Adolfo Aristarain: ¡°Lo m¨ªo siempre fue divertirme haciendo cine¡±
El director argentino recibe este jueves en Buenos Aires la Medalla de Oro de la Academia de Cine espa?ola. Como puente cultural entre Argentina y Espa?a, asegura a los 80 a?os que no se considera retirado
Adolfo Aristarain (Buenos Aires, 80 a?os) pide un caf¨¦ negro que dejar¨¢ enfriar sobre la mesa. Se le nota animado, pero aclara enseguida que reci¨¦n se considera recuperado de una operaci¨®n a coraz¨®n abierto a la que se someti¨® en 2019. Mira a los ojos cuando habla y est¨¢ claro que disfruta de sus recuerdos como cineasta. Este jueves recibir¨¢ la Medalla de Oro de la Academia de Cine espa?ola ¡°por ser uno de los nombres fundamentales de la historia del cine en espa?ol¡±. El acto de entrega ser¨¢ en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba). Aristarain ha vivido durante a?os a salto entre las dos orillas. Carga sobre sus hombros 11 pel¨ªculas como director y otras seis como asistente. En la lista hay cl¨¢sicos como Tiempo de revancha (1981), filmada en plena dictadura militar argentina, Un lugar en el mundo (1992) y Mart¨ªn (Hache) (1997). Ahora hace 20 a?os que no filma, pero no se siente retirado.
Pregunta. ?C¨®mo recibe el premio de la Academia de Cine?
Respuesta. Como una gran alegr¨ªa y una gran sorpresa, porque hace unos cuantos a?os que no voy por Espa?a. Mi ¨²ltima pel¨ªcula fue Roma en 2004 y ya no volv¨ª. Al no estar no ves a los amigos, se rompen los v¨ªnculos, por eso fue una linda sorpresa. Est¨¢ muy bien que se acuerden de uno.
P. ?Y por qu¨¦ se acuerdan de usted?
R. Quiero creer que es por haber tratado muy bien a la gente y por haber sido amigo de los amigos. Lo m¨ªo siempre fue divertirme haciendo cine, nunca entend¨ª a los directores que se angustian y se ponen mala leche y putean y rompen cosas. Si yo hiciera eso me voy, no hago m¨¢s cine. Yo me divierto como loco.
P. ?Por qu¨¦ hace 20 a?os que no filma?
R. Nunca tuve el mono de filmar, siempre film¨¦ cuando encontraba una historia. Si encontraba una historia que estaba bien escrib¨ªa todo el proceso, la sinopsis y el esquema y ve¨ªa luego si la cosa funcionaba. Y a la par de guion, convencido de que la cosa funcionaba, buscaba el dinero.
P. Y ah¨ª la cosa se complicaba¡
R. Siempre fue muy peleado. Yo comenc¨¦ a ser coproductor con Un lugar en el mundo, y el problema siempre fue que depend¨ªamos mucho del subsidio que ten¨ªamos ac¨¢ en Argentina y en Espa?a. El coproductor espa?ol siempre lloraba que no llegaba, con lo cual yo ten¨ªa que ponerla. Siempre peleaba buenos sueldos porque sab¨ªa que la mitad se iba hacia si el p¨²blico respond¨ªa o no respond¨ªa. As¨ª fue en las ¨²ltimas cinco, salvo La ley de la frontera, que la cobr¨¦.
P. ?Y durante los ¨²ltimos 20 a?os no logr¨® financiamiento?
R. Me ofrecieron varias cosas. Una fue una pel¨ªcula sobre el Papa que me negu¨¦ porque no se pod¨ªa hacer libremente. Hab¨ªa que hacerla de acuerdo con el libro que escribi¨® una periodista y dije que no. Imagino que ah¨ª perd¨ª bastante dinero. Me ofrecieron hacer una de Machado y otra con la historia de un cura argentino que dej¨® los h¨¢bitos y se cas¨®. Habl¨¦ con la mujer y las hijas, pero otra vez las imposiciones. Las hijas me ped¨ªan que no haya besos, una cosa de locos. Tuvieron cuatro hijos y no se besaron.
P. ?No filma entonces, entonces, por las circunstancias?
R. A partir de 2010 par¨¦ y m¨¢s tarde desarroll¨¦ la idea de hacer una historia de [Astor] Piazzolla. Pero en 2019 me operaron del coraz¨®n y reci¨¦n hace un mes termin¨¦ la recuperaci¨®n. Me operaron durante 11 horas; yo ped¨ª los videos porque quer¨ªa saber qu¨¦ hab¨ªa pasado durante todo ese tiempo, pero no me los quisieron mostrar. Cuando ten¨ªa que arrancar con la recuperaci¨®n empez¨® la pandemia. Todo esto me demor¨® bastante. Ya hab¨ªa pedido los derechos del libro que escribi¨® la hija de Piazzolla, Diana. Negoci¨¦ con los hijos de Diana, que son un encanto. Fui sondeando donde conseguir el dinero; lo que no calcul¨¦ era que la pel¨ªcula era demasiado cara.
