El debut de Paulina Flores como novelista no decepciona

Cinco a?os despu¨¦s de Qu¨¦ verg¨¹enza, lograd¨ªsimo libro de relatos que la se?alaba como una de las escritoras m¨¢s consistentes de la nueva narrativa en espa?ol, Paulina Flores (Santiago de Chile, 1988) publica su primera novela, Isla decepci¨®n. Y es f¨¢cil confirmar aquellos rasgos propios de su escritura ya presentes en sus cuentos: personajes siempre a punto de un cambio de vida, es decir, de reordenar la relaci¨®n de jerarqu¨ªa con un mundo que los mantiene descolgados; un talento singular¨ªsimo para narrar desde perspectivas no f¨¢cilmente expresables en palabras, por ejemplo, la de un ni?o o un ¡°extranjero¡±; y algo que s¨®lo podr¨ªa definir como seriedad, porque la literatura de Paulina Flores mantiene un pacto ¨¦tico con sus temas (por ejemplo, el desamparo) de una honestidad poco frecuente. No hace gui?os a modas ni tendencias.

En Isla decepci¨®n coinciden tres personajes en un dif¨ªcil proceso de desenmascaramiento personal. Miguel, de algo m¨¢s de 50 a?os, huy¨® a la ciudad de Punta Arenas, en la inh¨®spita zona austral chilena, para ser due?o de su propia vida, es decir, no tener v¨ªnculos, y ahora desempe?a trabajos subalternos. Su hija Marcela huye a su vez de Santiago de Chile, donde sobrellevaba con una tendencia autodestructiva (y alcoh¨®lica) el fracaso de una relaci¨®n y el sinsentido de su trabajo de oficina. El tercero es Lee, un jovenc¨ªsimo trabajador esclavo en un pesquero de bandera oriental, que salta al mar y es recogido por Miguel. Los tres coinciden en casa de Miguel, ines?perado protector, y los tres son descritos y trabajados con esa capacidad de Flores de sumarles capas sin perder nunca el misterio e, incluso, la capacidad de sorpresa de un personaje, su peque?a libertad.

Isla decepci¨®n no tiene la perfecci¨®n de los mejores relatos de Flores. Por momentos, la escritura se dispersa en historias secundarias tratadas de una forma retrospectiva: digresiones y explicaci¨®n del pasado de los personajes, innecesarias una vez que el relato se ha puesto en marcha. No obstante, en cualquier momento Flores afina sus cualidades y llega a lugares donde, por riesgo y nitidez, pocos escritores llegan. Por ejemplo, en un largo cap¨ªtulo central dedicado al trabajo de Lee en el barco. Pescadores esclavos de diversas procedencias (coreanos, filipinos, balineses, indonesios) procesan los calamares con un mismo ¨¢nimo depredador y ciego. ¡°Ojal¨¢ me hablara alguien¡±, piensa Lee. Y tambi¨¦n: ¡°El miedo es lo ¨²nico que me mantiene con vida¡±. Porque quiz¨¢ la trama de fondo que unifica esta ambiciosa novela (con unas partes tan voluntariamente irreconciliables) sea una especie de fe en el compa?erismo: entre los pescadores del barco, y entre Miguel y Lee y Marcela¡­ Casi un ¡°acompa?amiento¡± sin palabras, bien porque ciertos temas no pueden tocarse de manera directa, bien por un abismo idiom¨¢tico.

As¨ª, los protagonistas de Isla decepci¨®n se comportan a veces como un convidado de piedra y a veces con una tard¨ªa muestra de afecto, quiz¨¢ da?ado. Son estos los matices que muestran la inteligencia literaria de Paulina Flores. Y si en algunos momentos uno percibe su esfuerzo por escribir una novela ¡°correcta¡± seg¨²n ciertas convenciones, su manera de captar la fragilidad de sus personajes (su fluidez y sus contradicciones) es la propia de una gran y personal¨ªsima escritora, nunca convencional.

Isla decepci¨®n?

Autor: Paulina Flores?.

Editorial: Seix Barral, 2021.

Formato: 360 p¨¢ginas. 19,50 euros.

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