Milei cierra su campa?a como la nueva estrella de la pol¨ªtica argentina: ¡°Somos un fen¨®meno mundial¡±
El candidato de la ultraderecha, primero en los sondeos, pide el voto para ganar la presidencia el domingo sin la necesidad de una segunda vuelta
Un le¨®n en llamas atraviesa la pantalla. La m¨²sica suena a todo volumen. Un shofar jud¨ªo (instrumento de viento con forma de cuerno) no da la bienvenida al a?o nuevo, sino a cinco minutos de secuencias de edificios que se derrumban y bombas nucleares que estallan. Javier Milei, el candidato de la ultraderecha argentina, camina entre el p¨²blico. Cuando llega al escenario est¨¢ exhausto. Pero agita las manos y arenga a la gente como si fuese el jefe de una barra brava de f¨²tbol. ¡°Soy el rey, soy el le¨®n¡±, grita. ¡°La casta tiene miedo, la casta tiene miedo¡±, le contestan hasta quedar sin voz las m¨¢s de 15.000 personas que el mi¨¦rcoles llenaron el estadio cubierto donde Milei cerr¨® en Buenos Aires su campa?a para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina. ¡°Ya no somos una fuerza de barrio, somos un fen¨®meno mundial¡±, celebra el ultra. Cuando la multitud se disperse, flotar¨¢ en el aire la sensaci¨®n de que Milei es cosa seria.
Todo est¨¢ calculado. El mitin es una maquinaria perfecta que provoca euforia y libera adrenalina. Frases cortas y repetidas tienen un efecto hipn¨®tico. Se suceden las arengas contra los pol¨ªticos, empresarios y periodistas que, seg¨²n Milei, forman la cofrad¨ªa de ¡°chorros¡± (ladrones) que han empobrecido una Argentina que alguna vez fue ¡°la primera potencia mundial¡±. Argentina nunca fue la primera potencia mundial, pero poco importa. El ruido exige una escucha atenta. ¡°Probablemente, hayamos pasado el desierto de los 40 a?os para pasar a la libertad¡±, dice. En diciembre, Argentina habr¨¢ cumplido cuatro d¨¦cadas de democracia tras una de las dictaduras m¨¢s sangrientas de Am¨¦rica Latina.

Milei sabe que es la nueva estrella de la pol¨ªtica argentina. Hace dos a?os se convert¨ªa en diputado por un partido de su invenci¨®n, La Libertad Avanza (LLA). Y hace solo cuatro era un economista que los programas de televisi¨®n consideraban un tipo gracioso que hac¨ªa subir la audiencia. En agosto pasado, fue el candidato m¨¢s votado en las primarias obligatorias celebradas en todo el pa¨ªs. Los pol¨ªticos que se re¨ªan de sus salidas poco ortodoxas comenzaron a tomarlo en serio y ahora le temen. Este mi¨¦rcoles, Milei pidi¨® el voto para ganar la presidencia sin necesidad de una segunda vuelta. Los sondeos lo colocan en el primer lugar a distancia de sus rivales, el peronista Sergio Massa y la derechista Patricia Bullrich, de la alianza Juntos por el Cambio. ¡°Hay gente que no quiere cambiar, a esos les decimos que no nos voten, porque no nos interesan. Esos tienen a los empobrecedores, a los tibios¡±, dijo Milei, que rompe las reglas de la pol¨ªtica sin temer las consecuencias.
La campa?a electoral argentina entra en la recta final y Milei se siente ganador. Ha logrado convencer a millones de argentinos de que la salida contra la inflaci¨®n que devasta sus salarios es la dolarizaci¨®n. Y que para terminar con la pobreza bastar¨¢ con cerrar ministerios clave como el de Educaci¨®n y Salud, despedir a cientos de miles de empleados p¨²blicos y acabar con las ayudas sociales. En el mitin de este mi¨¦rcoles se mezclaban muchos de los beneficiarios de esas ayudas, que parec¨ªan muy satisfechos con la propuesta. Cuando el candidato promet¨ªa dolarizar la econom¨ªa y cerrar el Banco Central, contestaban al grito de ¡°libertad, libertad¡±.
¡°Milei es el ¨²nico, el ¨²nico que puede cambiar Argentina para siempre¡±, dice convencido Ignacio, un estudiante de Econ¨®micas, a las puertas del estadio. La mayor¨ªa son esta noche varones j¨®venes. En los alrededores venden camisetas y banderas con la silueta de un le¨®n y gorras de las fuerzas del cielo, como se conoce a sus seguidores por una cita b¨ªblica del Antiguo Testamento: ¡±En una batalla, la victoria no depende del n¨²mero de soldados, sino de las fuerzas del cielo¡±.
Lanzan al aire bengalas violetas, el color que durante a?os identific¨® al feminismo y ahora rivaliza con ¨¦l desde La Libertad Avanza. ¡°Patriarcado, el que tengo ac¨¢ colgado¡±, reza una camiseta que ejemplifica la reacci¨®n antifeminista que crece en Argentina abanderada por Milei: ha anticipado que eliminar¨¢ el Ministerio de Mujeres, G¨¦neros y Diversidad y que buscar¨¢ derogar leyes como las del aborto y la educaci¨®n sexual integral.

Dentro del estadio, nadie canta ni se mueve hasta que un hit enciende el ambiente: ¡°Quiero dolarizar, quemar el Banco Central. Votalo en agosto, votalo en octubre, porque estoy harto de Per¨®n, vota a Milei, ya fue, vota a Milei¡±. No hay banderas de agrupaciones pol¨ªticas: lo ¨²nico que se agita en el aire son globos con el nombre del candidato repartidos por la organizaci¨®n. Marina y Ricardo son una pareja de jubilados que tambi¨¦n ha decidido votar por ¨¦l. Aseguran que lo hacen ¡°para probar algo nuevo¡± porque los dem¨¢s les han decepcionado. El hartazgo con las alianzas pol¨ªticas tradicionales es un rasgo com¨²n entre los presentes. Todos critican la incapacidad de peronistas y macristas para frenar una inflaci¨®n que se acerca ya al 140% interanual y ordenar las cuentas p¨²blicas para no tener d¨¦ficit fiscal y pedir pr¨¦stamos una y otra vez que llevan al pa¨ªs al borde de la bancarrota.
¡°M¨¢s libertad y menos impuestos¡±, dice un panfleto, que acusa al Gobierno de asfixiar a la ciudadan¨ªa con cargas impositivas que Milei ha prometido eliminar. ¡°La gente tiene que dejar de vivir de planes y comenzar a laburar¡±, se?ala Ricardo, a quien le parece muy injusto haber trabajado toda la vida y cobrar una jubilaci¨®n que no es mucho m¨¢s alta que la de aquellos que la cobran sin haber aportado los 30 a?os exigidos por ley. Milei cierra su mitin al grito de: ¡°Viva la libertad, carajo¡±, y la multitud enloquece. Ha terminado un concierto de rock, una misa evang¨¦lica y el derroche de adrenalina que supone un partido de f¨²tbol. Todo junto y compactado en poco m¨¢s de una hora para ¨¦xtasis del candidato Milei.

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