P. Es que Piazzolla era un viajero.
R. Exacto, esa fue la desgracia. Cuando empiezo a hacer el plan de trabajo ten¨ªa que mostrar algo de los treinta en Nueva York, despu¨¦s ten¨ªa Buenos Aires, Montevideo, Punta del Este, Roma, Espa?a, Francia. Ten¨ªa 16 semanas de trabajo y 8 de viaje, era imposible.
P. ?Y c¨®mo canaliza su creatividad si no filma?
R. Escucho m¨²sica y leo, nada m¨¢s. Llega un punto en que uno se acostumbra a que las cosas funcionen o no funcionen y no te hac¨¦s demasiada mala sangre.
P. ?C¨®mo nace su relaci¨®n con Espa?a?
R. Era ayudante de direcci¨®n y en el ¡®67 vino Mario Camus para filmar una pel¨ªcula de Rafael. Nos hicimos muy amigos. Yo ten¨ªa ganas de irme y no sab¨ªa ad¨®nde. La alternativa era Estados Unidos, Italia o Espa?a. En Estados Unidos los sindicatos son cerrad¨ªsimos; en Italia no hay sindicatos ni nada, pero ten¨¦s que ser amante, primo o cu?ado de alguien para que te den bola; en Espa?a result¨® que el sindicato ten¨ªa un acuerdo con el argentino, con lo cual te reconoc¨ªan el cargo. Adem¨¢s segu¨ªa el coletazo final de las pel¨ªculas yanquis e italianas en Almer¨ªa y yo hablaba muy bien ingl¨¦s.
P. Estamos hablando de los spaguetti western¡
R. S¨ª, yo hice los ¨²ltimos, como Erase una vez en el oeste. Estuve siete a?os viviendo en Espa?a y dos los pas¨¦ en Almer¨ªa, era ya como mi casa. Lo bueno del sistema era que el director llegaba a Espa?a y la producci¨®n espa?ola le dec¨ªa ¡®este es tu equipo¡¯. As¨ª empec¨¦ con Giorgio Stegani y descubr¨ª que el hambre te hace hablar idiomas. Tengo ascendencia italiana por parte de mi vieja y cuando me pregunt¨® si hablaba italiano le dije que s¨ª. Y empec¨¦ a hablar italiano por primera vez en mi vida, ni yo lo pod¨ªa creer. Siendo ayudante de direcci¨®n ten¨ªas que hablar varios idiomas porque hab¨ªa equipos que eran parte en ingl¨¦s y parte en italiano. Lo pas¨¦ muy bien y no par¨¦ de trabajar.
P. ?Cu¨¢ndo decide regresar a Argentina?
R. En 1974, despu¨¦s de hacer con Mario Los camioneros.
P. Y mantuvo el v¨ªnculo con Espa?a ¡
R. Trabajando en Espa?a hice mucha gente amiga, pero me vine porque sent¨ª que ser¨ªa muy dif¨ªcil hacer una pel¨ªcula de bajo presupuesto. Toda la gente que yo conoc¨ªa estaba en presupuestos enormes y yo quer¨ªa hacer algo chiquito que mostrase que ac¨¢ hab¨ªa un tipo que pod¨ªa filmar. No ten¨ªa grandes pretensiones. Hice cinco o seis pel¨ªculas como ayudante y en el ¡®77 escrib¨ª La parte del le¨®n. Se hab¨ªa suspendido una pel¨ªcula en la que trabajaba y los abogados que nos alquilaban las oficinas leyeron el guion y me preguntaron ¡®?cu¨¢nto cuesta esto?¡¯. Si una pel¨ªcula sal¨ªa 280.000 d¨®lares, La parte del le¨®n costaba 80.000. Era tan barata que, aunque no la fuese a ver nadie, no se perd¨ªa demasiado.
P. ?C¨®mo para sortear la censura de la dictadura militar con Tiempo de revancha?
R. Tengo el m¨¦rito de que el guion no ten¨ªa nada que pudieras se?alar y no ten¨ªas donde cortar. Si no te gustaba, la ten¨ªas que prohibir. Eso es lo que vio [H¨¦ctor] Olivera, el productor. H¨¢bilmente, hicimos unas pocas privadas y se empez¨® a correr la bola de que hab¨ªa una pel¨ªcula que estaba muy bien. Ac¨¢ se estrenaba los jueves y Olivera no la mand¨® a censura hasta el lunes de esa misma semana. Desde el fin de semana estaban todos los afiches en la calle y si quer¨ªan prohibirla iba a ser un despelote en el que no quer¨ªan entrar, porque la jugaban de democr¨¢ticos. El lunes a las siete de la tarde llaman de censura y estaban como locos felicitando a Olivera. Nunca entendieron la pel¨ªcula.
