Ensayos oto?ales para pensar el presente
Nuevos vol¨²menes firmados por Simone Weil, Manuel Cruz, Marcelo Pakman, Ernesto Castro y Marcelo Pakman ayudan a pensar unos tiempos agravados por la pandemia
En las ¨²ltimas semanas han llegado a las librer¨ªas textos de diversos pensadores con un denominador com¨²n: pensar el presente. Los firman el fil¨®sofo Giacomo Marramao (con pr¨®logo casi tan extenso como el texto de ??igo Errej¨®n); el expresidente del Senado Manuel Cruz; Simone Weil, a quien corresponde un interesante conjunto de escritos centrados en la pol¨ªtica; tambi¨¦n un recopilatorio del iconoclasta Ernesto Castro y una viva reflexi¨®n sobre la pandemia y su contextualizaci¨®n cultural y sociopol¨ªtica, del psiquiatra Marcelo Pakman.
Quiz¨¢s atribuir a Weil, fallecida en 1943, un discurso sobre el presente parezca un anacronismo, pero muchas de sus observaciones describen estos convulsos tiempos actuales. As¨ª, al hablar del mercado laboral manifiesta su sorpresa porque ¡°empresas pr¨®ximas a la quiebra, habiendo despedido ya a muchos obreros, y trabajando a un tercio o un cuarto de su capacidad de producci¨®n, conservan casi intacto su personal administrativo, compuesto por unos cuantos directores generosamente retribuidos¡±, mientras los despedidos van a las listas del paro donde se aboca ¡°al proletariado entero a un estado mental parasitario¡±, ya que genera ¡°un abatimiento profundo¡± y reduce a los trabajadores ¡°y en particular a toda la juventud, a una condici¨®n de par¨¢sitos¡±, mientras que los obreros que siguen trabajando ¡°han terminado por pensar que el trabajo que realizan no es una actividad indispensable para la producci¨®n, sino un favor concedido por la empresa¡±.
M¨¢s que sugerente es el an¨¢lisis de la burocracia, un anticipo de lo que en los a?os setenta John Kenneth Galbraith llamar¨ªa la tecnoestructura. Sugiere Weil que en Estado, empresas, partidos y sindicatos se consolida una burocracia que acaba por tener intereses propios al margen de sus representados. ¡°Quienes dirigen la empresa, salvo algunas excepciones, no son propietarios sino asalariados; se trata de una burocracia¡±. Esta nueva ¡°casta¡±, el t¨¦rmino es de Weil, tiene como objetivo el mantenimiento de los privilegios adquiridos. De modo que la historia de la lucha por liberar a los oprimidos la interpreta Weil como la lucha ¡°por cambiar un sistema de opresi¨®n por otro¡±, puro populismo, porque, escribe pensando en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ¡°es evidente que la opresi¨®n del proletariado no constituye una etapa hacia el socialismo¡±. Con todo, critica el derrotismo y reclama que se rechace el desaliento con la misma fuerza que si la victoria ¡°fuese segura¡±. ¡°No carecemos de esperanza¡± y si hay que perder ¡°asegur¨¦monos de no hacerlo sin haber existido¡±.
Simone Weil se form¨® en la Escuela Normal Superior de Par¨ªs, donde obtuvo, en 1928, el n¨²mero uno en los ex¨¢menes. El dos fue para Simone de Beauvoir y el tres para Maurice Merlau-Ponty. Este quiso conocer a la mujer que hab¨ªa quedado delante de ¨¦l, Beauvoir, pero ignor¨® a Weil, de ascendencia jud¨ªa. Los textos que ahora se publican, de periodos diferentes, permiten contemplar su evoluci¨®n: desde un primer momento batalladoramente ¨¢crata (lleg¨® a combatir a favor de la Rep¨²blica en Espa?a) hasta una conversi¨®n m¨ªstica que la acerc¨® al catolicismo, aunque rechaz¨® bautizarse impresionada por sus dogmas.
