Kim Jong-un, la mejor encarnaci¨®n del amor y la muerte
En ¡®El gran sucesor¡¯, la periodista Anna Fifield describe al parodiado dictador como un siniestro y h¨¢bil heredero del r¨¦gimen sanguinario de Corea del Norte
La velada amenaza de Vlad¨ªmir Putin de utilizar el arma nuclear si la OTAN interviniera contra la invasi¨®n de Ucrania no es el ¨²nico hecho que ha puesto de relieve recientemente el peligro at¨®mico. El lanzamiento de varios misiles t¨¢cticos por Corea del Norte en enero pasado sugiere la disposici¨®n del Gobierno de Pyonyang a rea?nudar los ensayos nucleares ante la posibilidad de ¡°una confrontaci¨®n a largo plazo¡± con Estados Unidos. Poco antes del asedio a Kiev hab¨ªa llegado a mis manos una biograf¨ªa de Kim Jong-un, el estrafalario presidente de aquel pa¨ªs. Evit¨¦ su lectura en un principio, pero los hechos posteriores me impulsaron a abordarla ante la eventualidad de que se generalizara la guerra en el este de Europa. No me arrepiento de la decisi¨®n. Anna Fifield, periodista neozelandesa que dirigi¨® las oficinas en Tokio y Pek¨ªn de The Washington Post, desvela la naturaleza terror¨ªfica y los desv¨ªos mentales de un dictador cruel como Kim Jong-un, heredero de una sanguinaria dinast¨ªa. Aporta datos desconocidos u olvidados del personaje y su mundo. Y lo hace con calidad literaria, rigor investigativo y un cierto y comedido sentido del humor.
Los acontecimientos de ahora nos han llevado a olvidar la amenaza que el consejero de seguridad del presidente Trump lanz¨® al hablar de ¡°una guerra preventiva¡± contra Corea del Norte ante el asombro de los aliados americanos del pa¨ªs del sur, sabedores de que un ataque de ese g¨¦nero podr¨ªa acabar con la destrucci¨®n de Se¨²l. Obama hab¨ªa advertido a su sucesor en la Casa Blanca de que el mayor problema vigente era el programa nuclear de Pyonyang y la situaci¨®n desemboc¨® en un cap¨ªtulo de pesadas sanciones econ¨®micas impuestas por Washington. Todo ello termin¨®, para sorpresa de muchos observadores, en una serie de entrevistas personales entre Trump y Kim Jong-un. Un espect¨¢culo para la televisi¨®n mundial que no culmin¨® en acuerdo alguno, pero permiti¨® declaraciones de optimismo por parte de ambos protagonistas.
L¨ªder supremo de la Rep¨²blica Popular de Corea y primer secretario del Partido de los Trabajadores, Kim Jong-un acapara ¡°una ampl¨ªsima variedad de alargados t¨ªtulos y cientos de apelativos que expresan diversos grados de servilismo¡± por parte de sus colaboradores y entusiastas. Gran Sucesor, Invencible y Triunfante General, Guardi¨¢n de la Justicia, Mejor Encarnaci¨®n del Amor, L¨ªder Decisivo y Magn¨¢nimo, Rayo del Sol que Gu¨ªa, Sol de la Revoluci¨®n y del Socialismo, Brillante Sol del Siglo XXI o Sol de la Humanidad son algunos de esos t¨ªtulos honor¨ªficos que, junto con su corte de pelo a lo taz¨®n, han hecho las delicias de los c¨®micos de medio mundo. Pero Fifield describe un personaje que para nada encaja con la figura del Gran Dictador de Chaplin, parodia de Hitler, sino con la verdadera y aut¨¦ntica personalidad del monstruo, que esconde, bajo aspectos hilarantes, la personalidad criminal, inmoral y astuta de alguien dispuesto absolutamente a todo con tal de mantener el poder.
Nieto de Kim Il-sung, el m¨ªtico dictador comunista coreano, que gobern¨® por seis d¨¦cadas con mano de hierro, e hijo menor de Kim Jong-il, este Gran Sucesor de ambos fue educado en Suiza, en un lujoso colegio de pago, donde se codeaba con los v¨¢stagos de la jet-set internacional. Desde muy pronto se entusiasm¨® por el baloncesto, como muchos coreanos a los que sus madres aseguran: ¡°Si juegas al baloncesto crecer¨¢s m¨¢s¡±. Tambi¨¦n es admirador de Jean Claude van Damme, fan¨¢tico seguidor de Eric Clapton, pero su gran amigo americano, aparte los devaneos con Trump, ha sido el baloncestista de los Chicago Bulls Dennis Rodman, con el que ha disfrutado de inolvidables fiestas de vino y rosas.
ES un aut¨¦ntico cacique medieval que gobierna mediante el terror y las d¨¢divas sobre un pueblo subdesarrollado y hambriento
Descubrimos en la obra a un personaje siniestro y muy h¨¢bil; asesino de su t¨ªo y de su hermanastro cuando su inter¨¦s pol¨ªtico lo demand¨®; corrupto y corruptor de cuantos le rodean; un aut¨¦ntico cacique medieval que gobierna mediante el terror y las d¨¢divas sobre un pueblo subdesarrollado y hambriento, en el que se proh¨ªbe a las mujeres te?irse el pelo y a los hombres llevarlo largo. Las s¨¢tiras y cuchufletas que el personaje genera en c¨ªrculos de opini¨®n occidentales no deben hacernos olvidar que el Amado y Respetado L¨ªder no es en absoluto idiota y ha logrado mantener unido en torno a ¨¦l un pa¨ªs en trance de desaparecer; eso s¨ª, a base de humillarlo, corromperlo y amenazarlo. Este r¨¦gimen din¨¢stico embanderado con la hoz y el martillo es una potencia nuclear y una amenaza para la humanidad.
En el ep¨ªlogo, la autora, que reconoce la habilidad de Kim para mantenerse en el poder no solo por el miedo, sino tambi¨¦n a base de mejorar el nivel de vida de la poblaci¨®n mediante una apertura a la econom¨ªa informal, apunta la eventualidad de una liberalizaci¨®n econ¨®mica. Algo en la estela de los consejos de Deng Xiaoping: ¡°Deja que algunas personas se enriquezcan primero, y poco a poco toda la poblaci¨®n deber¨ªa enriquecerse junta¡±. Pero olvida que el l¨ªder chino fue en realidad v¨ªctima de las pr¨¢cticas que la familia Kim ha llevado a cabo en Corea. Quiz¨¢s por eso el L¨ªder Supremo pueda seguir inspir¨¢ndose en las promesas que le hizo Trump: ¡°Si usted est¨¢ dispuesto a considerar las premisas acerca de en qu¨¦ consiste el ¨¦xito, nosotros estaremos ah¨ª para ayudarle¡±. El tiempo dir¨¢.
El gran sucesor?
Autora: Anna Fifield.
Traducci¨®n: Francisco J. Ramos Mena.
Editorial: Capit¨¢n Swing, 2022.
Formato: tapa blanda (300 p¨¢ginas, 22 euros).
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.