Las mejores series de 2020
Los especialistas en televisi¨®n de EL PA?S repasan las producciones televisivas m¨¢s destacadas del a?o
Veneno
Atresplayer
Dolor y gloria tiene un final alternativo, que no es ese ¨²ltimo plano de un Almod¨®var rodando por fin su pel¨ªcula autobiogr¨¢fica, sino la ceremonia de los Goya del pasado enero, en la que esa misma pel¨ªcula autobiogr¨¢fica arras¨® con los principales premios, lo que le otorg¨® una p¨¢tina heroica al sufrimiento del cineasta y protagonista. El mundo real complet¨® entonces la historia en pantalla. La ficci¨®n se col¨® en la realidad y al rev¨¦s. Veneno ha tenido un recorrido parecido: la historia que cuenta la ficci¨®n de Javier Ambrossi y Javier Calvo, la vida de la vedette trans Cristina Ortiz, ya no termina con su muerte, en el ¨²ltimo cap¨ªtulo. La excelente serie que la mitifica ha tenido un ¨¦xito tan apabullante ¡ªno solo en Espa?a, sino en Estados Unidos, donde acaba de estrenarse¡ª que es imposible obviar la segunda vida que le ha dado a Ortiz como icono popular, ya no solo trans, que tambi¨¦n: un s¨ªmbolo que examina y redime lo peor de la Espa?a de noventa, ilumina la lucha trans de a?os pasados y muestra el camino para una generaci¨®n futura. Este ep¨ªlogo es indivisible de la historia contada en la pantalla. Una serie que invente una forma tan fresca de imaginar y rodar Espa?a igual merec¨ªa estar en esta lista por m¨¦ritos televisivos. Una serie LGTBIQ con tanto alcance, quiz¨¢ tambi¨¦n por m¨¦ritos sociales. Una serie que, con esos dos elementos, ha provocado este final, sin duda. Por Tom C. Avenda?o
Antidisturbios
Movistar +
La c¨¢mara de Rodrigo Sorogoyen se convierte en uno m¨¢s de los polic¨ªas antidisturbios que tienen que ejecutar un desahucio en dif¨ªciles condiciones. C¨¢mara al hombro, acompa?a a esta ficticia Unidad de Intervenci¨®n Policial en una corrala del centro de Madrid donde decenas de personas tratan de parar el desahucio. La cosa no sale bien, al menos en la trama. La serie de Movistar + escrita por el propio Sorogoyen e Isabel Pe?a, en cambio, es una de las mejores producciones del a?o. Tomando como punto de partida la actividad de seis antidisturbios y la investigaci¨®n de asuntos internos a partir de ese desahucio, la historia desentra?a una trama de corrupci¨®n con diferentes ramificaciones que trata de desenmara?ar una polic¨ªa menuda, obstinada y que no soporta que le hagan trampas ni al Trivial. Por Natalia Marcos
How to with John Wilson
HBO
Si hubiera que describir How to with John Wilson a un amigo, quiz¨¢s lo mejor que se podr¨ªa hacer ser¨ªa decir: ¡°M¨ªrala y ya me cuentas¡±. Esta serie documental es uno de los experimentos m¨¢s divertidos y creativos que ha parido la televisi¨®n este a?o, pero no se parece a nada que hayas visto antes. Es una lecci¨®n de vida en la que un hombre utiliza Nueva York como paleta para hablar de los andamios, la memoria o los prepucios. Todo ello ba?ado con una capa de nostalgia y ternura inesperada en una producci¨®n con la que re¨ªrse a carcajadas. Una locura de HBO que resulta tener m¨¢s personalidad visual que la mayor¨ªa de las series en emisi¨®n. La imagen es su guion y cada captura te har¨¢ preguntarte c¨®mo ha logrado encajar todo para que funcione. Por lo tanto, ?c¨®mo describir¨ªa How to¡ a un amigo? Muy f¨¢cil: John Wilson es el mejor narrador de nuestra vida y hasta la cosa m¨¢s insignificante tiene un enorme significado. Por Eneko Ruiz Jim¨¦nez
Lo que hacemos en las sombras
HBO
Los vampiros viven entre nosotros desde hace siglos. Y en lugares con tan poco glamur como Staten Island, a tiro de piedra de Nueva York, pero no es lo mismo¡ Lejos de la elegancia y tristeza de los chupasangres de Entrevista con el vampiro o de la gravedad del maestro Dr¨¢cula, los vampiros protagonistas de esta serie, incluido Colin, un humano que se alimenta no de sangre sino de chupar la energ¨ªa de los que le rodean a base de ser un pesado, representa a golpe de buena comedia a la humanidad. Son tan lamentables y pat¨¦ticos como cualquiera de nosotros. Y en que como espectadores lo reconozcamos est¨¢ la gracia de esta ficci¨®n (original de FX, en Espa?a disponible en HBO) creada por los neozelandeses Taika Waititi y Jemaine Clement a partir de su pel¨ªcula de mismo t¨ªtulo. La segunda temporada ha mostrado una madurez excelente con una mezcla de humor negro sencillo, situaciones absurdas (muy en la l¨ªnea de The Office), slapstick y tintes g¨®ticos. Por ?lvaro P. Ruiz de Elvira
