Irving Penn, sin permiso para crear
Una exposici¨®n en Nueva York explora los principios est¨¦ticos que sintetizan el estilo del legendario fot¨®grafo
El ¨²nico encuentro entre Irving Penn (1927-2009) y Miles Davis ocurri¨® en 1986, en la Quinta Avenida de Nueva York, donde ten¨ªa su estudio el fot¨®grafo. Hab¨ªa sido contratado para fotografiar la portada de Tutu, el ¨¢lbum que el legendario trompetista dedic¨® al arzobispo sudafricano. Davis lleg¨® acompa?ado de un peluquero. Ignorando por completo a Penn, pas¨® un buen rato acical¨¢ndose antes de posar delante de la c¨¢mara. ¡°?Puede quitarse las gafas?¡±, le pidi¨® el fot¨®grafo. El compositor accedi¨®. ¡°?Puede quitarse el jersey?¡±, y tambi¨¦n lo hizo. ¡°?Le importar¨ªa esta vez quitarse las cadenas y sortijas de oro?¡±, le sugiri¨® mientras se percataba de las incre¨ªbles manos del m¨²sico. Despu¨¦s de una hora, finalizada la sesi¨®n, Davis se levant¨® apresuradamente y le bes¨® en la boca.
La an¨¦cdota subraya el mantra minimalista del artista, su ¡°menos es m¨¢s¡±, as¨ª como su objetivo: aproximarse al lado m¨¢s humano del personaje. La recuerda Jefferson Hack, director creativo, fundador de Dazed Media y comisario, durante una charla organizada por la Pace Gallery de Nueva York, titulada On Radical Modernism, Photographism and Irving Penn. La conversaci¨®n, a trav¨¦s de internet, tiene lugar con motivo de la exposici¨®n Irving Penn: Photographism. Una muestra compuesta por 30 im¨¢genes, acompa?adas por bocetos preparatorios, notas y otro tipo de documentos, que resumen el quehacer de este revolucionario artista, desde 1939 hasta los primeros a?os del siglo XXI. Obras que contribuyen a articular un t¨¦rmino acu?ado por el propio fot¨®grafo, photografism, con el fin de subrayar la simplificaci¨®n y la claridad que definen su estilo, fruto, a su vez, de la asimilaci¨®n y el cruce, sin jerarqu¨ªa, de distintos medios y del arte de todas las eras. Una mirada que acort¨® las distancias entre el mundo editorial, el de la moda y el art¨ªstico como ninguna otra lo hab¨ªa logrado hasta entonces, a trav¨¦s de un lenguaje que redefinir¨ªa el uso de la luz, del espacio, de los fondos, de la forma y del detalle.
Quiz¨¢s, Penn nunca hubiese sido Penn si en su camino no se hubiesen cruzado dos de los hombres que m¨¢s contribuyeron a definir el gusto de la ¨²ltima mitad del siglo XX: los directores art¨ªsticos rusos Alexey Brod¨®vich y Alexander Liberman, quienes le alentaron a desarrollar sus propias ideas como fot¨®grafo en las p¨¢ginas de las revistas Harper¡¯s Bazaar y Vogue. Su primera portada se public¨® en 1943, en esta ¨²ltima publicaci¨®n: un bodeg¨®n a color compuesto por un bolso, un pa?uelo y un cintur¨®n. Disparar¨ªa 150 m¨¢s. En la exposici¨®n figura la primera que realiz¨® en blanco y negro, con ean Patchett como protagonista. Lo hizo en abril de 1950, era la primera vez que la revista se aventuraba a publicar una portada sin color desde 1932.
Penn trabaj¨® durante casi 70 a?os para Vogue y distintas marcas comerciales, dentro y fuera de Am¨¦rica. Sus naturalezas muertas elevaban el estatus de los objetos y otorgaban ¡°una nueva poes¨ªa a la inmovilidad¡±, tal y como lo describ¨ªa la historiadora del arte Rosamond Bernier, al tiempo que sus retratos destilaban la esencia de sus protagonistas. Su obra consegu¨ªan siempre trascender los confines de lo comercial para pasar a formar parte del escenario del arte, de ah¨ª su genio. ¡°Como fot¨®grafo ans¨ªo ser alguien que enlace la obra fotogr¨¢fica con la de los escultores y pintores del pasado¡±, dec¨ªa el artista.
