L¨¢grimas de acero: una biograf¨ªa de la todopoderosa y exc¨¦ntrica Carmen Balcells
Carme Riera documenta el empe?o de la agente literaria en romper con la servidumbre de los escritores. Balcells convirti¨® en profesional a Vargas Llosa y lleg¨® a tener en n¨®mina a una astr¨®loga
Una de las diferencias sustanciales entre biograf¨ªa y novela ¡ªapoy¨¢ndose ambas en historias de vidas humanas¡ª es que la primera est¨¢ sujeta a las caracter¨ªsticas existenciales que ofrece su personaje, mientras que el novelista es libre para someter a sus personajes a la tensi¨®n del estilo que le desea conferir al texto. Con ello quiero decir que la narrativa de una biograf¨ªa depende del sujeto que va a biografiarse y de las preguntas que en torno a su vida puedan formularse. La escritora y acad¨¦mica Carme Riera acaba de publicar la biograf¨ªa de la agente literaria por antonomasia del mundo hisp¨¢nico, Carmen Balcells, traficante de palabras. Con Balcells (1930-2015) Riera mantuvo una amistad de 40 a?os (desde que la primera se hizo cargo de su representaci¨®n, despu¨¦s del enorme ¨¦xito obtenido por Riera con Te deix, amor, la mar com a penyora en 1975).
Cuarenta a?os, se dice pronto. Sin embargo, no es esta una condici¨®n ¨®ptima, siquiera favorable, para escribir una biograf¨ªa. ?Hasta d¨®nde puede llegar la amistad en un relato que presume de objetividad y rigor? ?Hasta d¨®nde se pueden combinar las contrarias exigencias de discreci¨®n (debida a la amistad) y sinceridad (debida al g¨¦nero)? Carme Riera ha conseguido lidiar con acierto los peligros del relato edulcorado, de rendir culto a la personalidad de su biografiada, para entregarnos una historia apasionante cuya estructura narrativa est¨¢ al servicio de lo que nos puede interesar como lectores. La propia autora hace referencia al peligro que acabo de se?alar en un par de ocasiones: fue ¨ªntima amiga de la agente, pero no tiene intenci¨®n de rendirse a la hagiograf¨ªa del personaje, mitificado con los a?os, con los muchos aciertos obtenidos y con su omnipresencia en la vida literaria espa?ola, incluso internacional, pues fue y es una referencia indiscutible.
Y lo cierto es que no se cede al mito, poniendo en escena a una mujer de personalidad desbordante cuyo conocimiento atrapa desde el primer momento la lectura. Una mujer insegura, ansiosa, autoritaria, desprendida hasta la insensatez, con un instinto nato para el poder, amante del control absoluto de su entorno, de f¨¢cil emotividad, intuitiva, pr¨¢ctica, inteligente, ambiciosa, desconcertante, supersticiosa, vehemente, muy trabajadora, celosa de que sus empleadas pudieran brillar m¨¢s que ella y con un enorme deseo de fascinar (?dominar?) a los dem¨¢s con sus m¨²ltiples talentos organizativos, circunstancia que con el tiempo llegar¨ªa a ser su principal defecto a la hora de mantener una saludable gesti¨®n de amigos y de beneficios. Riera construye una biograf¨ªa coral, dando voz a muchos de los que la trataron y fueron v¨ªctimas (los menos) o beneficiarios (los m¨¢s) de su prodigalidad.
Era capaz de inundar de rosas amarillas cualquier espacio, por grande que fuera; o de enviar un helic¨®ptero a N¨¦lida Pi?on para sacarla de un atasco de tr¨¢fico
Este es el aspecto m¨¢s llamativo de la biograf¨ªa, porque cuesta siquiera imaginarse una personalidad tan barroca como la de Carmen Balcells, organizadora de majestuosas fiestas; capaz de inundar de rosas amarillas cualquier espacio, por grande que fuera; de enviar un helic¨®ptero a N¨¦lida Pi?on para sacarla de un atasco de tr¨¢fico o de decorar concienzudamente los pisos que alquilaba para sus autores de acuerdo con sus gustos particu?lares. Anotaba qu¨¦ gustaba a qui¨¦n y lo atend¨ªa seg¨²n sus preferencias: pod¨ªa hacer llegar una mesa de despacho comprada en un anticuario como regalo de cumplea?os a Jos¨¦ Luis Sampedro (pero tambi¨¦n cortaba las alas con facilidad a cualquiera que quisiera pasarse de listo con ella). Los Gabos (Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y Mercedes Barcha) pod¨ªan llamarla a cualquier hora ¡ªsi estaban en Barcelona¡ª porque se les hab¨ªa estropeado la calefacci¨®n, o quer¨ªan unos billetes de avi¨®n para el d¨ªa siguiente o una cena fr¨ªa porque no les apetec¨ªa salir de casa.