Patria
HBO
Dice el guionista Aitor Gabilondo que Matria ser¨ªa un buen t¨ªtulo alternativo para Patria, la novela fen¨®meno y ahora serie de HBO sobre dos familias enfrentadas en Euskadi por el terrorismo de ETA y sus consecuencias. Es m¨¢s, cuenta Fernando Aramburu que ese es el nombre al que tradujeron su obra en algunos pa¨ªses escandinavos. Porque, m¨¢s all¨¢ de las virtudes sobradamente analizadas de este relato para retratar una ¨¦poca cruenta en Espa?a, Patria est¨¢ definida por dos mujeres, Miren y Bittori, que retratan en sus personajes los claroscuros de una sociedad matriarcal. Todo en Ane Gabarain y Elena Irureta (famosas para quienes vieran series en euskera; desconocidas para el resto) es real, desde su manera de hablar y expresiones a sus abrigos, del modo de agarrarse al pasar por la calle a ese afecto glacial tan vasco como el bacalao al pil pil. Todo es tan real que duele. ¡°Un w¨¦stern de se?oras¡±, dijo Gabilondo una vez que era Patria. Es mucho m¨¢s, s¨ª, pero eso lo capta como nadie. Por Eneko Ruiz Jim¨¦nez
Normal People
Starzplay
Marianne no le cae bien a nadie en el instituto. Es guapa, es lista y hace lo que le viene en gana, pero algo la predispone a dejarse pisar por el resto o, cuando menos, a vivir apartada de todo lo que pasa. A Marianne le gusta Connell, y a Connell le gusta Marianne, se atraen inevitablemente, pero ¨¦l tiene miedo de perder su estatus, el del tipo que, sin dejar de ser un buen estudiante, cae bien a los populares, en parte porque estos se aprovechan de ¨¦l, pero a eso a ¨¦l no le importa porque lo que ¨¦l quiere es formar parte de algo, no sentirse un bicho raro. Por eso cuando empieza a acostarse con Marianne finge que nada de eso est¨¢ pasando, y ella lo acepta porque as¨ª es como funcionan las cosas para ella. Marianne tiene una p¨¦sima relaci¨®n con su hermano, una relaci¨®n de sumisi¨®n enfermiza, una suerte de sadismo psicol¨®gico que alimenta su aislamiento. Pero las cosas cambian cuando la pareja, que se atrae dolorosamente ¨Della querr¨ªa que ¨¦l la quisiera por encima de todo, ¨¦l no puede dejar que eso ocurra porque no quiere dejar de ser quien es en el instituto¨D, llega a la universidad y empieza a alejarse, aunque nunca lo suficiente, porque lo que sienten no les permite pensar en otra cosa. Era dif¨ªcil, era complicad¨ªsimo, trasladar a la peque?a pantalla la poderosa intimidad que transmite la prosa de Sally Rooney, pero el resultado ¨Dque ha contado con la propia autora, y nada menos que con una core¨®grafa de escenas de sexo, en las que el alto voltaje lo marca la vulnerabilidad¨D es brillant¨ªsimo, un hito del desencaje posmilenial (y de la joven Starzplay). Por Laura Fern¨¢ndez
Podr¨ªa destruirte
HBO
A Arabella Essiedu la violan dos veces, tal vez m¨¢s. No est¨¢ claro c¨®mo pudo pasar, al menos al principio. Esta joven escritora surgida de Twitter amanece un d¨ªa con im¨¢genes borrosas de la noche anterior, en la que en lugar de encerrarse a acabar el libro que le debe a sus editores se fue de fiesta: ve la cara de un hombre, en escorzo, que jadea entre caderazos. Le cuesta aceptarlo, pero no es imagen, sino recuerdo. Alguien la drog¨® y viol¨® esa noche. Si esta historia la escribiera cualquiera, ser¨ªa el drama que se lee sobre el papel. Pero la firma (y produce y protagoniza y codirige) Michaela Coen, ghanesa criada en Londres, alguien de talentos ¨²nicos y polifac¨¦ticos, sobre todo para mezclar g¨¦neros y tonos. Al actuar no huye de su capacidad para la comedia f¨ªsica, lo que solo agrava el drama: su Arabella es un cervatillo disparado, una luz ensombrecida, un clown triste. Tras la violaci¨®n, el mundo es otro. Es un lugar dividido en agresores y protectores (y en el caso de un amigo gay, ambos seg¨²n el d¨ªa). El placer es una actividad de riesgo. El trauma, equipaje emocional y catalizador vital a la vez. Es el mundo del Me Too, y Coen, que sufri¨® una agresi¨®n sexual similar en la vida real, lo retrata a brochazos e incisiones, con sangre y agua oxigenada, es decir, a la perfecci¨®n. Por Tom C. Avenda?o