¡°Las revistas siempre han representado para m¨ª el poder de transportar al espectador a otra realidad, a otro lugar¡±, apunta Hack, considerado por muchos la biblia del estilo de la contracultura brit¨¢nica. Se introdujo en la obra del artista americano a trav¨¦s de los ojos de su amigo el fot¨®grafo de moda brit¨¢nico Nick Knight, y desde entonces se define como un fan Penn. ¡°Tiene el poder de suspender el tiempo, de ah¨ª que muchas personas describan su obra como atemporal¡±, destaca. ¡°Es capaz de aunar muchas ideas en una sola imagen. A su mentalidad de fot¨®grafo, a la hora de enmarcar la realidad e interpretarla, se suma su habilidad como director de arte para dar forma a una idea; de ah¨ª emana su fuerza¡±. El artista revolucionar¨ªa el mundo de la moda marcando un claro antes y despu¨¦s. ¡°Sus predecesores fueron grandes figuras como Cecil Beaton y Horst P. Horst. Creadores de im¨¢genes muy elaboradas, determinadas por una narrativa. Penn lo simplific¨® todo, esa capacidad determinar¨ªa su modernismo radical¡±, se?ala Hack.
Grace Coddington, exdirectora creativa de Vogue y figura fundamental a la hora de indagar en la historia de la moda de las ¨²ltimas d¨¦cadas, tuvo la oportunidad de trabajar en varias ocasiones con el c¨¦lebre fot¨®grafo, durante las largas sesiones de un d¨ªa o incluso dos que necesitaba para tomar una imagen. ¡°Todo era lento, no como ahora¡±, recalca. ¡°Penn era libre, eleg¨ªa qu¨¦ quer¨ªa hacer, y c¨®mo, una libertad que en cierta forma no tienen los fot¨®grafos comerciales. Siempre iba en busca de la forma, as¨ª la ropa adquir¨ªa un valor escult¨®rico¡±. Describe sus im¨¢genes como ¡°directas y cl¨¢sicas, al tiempo que incre¨ªblemente modernas. No tienen edad. Bajo su mirada la moda de los 50 parece moderna¡±.
?Es posible hoy ser radical como lo fue Penn, con las presiones que ejercen en la actualidad las marcas? El editor y director de la Gagosian Gallery, Antwaun Sargent, autor de The New Black Vanguard: Photography Between Art and Fashion (Aperture), destaca la importancia de la fotograf¨ªa comercial y la influencia que ejerce sobre nosotros, ya que es la encontramos sin querer, nos guste o no, e irremediablemente da forma a nuestra cultura contempor¨¢nea visual. De ah¨ª que sea muy necesaria la presencia de los grandes maestros como Penn en estos espacios. ¡°Hoy existen muchos fot¨®grafos que se mueven en distintos espacios al tiempo y mi consejo es que operen en todos ellos. Nunca existen lugares donde no sea necesaria un negociaci¨®n de las condiciones en las que se da la creaci¨®n¡±.
De igual forma, Coddington hace referencia al hecho de que, curiosamente, las im¨¢genes que se suelen conservar en la memoria son aquellas que se publican. En contraposici¨®n, alerta del riesgo de trabajar de forma continuada para encargos editoriales o comerciales, uno podr¨ªa acabar irremediablemente voguerizado. Mientras, Hack rememora la famosa serie que Penn realiz¨®, a principios de los 70, con colillas de cigarro: ¡°Ah¨ª tenemos a alguien que despu¨¦s de haber cambiado el escenario de la fotograf¨ªa, y trabajado con lo mejor del mundo editorial y publicitario, de camino a su estudio recoge con cuidado unas colillas de cigarrillo que ve en el suelo. Las lleva cuidadosamente en la mano hasta casa, donde, laboriosamente, ser¨¢n impresas al platino mediante un proceso que lleva d¨ªas. ?Un jodido cigarrillo! Para m¨ª lo incre¨ªble de esta historia es que las ideas est¨¢n ah¨ª, a nuestros pies. Penn hizo de estos desechos una obra personal, en mi opini¨®n la m¨¢s monumental, llena de poes¨ªa que miras y miras, y huele a Nueva York, huele a nicotina. Siempre he cre¨ªdo que no se trata de negociar permisos para crear, sino de seguir tus propias ideas¡±.
Irving Penn. Photographism. Pace Gallery. Nueva York. Hasta el 20 de febrero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.