?Qui¨¦n puede acudir a todo esto sin descuidar lo importante, la representaci¨®n de los autores que tiene en cartera? Balcells atend¨ªa a todo de una forma que apenas tiene parang¨®n y deja una sensaci¨®n de asombro que es la que me gustar¨ªa transmitir. Yo misma recib¨ª, muy joven, una llamada suya conmin¨¢ndome a que cambiara el billete de avi¨®n que se hab¨ªa comprado a Adolfo Bioy Casares para trasladarlo a Barcelona: ¡°Usted lo ha invitado, bien, pero ¨¦l viajar¨¢ en primera y con KLM, y deber¨ªa recogerlo en el aeropuerto con un coche apropiado. O¡ no vendr¨¢¡±. Nunca olvidar¨¦ aquella orden procedente de una persona a quien no conoc¨ªa y nada ten¨ªa que ver con nuestra invitaci¨®n al escritor argentino para que diera una conferencia en la Universidad de Barcelona: ni buenos d¨ªas ni hola, ?qu¨¦ tal? Medio mundo tiene an¨¦cdotas con ella ¡ªno digamos periodistas que la trataron con cierta profundidad (Juan Cruz, Xavi Ay¨¦n, Sergio Vila-Sanju¨¢n o Carles Geli)¡ª. El anecdotario es prodigioso y fue decisivo en la gestaci¨®n del mito. Carme Riera se esfuerza en reunirlo para el inmenso placer de los lectores del libro.
Sin embargo, esto no ser¨ªa suficiente y no lo es trat¨¢ndose de una biograf¨ªa. Porque m¨¢s all¨¢ de la curiosidad que despierta Balcells por su car¨¢cter, forjado a partir de una importante cantidad de ingredientes dis¨ªmiles (de ah¨ª su barroquismo), est¨¢ su verdadera relevancia profesional, a dos niveles: su empe?o, casi prometeico, de romper con la servidumbre que manten¨ªan los autores respecto a los editores, dot¨¢ndolos de la condici¨®n de escritores libres que merecen ser y sentirse bien retribuidos si su trabajo as¨ª lo exige.
Hasta la llegada de Balcells a la vida literaria, los escritores percib¨ªan liquidaciones agonizantes, firmaban contratos vitalicios y su obra quedaba a merced de acuerdos mercantiles
Hasta la llegada de Balcells a la vida literaria, los escritores percib¨ªan liquidaciones agonizantes, firmaban contratos vitalicios y su obra quedaba a merced de acuerdos mercantiles que ni siquiera en muchos casos se llegaban a cumplir. Contra toda esa desprotecci¨®n legal y econ¨®mica luch¨® la agente, transformando el panorama jur¨ªdico y editorial. Riera tampoco oculta los excesos enloquecidos a los que ha conducido con los a?os ese giro de tim¨®n impulsado y sostenido f¨¦rreamente por ella, pero, como siempre ocurre, lo que habr¨¢ que preguntarse es hasta qu¨¦ punto pueden equilibrarse las exigencias y pretensiones de unos y otros para llegar a soluciones razonables.
En todo caso, su papel no se qued¨® ¨²nicamente en la defensa de los derechos autoriales, sino que apost¨® decididamente por autores, obras y trayectorias literarias hasta configurar una pol¨ªtica propia, y este aspecto, de nuevo bien reconstruido, da una nueva luz a la historia del boom latinoamericano, aqu¨ª tratado desde un matiz human¨ªsimo por parte de una bi¨®grafa que re¨²ne ¡ªhelas¡ª todas las condiciones para moverse, con la seguridad con que lo hace, en medio de lo que fue un torbellino imparable. Y convertirlo en un relato inteligente y contrapesado. Sin embargo, el resultado da mucho en qu¨¦ pensar.
El pensamiento de una editora. Por Carme Riera
Amistad o negocio:
"La noche del día de Reyes de 1994 en que Rosa Regás ganó el Premio Nadal por su novela Azul y yo gané el Josep Pla por Dins el darrer blau, Enric, el hermano pequeño de Carmen, la llamó por teléfono para felicitarla: 'Han ganado dos amigas tuyas', le dijo, y ella le corrigió: 'Amigas, no, dirás clientas', como me contó al día siguiente muerta de risa".
Una "puerca" para Zoe Valdés:
"Carmen Balcells, con otras personas y no solo con los editores, cuyas relaciones merecen capítulo aparte, sino con algunos de los aspirantes a ser representados por su agencia, se comportó de manera desafecta. Zoe Valdés, al parecer no admitida en la cuadra Balcells, escribió con rencor: 'Conmigo Carmen Balcells se portó bastante mal, como una puerca. Ni siquiera quiso saber de mí, alegando que ella no representaba a mujeres. A mí no me lo dijo, se lo dijo a mi editorial de la época".