P. Pero luego s¨ª hubo problemas¡
R. S¨ª, el s¨¢bado despu¨¦s del estreno hubo amenazas de bomba en el cine, hubo tipos que escribieron editoriales, como el mismo [Miguel Paulino] Tato, el hombre de la censura, en la revista Esqui¨². Supimos que los milicos hab¨ªan tirado la bronca, dec¨ªan ¡®quien fue el idiota que apoy¨® esta pel¨ªcula¡¯. Hubo tipos que la supieron leer.
P. ?Qu¨¦ repercusi¨®n tuvo fuera de Argentina?
R. En ese momento las pel¨ªculas argentinas no sal¨ªan a festivales, las rechazaban porque dec¨ªan que eran del r¨¦gimen militar. Olivera ten¨ªa contactos con la embajada y la sacaba en valijas diplom¨¢ticas. Empez¨® a ir a todos los festivales que uno se pudiera imaginar y gan¨¢bamos todo: Cartagena, Montreal, Cuba. La pel¨ªcula fue haci¨¦ndose m¨¢s fuerte y encima fue un ¨¦xito de p¨²blico. Los militares ya no pod¨ªan hacer nada, m¨¢s que amenazarnos por tel¨¦fono a m¨ª y a Olivera, pero nada serio.
P. ?C¨®mo se sigue luego de un ¨¦xito como ese?
R. Olivera, que era un genio, me dice ¡®mir¨¢, no hay que dormirse en los laureles, as¨ª que vos ten¨¦s que filmar ya¡¯. Empec¨¦ a buscar y encontr¨¦ la novela de [Jos¨¦ Pablo] Feinmann ?ltimos d¨ªas de la v¨ªctima. Feinmann era un encanto y le quitamos a la novela todo lo que ten¨ªa de metaf¨ªsica. Hicimos que el tipo estuviera contratado por los militares. Cuando filmamos la escena en que [Federico] Luppi para con el coche delante de un cartel que dice ¡°Zona militar¡± y despu¨¦s se re¨²ne con unos tipos que hablan en ingl¨¦s ya no hizo falta vestirlos de militares. [Fernando] Ayala, que era el socio de Olivera, sufr¨ªa, dec¨ªa que nos iban a cagar a tiros. La estrenamos y a los cinco d¨ªas invadieron Las Malvinas. Ah¨ª todos se olvidaron de la pel¨ªcula, fue un desastre.
P. Usted tuvo como un equipo estable de actores. Pienso en Luppi, Jos¨¦ Sacrist¨¢n, Cecilia Roth, Ulises Dumont, Mercedes Sampietro o Juan Diego Botto. ?Era consciente esa elecci¨®n?
R. Eso es accidental, no fue intencional. Si hay tipos que trabajan contigo, son buenos actores, entienden todo lo que uno quiere y encima es buena gente los volv¨¦s a llamar.
P. ?No escrib¨ªa entonces los guiones pensando en los actores?
R. No, para nada. Si el actor va, va. Me canso de decir que Luppi no era mi actor fetiche.
P. ?Est¨¢ preocupado por el cine argentino tras los ataques del Gobierno de Javier Milei contra la cultura?
R. No hay que preocuparse por el cine argentino, hay que preocuparse por el pa¨ªs. Alguien tiene que moverse para hacerle un juicio pol¨ªtico a Milei. La cultura no les importa. El INCAA [Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales], funcione bien o mal, es de las pocas cosas que recauda dinero en efectivo. Entonces es la caja chica de los Gobiernos.
P. Las mejores pel¨ªculas han salido en tiempos de represi¨®n cultural. ?Puede haber ahora una reacci¨®n semejante?
R. Lo que pasa es que estos son violentos solo con las manifestaciones en el Congreso, no hay una persecuci¨®n como en la ¨¦poca de los militares. Son h¨¢biles, te mienten en la cara. Es dif¨ªcil pelear con eso, porque a todo te dicen que s¨ª. No hay con quien dialogar, est¨¢n convencidos de que el cine no sirve para nada. No les importa.
P. ?Por qu¨¦ hay un boom de estudiantes de cine en Argentina?
R. Es un fen¨®meno que tiene algunos a?os. El cine es muy atractivo y si uno estudiara cine no te frenar¨¢s porque el Gobierno de turno te deja sin financiaci¨®n o te censura. Yo voy a las escuelas de cine a dar charlas y les digo a los estudiantes que no aflojen, porque esto va a pasar. Hay que leer, ver cine y si hay proyectos hay que desarrollarlos.
P. ?Volver¨ªa a filmar?
R. Si encuentro un proyecto que me guste, por supuesto.
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