The Crown
Netflix
La serie creada y escrita por Peter Morgan en Netflix se mantiene en la excelencia con una cuarta temporada que se adentra en los a?os ochenta de Gran Breta?a a trav¨¦s de su familia real. En esta ocasi¨®n, la reina Isabel II de Olivia Colman ha tenido que compartir el foco con la Lady Di de Emma Corrin y la Margaret Thatcher de Gillian Anderson, en una interpretaci¨®n tan cercana a la realidad que hasta provoca extra?eza. El tr¨ªo de mujeres est¨¢ en el centro de una de las mejores temporadas de la serie junto a un pr¨ªncipe Carlos a cargo de Josh O¡¯Connor que ha levantado ampollas en Buckingham y alrededores. Su lujosa producci¨®n y cuidados guiones, que construyen una maravillosa ficci¨®n a partir de hechos reales, permiten brillar a un elenco de primer nivel que deja sus papeles en lo m¨¢s alto: la pr¨®xima temporada se renovar¨¢ el reparto para reflejar el paso del tiempo, como ya se hizo en la tercera entrega. El list¨®n est¨¢ en lo m¨¢s alto. Por Natalia Marcos
The Mandalorian
Disney +
Que Disney est¨¢ exprimiendo el universo de Star Wars quiz¨¢ m¨¢s all¨¢ de sus posibilidades (y paciencia del p¨²blico) es una obviedad. Que en el cine ha pinchado en lo que a calidad se refiere, tambi¨¦n. Pero en medio de toda esta maquinaria de hacer d¨®lares, la serie creada por Dave Filoni y Jon Favreau ha logrado el equilibrio perfecto en la fuerza, esa energ¨ªa omnipresente e invisible que estabiliza, entre otras cosas, la relaci¨®n entre el bien y el mal. Es el producto perfecto para la propia compa?¨ªa (y sus movimientos de marketing) y para los m¨¢s fan¨¢ticos de la saga, lleno de sorpresas, referencias y personajes de otras series (de animaci¨®n) de la saga, pero tambi¨¦n funciona para el espectador pagano, que se encuentra con un concepto que en los ¨²ltimos tiempos parece haberse devaluado y que siempre ha sido b¨¢sico en el funcionamiento de la televisi¨®n: episodios semanales entretenidos, simples en su trama (dicho como un halago), sin complicaciones. Eso s¨ª, con medios casi de superproducci¨®n, que tambi¨¦n ayuda. Por ?lvaro P. Ruiz de Elvira
Mrs. America
HBO
Comandada por una especialmente precisa Cate Blanchett en el papel de Phyllis Schlafly, una ambiciosa pol¨ªtica ultraconservadora que prefiri¨® hacerse a un lado consciente de que la batalla en el mundo de hombres de su partido ¨Del republicano¨D estaba perdida, y ser alguien en la lucha contra los derechos de su propio sexo, Mrs. America revive a las figuras clave de las distintas facciones del feminismo estadounidense ¨Dde Gloria Steinem a Betty Friedan¨D y sus fascinantes enfrentamientos ¨Ddebates p¨²blicos con aspecto de rings de boxeo verbal¨D en la carrera por la aprobaci¨®n de la ERA ¨Dla Enmienda de Igualdad de Derechos¨D en los 53 Estados del pa¨ªs. Tan brillante es la encarnaci¨®n de cada una de ellas ¨Dincluida la del personaje que pivota entre ambos mundos y da pie al mejor cap¨ªtulo de la temporada, el octavo, Houston, Sarah Paulson¨D como necesario el retrato del momento, porque lo inconcebible es por qu¨¦ no hab¨ªa existido hasta la fecha una serie como Mrs. America. ?C¨®mo es posible que se hayan levantado todo tipo de ficciones documentales sobre las m¨¢s variadas reivindicaciones y jam¨¢s se hubiese ninguna detenido a contar la historia de la lucha por los derechos de la mujer? Solo por entender de qu¨¦ manera el sistema domestica y explota a todo movimiento que le planta cara ¨Dpol¨ªticos de uno y otro bando utilizaron a las feministas y las antifeministas para ganar votos, y luego las abandonaron a su suerte¨D y, por supuesto, lo complejo de un cambio de paradigma que otorgaba libertad a la mitad de la poblaci¨®n mundial, merece un lugar de honor en esta lista. Por Laura Fern¨¢ndez