Un crimen brutal enciende las alarmas de los organismos de derechos humanos en Argentina
Mientras se expanden los discursos negacionistas del terrorismo de Estado en Argentina, la viuda de un desaparecido y madre de un militante de la agrupaci¨®n Hijos fue hallada muerta en C¨®rdoba, golpeada y apu?alada
En un contexto de revitalizaci¨®n del discurso que niega los cr¨ªmenes cometidos durante la ¨²ltima dictadura militar (1976-1983), consentido por el Gobierno de Javier Milei, el asesinato de una mujer encendi¨® las alarmas de los organismos de derechos humanos en Argentina. Susana Beatriz Montoya, de 76 a?os, fue hallada muerta en su casa, en la ciudad de C¨®rdoba, el s¨¢bado pasado: sufri¨® golpes en la cabeza y fue apu?alada. Era viuda de una v¨ªctima del terrorismo de Estado y madre de un reconocido militante por los derechos humanos, quien hab¨ªa recibido amenazas de muerte en diciembre. ¡°Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Polic¨ªa¡±, fue el mensaje pintado en una de las paredes de la casa de Susana.
¡°Le reventaron la cabeza a ladrillazos y le clavaron un cuchillo en el cuello. Fue absolutamente violento¡±, relat¨® Fernando Albareda, hijo de Montoya. Ella ten¨ªa cita con el m¨¦dico el viernes pasado y Fernando quiso saber c¨®mo hab¨ªa resultado la consulta. Pero Susana nunca respondi¨® a sus llamadas. Cuando fue a la casa, la encontr¨® muerta. ¡°Es espeluznante, en mi vida pens¨¦ que iba a suceder algo as¨ª, m¨¢s all¨¢ de la forma en que mataron a mi padre¡±, dijo Albareda, en declaraciones al Canal 12 de C¨®rdoba.
Su padre, el marido de Montoya, era Ricardo Ferm¨ªn Albareda, subcomisario de la polic¨ªa cordobesa y activista del Ej¨¦rcito Revolucionario del Pueblo (ERP), una de las organizaciones pol¨ªticas que se volcaron a la lucha armada en la d¨¦cada de 1970. En septiembre de 1979, cuando ten¨ªa 37 a?os, fue secuestrado por represores de la dictadura, que lo mantuvieron cautivo y sometido a torturas en el centro clandestino Casa Hidr¨¢ulica. Desde entonces permanece desaparecido ¡ªlos testimonios indican que fue castrado y muri¨® desangrado¡ª. El caso fue juzgado en 2009 y resultaron condenados a prisi¨®n perpetua el militar Luciano Benjam¨ªn Men¨¦ndez y tres agentes del Departamento 2 de Informaciones de la Polic¨ªa de la Provincia de C¨®rdoba.
Fernando Albareda milita en la organizaci¨®n Hijos, que agrupa a descendientes de v¨ªctimas del terrorismo de Estado. Seg¨²n cont¨®, su mam¨¢ hab¨ªa comenzado a recibir llamadas intimidatorias en las ¨²ltimas semanas. ¡°La llamaban y le cortaban, ella no quer¨ªa salir de la casa y yo la notaba muy angustiada.¡± ?l tambi¨¦n hab¨ªa sido amenazado a fin de a?o: en la puerta de su domicilio encontr¨® seis balas calibre 22 y carteles con consignas como ¡°se te terminaron los amigos en la Polic¨ªa¡±; ¡°te vamos a juntar con tu papito¡± y ¡°vas a morir¡±. Los textos iban acompa?ados por cruces esv¨¢sticas. En marzo pasado, otra militante de Hijos hab¨ªa sido atacada y amenazada.
Los organismos de derechos humanos expresaron su preocupaci¨®n y consternaci¨®n ¡°por el violento asesinato [de Susana Montoya] y las amenazas que cobardemente dejaron, dirigidas a toda su familia¡±. En una declaraci¨®n firmada por la organizaciones Hijos, Familiares de Desaparecidos y Detenidos, Abuelas de Plaza de Mayo, Ex Presos Pol¨ªticos por la Patria Grande, Asociaci¨®n Civil Ex Presos Pol¨ªticos de C¨®rdoba y la Mesa Provincial de Trabajo por los Derechos Humanos de la provincia, reclamaron ¡°la urgente investigaci¨®n y esclarecimiento¡± del crimen, ¡°como as¨ª tambi¨¦n de las amenazas sufridas por todos los integrantes de su familia, denunciadas con anterioridad¡±. Adem¨¢s, exigieron ¡°protecci¨®n efectiva ya¡± para Fernando Albareda y su familia.
¡°Los discursos de odio que permanentemente circulan en nuestra sociedad son un peligro latente cuando verdaderamente pasan a la acci¨®n¡±, alertaron los organismos de derechos humanos. El Gobierno del ultraderechista Milei ha puesto en cuesti¨®n las pol¨ªticas de memoria, verdad y justicia desarrolladas en Argentina desde la restauraci¨®n democr¨¢tica y lleva adelante un proceso de reivindicaci¨®n de las fuerzas armadas, un rol en el que se ha destacado la vicepresidenta, Victoria Villarruel. El mes pasado, una comitiva de diputados del partido oficialista, La Libertad Avanza, se entrevist¨® con represores condenados por delitos de lesa humanidad, en la c¨¢rcel de Ezeiza.
Mientras avanza la investigaci¨®n por el crimen de Montoya y se esperan los resultados de los peritajes, a¨²n sin detenidos ni sospechosos, autoridades pol¨ªticas y judiciales de C¨®rdoba dejaron trascender que no descartan ninguna hip¨®tesis. Fernando Albareda teme que el caso tenga vinculaci¨®n con la polic¨ªa provincial y tambi¨¦n presume que puede estar relacionado con la indemnizaci¨®n que estaba por cobrar su madre, un resarcimiento estatal por la desaparici¨®n de su padre durante la dictadura. En mayo pasado, despu¨¦s de un largo tr¨¢mite administrativo, la gobernaci¨®n de C¨®rdoba hab¨ªa aprobado la ¡°reparaci¨®n hist¨®rica del legajo laboral¡± de Ricardo Albareda y hab¨ªa dispuesto su ¡°ascenso por m¨¦rito extraordinario por p¨¦rdida de la vida en acto de servicio, al grado inmediato superior¡±. As¨ª, en forma p¨®stuma, alcanzaba el grado de comisario.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.