Fanfarrias para la gente com¨²n

1. Presidenciales

Aguant¨¦ la noche electoral del Imperio hasta que escuch¨¦ a Trump lanzando al ventilador sus acostumbradas deposiciones dial¨¦cticas, solicitando la paralizaci¨®n del conteo, avivando el fuego, encendido por ¨¦l mismo, de la sospecha de pucherazo si los resultados no le conven¨ªan, proclamando sin ambages su ¡°clara¡± victoria cuando todav¨ªa faltaba contabilizar los votos de Estados decisivos, pidiendo a los suyos que se lanzaran a la calle para celebrar lo que no hab¨ªa. Roma ¡ªnuestra Roma imperial¡ª nunca ha estado tan dividida. Al contrario de lo que marca la tradici¨®n y la pr¨¢ctica de una de las democracias m¨¢s consolidadas del mundo, para muchos estadounidenses de hoy el futuro pinta muy mal si los que ganan no son de los ¡°suyos¡±. El incremento del 95% en la venta de armas de fuego durante 2020 en un pa¨ªs partido por la mitad, y donde parecen haberse dinamitado las pr¨¢cticas y costumbres que anta?o equilibraban posiciones y engrasaban rigideces, es no solo un peligro, sino un s¨ªntoma de lo que puede llegar en plena pandemia. Como ocurre en periodos de aguda confrontaci¨®n social, vuelve a tener sentido el diagn¨®stico que hac¨ªa Eric Hoffer en un libro de 1951 que ya pocos leen (El verdadero creyente, Tecnos, 2009) acerca de que los movimientos de masas en momentos de crisis ¡°son iniciados por hombres de palabras, materializados por fan¨¢ticos y consolidados por hombres de acci¨®n¡±. Solo que ahora los ¡°hombres de palabra¡± han sido sustituidos m¨¢s eficazmente por los medios de comunicaci¨®n de masas: ah¨ª tienen a la Fox, por ejemplo, que desde su fundaci¨®n por el manipulador ideol¨®gico y depredador sexual Roger Ailes ha llegado a ser la m¨¢s poderosa e influyente m¨¢quina de propaganda de la derecha m¨¢s conservadora; si les interesa el personaje, no se pierdan la serie La voz m¨¢s alta (Movistar), en el que Ailes es interpretado por un Russell Crowe que est¨¢ que se sale. Escuchando la facundia totalitaria del emperador en funciones (que no tiene pinta de, si pierde, adoptar el papel de ¡°pato cojo¡± en los meses de la transici¨®n) me vino a la cabeza el t¨ªtulo de la estupenda composici¨®n de Aaron Copland Fanfarria para el hombre corriente (1942), que escuch¨¦ por primera vez no en la versi¨®n original, sino en la adaptaci¨®n m¨¢s breve y rockera de Emerson, Lake & Palmer, un grupo que escuchaba con deleite en mis alborotados a?os setenta. El diccionario define en primer lugar ¡°fanfarria¡± como ¡°conjunto musical ruidoso, principalmente a base de instrumentos de metal¡±, lo que cuadra perfectamente a la composici¨®n de Copland, pero tambi¨¦n registra la acepci¨®n de baladronada o jactancia, lo que casa perfectamente con el estilo de Trump y su sesgada intenci¨®n de representar los deseos y necesidades de la ¡°gente corriente¡± frente a las odiadas ¡°¨¦lites liberales¡±.

2. Aniversarios

Sigue la moda de celebrar los aniversarios editoriales con colecciones que aprovechan los t¨ªtulos m¨¢s significativos de sus fondos. De entre las ¨²ltimas en incorporarse al ya fatigoso carro de los aniversarios est¨¢n Turner y Paid¨®s. La primera, que celebra ahora su medio siglo de existencia (la fund¨® el fallecido Manuel Arroyo), ir¨¢ publicando, reimpresos o retapados, t¨ªtulos emblem¨¢ticos de su cat¨¢logo, como la estupenda La vida de Andr¨¦ Breton, de Mark Polizzotti, o La muerte de los h¨¦roes, de Carlos Garc¨ªa Gual. Paid¨®s, hoy un sello de Planeta, fue fundada en Buenos Aires en 1945 como editorial especializada en psicolog¨ªa y pedagog¨ªa. Ahora celebra su 75? aniversario con una colecci¨®n de agradable dise?o en la que tambi¨¦n publican algunos de sus t¨ªtulos fundamentales, como el ya cl¨¢sico El arte de amar (1956) de Erich Fromm, un librito muy representativo de la deriva hacia el ¡°humanismo socialista¡± de algunos pensadores cercanos a la escuela de Fr¨¢ncfort exiliados en Estados Unidos, y que en los sesenta y setenta era casi de obligada lectura entre los j¨®venes universitarios espa?oles. En la serie conmemorativa, al parecer cerrada, tambi¨¦n se han publicado, entre otros, Invitaci¨®n a la filosof¨ªa, de Andr¨¦ Comte-Sponville, y De lo espiritual en el arte, de Vasili Kandinsky.

3. Bebercio

A juzgar por La huella de los d¨ªas, de Leslie Jamison (Anagrama), cuyo t¨ªtulo en castellano juega con el de la muy notable pel¨ªcula D¨ªas sin huella, de Billy Wilder (1945) ¡ªquiz¨¢s la mejor que se haya hecho sobre el alcoholismo¡ª, su autora ha pasado, a partir de su adolescencia, por todas las etapas del alcoholismo, incluyendo sus exaltaciones, infiernos autodestructivos y dram¨¢ticos intentos de rehabilitaci¨®n. Se trata tambi¨¦n de un libro ¡ªmitad confesi¨®n autobiogr¨¢fica, mitad ensayo¡ª en el que se refleja la atracci¨®n que sobre los j¨®venes artistas y escritores siempre ha ejercido el mito del binomio creatividad-ebriedad, a partir de la experiencia de c¨¦lebres dips¨®manos (todos de la angloesfera), desde Amy Winehouse o Jean Rhys, hasta Raymond Carver o David Foster Wallace, cuyo enciclop¨¦dico tocho narrativo La broma infinita (1996), en realidad una s¨¢tira menipea en la que entra todo, fue le¨ªdo por la autora durante una cura de recuperaci¨®n: ya ven que hay gente para todo. El mismo asunto del bebercio, pero desde actitud y planteamiento opuestos, lo trata Lawrence Osborne, antiguo cr¨ªtico de vinos de Vogue y contumaz viajero interesado por las diferentes culturas et¨ªlicas, en su Beber o no beber, una odisea et¨ªlica (Gatopardo). Por ¨²ltimo, Vino y sociedad, de Benno Herzog (Instituci¨®n Alfons el Magn¨¤nim), es un breve ensayo sobre las relaciones sociales que, desde sus or¨ªgenes, est¨¢n en la base del consumo de vino. Lo malo es que, gracias a la lectura espor¨¢dica de estos tres libros, se ha incrementado considerablemente mi ingesta de alcohol en esta segunda fase de la pandemia.