un v¨ªdeo que dio la vuelta al mundo. El brasile?o Fernando Sabag Montiel, entonces de 35 a?os, se infiltr¨® entre la multitud de activistas que se reun¨ªan all¨ª en apoyo a Kirchner durante la recta final del primer juicio que enfrentaba por corrupci¨®n. Sabag se acerc¨® hasta ella cuando baj¨® del coche y gatill¨® el arma, pero el plan fracas¨® y fue detenido. Un a?o despu¨¦s, Kirchner guarda silencio y Argentina espera el inicio del juicio contra los tres acusados: Sabag Montiel, su novia, Brenda Uliarte, y Nicol¨¢s Carrizo, que empleaba a la pareja como vendedores ambulantes. Sabag Montiel sostiene que actu¨® solo. La vicepresidenta, por el contrario, sospecha que hay alguien detr¨¢s y critica que la investigaci¨®n judicial ¡°se caracteriz¨® por evitar conocer la verdad¡±.

¡°Yo siento que estoy viva por Dios y la Virgen¡±, dijo Kirchner tras el ataque. Cont¨® que se dio cuenta de que hab¨ªan intentado matarla cuando ya estaba su casa y vio las im¨¢genes que esa noche se repitieron en loop en televisiones y tel¨¦fonos celulares de un pa¨ªs conmocionado.

La causa por el atentado est¨¢ caratulada como ¡°homicidio doblemente calificado por alevos¨ªa y por el concurso premeditado de dos o m¨¢s personas, agravado por el empleo de un arma de fuego, en grado de tentativa¡±. Cerrada la etapa de instrucci¨®n, se espera su elevaci¨®n a juicio.

Las primeras hip¨®tesis vincularon a Sabag Montiel con Revoluci¨®n Federal, un grupo de ultraderecha que escrachaba a pol¨ªticos kirchneristas y convocaba a manifestaciones con antorchas y guillotinas de madera contra el Gobierno. Sin embargo, los ¨²nicos tres procesados a d¨ªa de hoy son Sabag, Uliarte y Carrizo, conocidos en Argentina como La banda de los copitos por haber sido vendedores de algod¨®n de az¨²car antes de quedar detenidos.

La querella insiste en que es necesario ampliar el radio de acci¨®n y buscar posibles autores intelectuales y financistas del ataque. Ha pedido a la justicia que investigue los presuntos v¨ªnculos de su vecina Ximena de Tezanos Pinto y de la periodista Delfina Wagner con los principales detenidos. Previamente, Kirchner apunt¨® tambi¨¦n contra el diputado Gerardo Milman, de la coalici¨®n opositora Juntos por el Cambio encabezada por Bullrich, como presunto nexo pol¨ªtico del ataque. Transcurrido un a?o, la Fiscal¨ªa no ha encontrado por ahora evidencias que sostengan esa hip¨®tesis.

Ruptura de un acuerdo social

Para la expresidenta (2007-2015), lo m¨¢s grave de su intento de asesinato fue ¡°haber roto un acuerdo social que hab¨ªa desde 1983¡å, cuando Argentina dej¨® atr¨¢s la m¨¢s sangrienta dictadura de su historia. ¡°Siento que la recuperaci¨®n de la democracia no fue solamente que podamos volver a votar o elegir a las autoridades. Yo entiendo que recuperar la democracia fue recuperar la vida y la racionalidad, que podamos discutir la pol¨ªtica¡±, agreg¨®.

El atentado ocurri¨® en un momento de m¨¢xima tensi¨®n pol¨ªtica en Argentina. D¨ªas atr¨¢s, el fiscal Diego Luciani hab¨ªa acusado a Kirchner de ser la jefa de ¡°la mayor maniobra de corrupci¨®n que se haya conocido en el pa¨ªs¡±. Lo hizo en el marco de la causa que la investigaba por defraudaci¨®n al Estado en la ejecuci¨®n de obras viales en la provincia patag¨®nica de Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, y por la que meses m¨¢s tarde fue condenada a seis a?os de c¨¢rcel. ¡°Estoy ante un pelot¨®n de fusilamiento medi¨¢tico judicial¡±, hab¨ªa respondido la expresidenta ante las acusaciones de la Fiscal¨ªa. Decenas de militantes comenzaron una vigilia frente a su domicilio en se?al de apoyo.

El clima de crispaci¨®n se vio reflejado en la reacci¨®n al ataque a la l¨ªder pol¨ªtica m¨¢s importante de las ¨²ltimas d¨¦cadas en Argentina. La mayor¨ªa de la clase pol¨ªtica lo conden¨® y destac¨® la gravedad que revest¨ªa para la democracia argentina. Entre las excepciones estuvieron quienes encabezan hoy las dos principales candidaturas opositoras a presidente en las elecciones del 22 de octubre: el ultraliberal Javier Milei y la conservadora Patricia Bullrich. En vez de un mensaje de repudio, la primera respuesta de Bullrich fue criticar el feriado decretado para el d¨ªa siguiente. ¡°El presidente est¨¢ jugando con fuego: en vez de investigar seriamente un hecho de gravedad, acusa a la oposici¨®n y a la prensa, y decreta un feriado para movilizar militantes. Convierte un acto de violencia individual en una jugada pol¨ªtica. Lamentable¡±, tuite¨®.

Milei opt¨® por el silencio, aunque solo un d¨ªa antes se hab¨ªa solidarizado con Jair Bolsonaro tras el intento de agresi¨®n que sufri¨® durante una caravana motorizada. ¡°Mi total y absoluto apoyo al presidente de Brasil ante un nuevo ataque de la izquierda, cuyo elemento com¨²n en todo tiempo y lugar es la total intolerancia ante quien piensa distinto. Ellos son los violentos y despu¨¦s tildan de ese modo al resto¡±, expres¨®.

Simpatizantes opositores llegaron a difundir la teor¨ªa de que se trataba de un arma de juguete y de que el ataque hab¨ªa sido fingido para desviar la atenci¨®n de las causas judiciales que acorralaban a la vicepresidenta. Sin embargo, el caso conmocion¨® a buena parte de la sociedad argentina y al d¨ªa siguiente hubo una multitudinaria manifestaci¨®n contra la violencia y un ataque a la democracia perpetrado cuando el pa¨ªs se acercaba al 40 aniversario del fin de la ¨²ltima dictadura.

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