¡°Realmente¡± no es un elemento ret¨®rico
Muy diferente es el libro de Manuel Cruz, de profesi¨®n fil¨®sofo. Transe¨²nte de la pol¨ªtica es un texto decididamente pol¨ªtico, vertiente de la que ya se ocup¨® Juan Luis Cebri¨¢n en este mismo suplemento. Pero no deja Cruz de repetir que su reflexi¨®n no puede ser separada de su actividad como fil¨®sofo. Y es esa la parte que se trata aqu¨ª. Para empezar y aunque hable reiteradamente de la descripci¨®n de hechos pol¨ªticos como un relato, Cruz no es un posmoderno que se entregue a relativismos de sal¨®n. En su opini¨®n, las afirmaciones, incluso cuando expresan opiniones, deben poder ser contrastadas y remitir a hechos, de forma que quepa verificarlas (o falsarlas). Hay que poder comprobar si lo dicho explica lo que realmente ocurri¨®. ¡°Realmente¡± no es un elemento ret¨®rico. Cruz sostiene que hay una realidad que puede ser narrada, pero esa narraci¨®n debe respetar determinadas reglas.
No son ficci¨®n ni sirve el todo vale de Feyerabend que parece inspirar a algunos dirigentes independentistas. Y para demostrarlo procede al an¨¢lisis minucioso del relato que ha intentado imponer el proc¨¦s y luego analiza el relato (con sus cambios cuando ha hecho al caso) de la transici¨®n aireado por Podemos. Fluye a lo largo del texto una filosof¨ªa de la historia basada en la creencia en el libre albedr¨ªo, conectada con la voluntad de esperanza de Weil. Es la acci¨®n de los hombres la que configura lo que ocurre, lo que no significa que esa acci¨®n sea siempre consciente ni que la percepci¨®n del presente sea perfecta. Al mismo tiempo, cuestiona la visi¨®n historicista que se apoya en la idea de un progreso inevitable, hija de una indigesti¨®n de cinco duros de marxismo, o suced¨¢neos.
Las demandas de pertenencia
Cruz resulta demoledor al hablar del populismo. Errej¨®n y Marramao, en cambio, abordan el presente y la perspectiva del populismo en Europa, en un plano m¨¢s te¨®rico, partiendo en buena medida de los textos de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Errej¨®n centra sus cr¨ªticas en un neoliberalismo que cuestiona las libertades individuales que proclama defender, ignorando ¡°las condiciones reales¡± que las amenazan: ¡°la pobreza, la desigualdad extrema y el sometimiento que conlleva, la inseguridad material permanente y la ausencia de tiempo que mantiene a millones de ciudadanos fuera de toda deliberaci¨®n p¨²blica y de cualquier posibilidad de autonom¨ªa¡±.
Marramao, por su parte, hilvana un discurso que lo emparenta con tendencias comunitaristas (Sandel, Taylor). ¡°Por todas partes se extienden las demandas de pertenencia y de protecci¨®n como las dos grandes necesidades de las poblaciones de nuestro tiempo. Pertenencia a algo m¨¢s viejo, m¨¢s duradero y m¨¢s grande que la mera precariedad individual y la existencia incorp¨®rea de las redes sociales; pertenencia para tener ra¨ªces y orgullo y afecto comunitario, imprescindible para construir sociedades con confianza¡±. Por ah¨ª se cuela la noci¨®n de ¡°pueblo¡±: ¡°A esa reuni¨®n de la gente corriente le llamamos Pueblo cuando reclama la ¨²nica legitimidad pol¨ªtica y la fundaci¨®n de un orden institucional a su servicio, puesto que el actual no lo est¨¢ y por eso debe ser transformado¡±. El fil¨®sofo italiano defiende un populismo pluralista en el que, en l¨ªnea con Laclau, ¡°el pueblo es la articulaci¨®n de diferencias por una intervenci¨®n hegem¨®nica que construye una comunidad agrupada en torno a un afecto (y su reverso, un adversario) y un horizonte compartido¡±.
¡°Mercenario del escepticismo¡±
Ernesto Castro, profesor de la Universidad de Zaragoza, se define como ¡°mercenario del escepticismo¡±. El volumen que ahora publica recoge textos de procedencia diversa dedicados a aspectos de la vida cultural y pol¨ªtica presente, partiendo de que ¡°pensar es siempre pensar contra alguien¡±, aunque salve a Gustavo Bueno y a Antoni Dom¨¨nech. En uno de los ¨²ltimos cap¨ªtulos del libro, repasa la visi¨®n pol¨ªtica de Laclau para se?alar que el populismo ¡°contin¨²a siendo un proceso para la aglutinaci¨®n de mayor¨ªas sociales, que sintetiza aspiraciones insatisfechas y las proyecta sobre una formaci¨®n pol¨ªtica emergente, encabezada por un l¨ªder carism¨¢tico, quien promete defender el inter¨¦s general contra los enemigos de la mayor¨ªa¡±. Lo cual no tiene por qu¨¦ acabar sucediendo. A Castro no le gusta lo que hay, pero tampoco cree que merezca la pena intentar cambiar las cosas: ¡°Hace tres a?os que no creo en la revoluci¨®n y mucho menos en los revolucionarios¡±.