El Cara al sol de Sampedro:
"Cuando en diciembre de 1983 operaron a Balcells de la rodilla por segunda vez, Sampedro, remedando la letra del famoso himno de la Falange, Cara al sol, escribió otro: Cara al sol, el de la rodilla nueva: 'Cara al sol con la rodilla nueva / que tú me has operado ayer, / me hallarán los libros que me llevan / y tengo que leer. / Los pondré junto a sus compañeros / que hacen guardia en mi cuarto trastero. / Si dicen que te leí, / pues sí, / hoy mismo lo concluí. / Pero no te editaré / porque / resultas muy demodé. / Volverán novelas victoriosas / al paso alegre de Barral / y traerán Seix prólogos prendidos / ¡Jesús qué Carnaval! / Volverá a salir otra novela / que por cielos, tierra y mar se espera. / ¡Arriba, Carmen, a vencer / que en España empiezan a leer!"
Astróloga de cabecera:
"Lisa Morpurgo, con la que compartí mesa en la fiesta de la boda de Lluís Miquel Palomares, en septiembre de 1991, y que me pareció una astróloga con una gran dosis de racionalidad y sentido común, guio desde los años ochenta la vida y los negocios de Carmen Balcells, que la tuvo incluso en nómina. Cada semana mandaba a la agente sus predicciones por fax y por correo electrónico más adelante, de acuerdo con las consultas astrales realizadas y alguien muy cercano a Balcells las pasaba a unas fichas que se conservan. Así, por ejemplo, en la correspondiente a la semana del 14 al 21 de marzo de 1991 podemos leer: 'Es necesario moderar un poco la agresividad precedente y ceder a algún compromiso. Cediendo algún pequeño punto en cuestiones de dinero. Pero manteniendo firme todos los otros requerimientos'. De ese modo, al parecer, Carmen sabía qué rumbo tomar en una negociación, e igualmente, si era conveniente o no firmar un contrato un día ya acordado o dependiendo de la conjunción planetaria era mejor posponerlo a otro más prometedor".
Con licencia para matar:
“El hijo de Vázquez Montalbán, Daniel Vázquez Sallés, empleado de la agencia durante tres años y autor del libro dedicado y dirigido a su padre, Recuerdos sin retorno, traza un retrato despiadado de la agente y asegura que fueron los escritores los primeros responsables de la mitificación de Balcells: ‘Vosotros fabricasteis el personaje. Vosotros lo hicisteis inmune al dolor. Vosotros le disteis la impunidad. Vosotros la convertisteis en una diosa con el poder de convertir a sus empleados en siervos. Vosotros hicisteis de su mesianismo una virtud maliciosa. Había, en vuestra necesidad de lograr el primer puesto de sus atenciones, una competitividad insana e infantil. Los escritores mimados que formabais parte de la Agencia Literaria Carmen Balcells competíais no sólo por ganaros el corazón de Carmen, sino por lograr el título de favorito en un reino construido a golpes de antojo. Vosotros, tan grandes, funcionabais como hormigas obreras en torno a la reina madre, y la agasajabais con regalos, pendientes de que os tuviera en sus ruegos. No trato de poner en duda la genialidad de Carmen. Sería de necio. Carmen es una mujer genial, sin duda, pero terrible. A la gran Balcells, a la que le decías que era la única agente con licencia para matar, más vale tenerla como amiga que como enemiga, y con ella la condición de amigo se gana con la pleitesía”.
El abandono de Goytisolo:
“Luis Goytisolo se siente muy orgulloso de ser el primer autor de la cuadra Balcells mencionado por esta, a la que recuerda con afecto, pese a que su relación pasó por altibajos notables. Tanto es así que Goytisolo dejó la agencia en 1994, aunque volvió después de la muerte de Carmen, tras algunos intentos de reconciliación que la agente frustró, porque el hecho de que Goytisolo se marchara y que además fuera a parar a la agencia de Antonia Kerrigan le sentó muy mal. Kerrigan había sido empleada suya en otros tiempos y sus relaciones no eran precisamente entonces las mejores.
La razón por la que dejó la agencia me la ha dado el mismo Goytisolo: no soportaba que Carmen le organizara la vida: ‘Te decía todo lo que tenías que hacer: Vete a Nueva York a ligar con una Kennedy’, me asegura que le aconsejó. ‘Divórciate de María Antonia, que no te conviene...’. ‘Tampoco le gustaba Elvira Huelbes [su actual mujer], la consideraba poco, pese a que, como periodista, dirigía el suplemento cultural de El Mundo’. No obstante, me confiesa que la agente le hizo ganar mucho dinero cuando negoció con TVE la serie Índico, que él comenzó a dirigir en 1988 y cuyos seis capítulos se emitieron a partir de 1991. Pese a no tener por entonces experiencia con contratos de series de televisión, Balcells lo hizo muy bien”.
Carmen Balcells, traficante de palabras
Autora: Carme Riera.
Editorial: Debate, 2022.
Formato: tapa blanda (508 p¨¢ginas. 21,75 euros) y e-book (10,44 euros).
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.