Un r¨ªo inagotable de belleza simb¨®lica
Los cuentos de Ryunosuke Akutagawa, autor del ¡®Rashomon¡¯ popularizado por Kurosawa, delinean la modernidad de las letras japonesas desde un gusto por el detalle y la an¨¦cdota
Dos son los narradores a los que cabe atribuir el nacimiento de la narrativa moderna en Jap¨®n: Natsume Soseki (1887-1916) y Ryunosuke Akutagawa (1892-1927). Ese cambio se produce porque los autores reciben la influencia de la literatura occidental, que empieza a ser asimilada sin perder la influencia de la tradici¨®n. El resultado de esta asimilaci¨®n lo vemos hoy por medio del s¨®lido puente confirmado por los sucesores de Soseki y Akutagawa: Yasunari Kawabata (el m¨¢s tradicional de los cuatro, premio Nobel de Literatura), Kobo Abe, Yukio Mishima y Junichiro Tanizaki (el m¨¢s occidentalizado).
La obra de Soseki est¨¢ abundantemente representada en la edici¨®n espa?ola, pero no as¨ª la de Akutagawa, de quien se recupera Vida de un idiota y otras confesiones. En el primero predominaba el uso del humor y de la s¨¢tira; en cambio el segundo fue un escritor sombr¨ªo, obsesionado por la locura que cre¨ªa haber heredado de su madre y que acab¨® por llevarlo al suicidio. Akutagawa fue reconocido gracias a su c¨¦lebre relato Rashomon, que, a su vez, dio lugar a la no menos c¨¦lebre pel¨ªcula de Akira Kurosawa.
¡®Las mandarinas¡¯, el primero de los relatos de Vida de un idiota y otras confesiones, muestra a la perfecci¨®n el cambio producido desde el lento, largo y ceremonial tratamiento literario cl¨¢sico de las historias hasta esta construcci¨®n del relato como una an¨¦cdota en forma de pincelada sugerente: una muchacha campesina sube al tren en el que viaja el narrador. Este se fija en su pobre atuendo, sus manos con saba?ones, su desa?li?o y su torpeza, que la ha conducido a un vag¨®n de primera con un billete de tercera, todo ello mientras vemos al tren avanzar a trav¨¦s de un espacio desolador al otro lado de la ventanilla. Todo eso le produce al narrador vac¨ªo, depresi¨®n. Por fin entran ya en el primer t¨²nel de la v¨ªa y, al salir de ¨¦l, en un paso a nivel, ve a un bullicioso grupo de tres chicos saludando al paso del tren. La chica, entonces, asomada de medio cuerpo por la ventanilla, les arroja unas mandarinas que guardaba en su pecho para agradecerles esa despedida y el narrador entiende que, con su hatillo y su billete de tercera apretado en la otra mano, la chica, que se dirige a la ciudad a servir, convierte esas mandarinas en una imagen de gratitud, de vida y alegr¨ªa. El sentido del cuento se funda en la sugerencia que crea Akutagawa en el ¨¢nimo del lector con su prosa admirable. Es decir: el autor cuenta de modo que necesita de la complicidad, la imaginaci¨®n y el aprecio del lector para ¡°completar¡± su texto: esa es su modernidad, ese es el cambio.
De la novela tradicional japonesa (cuyo m¨¢ximo exponente es el Genji Monogatari de la se?ora Murasaki, escrita en el a?o 1000, considerada la primera novela aparecida en el mundo) a estos cuentos estil¨ªsticamente modernos de Akutagawa los separa del relato del pr¨ªncipe Genji la misma distancia que el ritual de vida de la dinast¨ªa Helan del Jap¨®n de principios del siglo XX. El arco es gigantesco. La bell¨ªsima narraci¨®n de la se?ora Murasaki es un largo relato que desarrolla en s¨ª mismo un mundo total expresado de manera lenta y ceremonial, cargado de detalles. Todos los cuentos de este volumen son peque?as joyas simb¨®licas que introducen el mundo interior de los personajes y el gusto por lo m¨ªnimo en el seno de la moderna literatura japonesa. Son los dos anclajes del puente bajo el que fluye un r¨ªo inagotable.
Vida de un idiota y otras confesiones?
Autor: Ryunosuke Akutagawa. Traducci¨®n de Yumika Matsumoto y Jordi Tordera.
Editorial: Alianza, 2021.
Formato: 168 p¨¢ginas. 11,30 euros.
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