El volumen presenta una variedad de asuntos no siempre relacionados entre s¨ª. Algunas reflexiones parecen provenir de su etapa de indignado, otras de su inter¨¦s por autores cercanos al fen¨®meno de feria. Por ejemplo, el antiespecista Jeff McMahan, que propone el exterminio de las especies carn¨ªvoras. No menos llamativo es el texto en el que se habla de Valerie Solanas, a quien define como ¡°Nietzsche sin bigote¡±, aunque Castro prefiere centrarse en el tratamiento que da al Manifiesto SCUM, la revista Herstory pese a considerarlo de ¡°verg¨¹enza ajena¡±. Castro demuestra una erudici¨®n no re?ida con la capacidad anal¨ªtica. Por eso extra?a que cite Psicolog¨ªa de masas del fascismo cambiando la primera palabra por Psicopatolog¨ªa, perteneciente a un t¨ªtulo freudiano en el que, entre otros asuntos, se analizan estos lapsus.
El virus y las carencias del neoliberalismo
A flor de piel, de Marcelo Pakman es un peque?o volumen en el que se reflexiona sobre los aspectos socioculturales y pol¨ªticos de la pandemia, pero que en muchos puntos supera ampliamente este asunto, bordeando las visiones que de ello ofrece el arte y la antropolog¨ªa, adem¨¢s del pensamiento filos¨®fico. Sugiere Pakman que la pandemia ofrece un marco para comprendernos, s¨®los y relacionalmente. ¡°Se habla del virus¡±, escribe, ¡°cuando se est¨¢ hablando de c¨®mo nos gustar¨ªa ser a nosotros; su invisibilidad, de hecho, se confunde con una ilusi¨®n de invisibilidad nuestra ante el mismo, adem¨¢s de la invisibilidad de los dioses con quienes nunca dejamos de gustar emparentarnos¡±.
Y es que el virus da la oportunidad de recurrir a la capacidad explicativa de los viejos mitos que dan cuenta de lo inexplicable, aunque la narraci¨®n de los hechos acabe ti?¨¦ndose de racionalidad. Aqu¨ª enlazar¨ªa Pakman con la idea del relato que maneja Manuel Cruz, pero tambi¨¦n con la actitud sorprendida ante la crisis de la noci¨®n de progreso, porque los progresos logrados en un pasado reciente y que comportaron notables mejoras, se muestran ahora acompa?ados de ¡°desigualdades crecientes en el acceso a los mismos, en paralelo con el crecimiento econ¨®mico ligado a las finanzas y a la circulaci¨®n de productos en mercados globalizados¡±. Porque, el dato lo da Pakman, ¡°los pa¨ªses m¨¢s ricos lo son 256 veces m¨¢s que los m¨¢s pobres¡±. Y es que hasta los virus parecen mostrar las carencias del neoliberalismo.
OPRESI?N Y LIBERTAD
Autor: Simone Weil. Traducci¨®n de Luis Gonz¨¢lez Castro.
Editorial: P¨¢gina Ind¨®mita, 2020.
Formato: 192 p¨¢ginas. 19 Euros.
TRANSE?NTE EN LA POL?TICA
Autor: Manuel Cruz.
Editorial: Taurus, 2020.
Formato: 472 p¨¢ginas. 20,90 euros.
SOBRE EL S?NDROME POPULISTA
Autor: Giacomo Marramao. Traducci¨®n de Francisco Amella. Pr¨®logo de ??igo Errej¨®n.
Editorial: Gedisa, 2020.
Formato: 66 p¨¢ginas. 7,99 euros.
?TICA, EST?TICA Y POL?TICA
Autor: Ernesto Castro.
Editorial: Arpa Editores, 2020.
Formato: 312 p¨¢ginas.19,90 euros.
A FLOR DE PIEL. PENSAR LA PANDEMIA
Autor: Marcelo Pakman.
Editorial: Gedisa, 2020.
Formato: 96 p¨¢ginas. 11,90 euros.
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