El viaje emocional de Sergio del Molino por el desierto espa?ol
El ensayista recorre la geograf¨ªa de su Espa?a vac¨ªa con ayuda de la ilustradora Ana Bustelo
El ensayista Sergio del Molino afirma en el pr¨®logo de Atlas sentimental de la Espa?a vac¨ªa (GeoPlaneta, 2021) que viaja sobre cordilleras de literatura porque est¨¢ convencido de que las personas que dominan el arte de las palabras ¡°impregnan los lugares que visitan y de los que escriben¡±. Y quiz¨¢ es lo que ha conseguido ¨¦l mismo sin aspirar a hacerlo, impregnar de sus experiencias y pensamientos, tambi¨¦n se...
El ensayista Sergio del Molino afirma en el pr¨®logo de Atlas sentimental de la Espa?a vac¨ªa (GeoPlaneta, 2021) que viaja sobre cordilleras de literatura porque est¨¢ convencido de que las personas que dominan el arte de las palabras ¡°impregnan los lugares que visitan y de los que escriben¡±. Y quiz¨¢ es lo que ha conseguido ¨¦l mismo sin aspirar a hacerlo, impregnar de sus experiencias y pensamientos, tambi¨¦n sentimientos, los 32 lugares de la geograf¨ªa espa?ola que ha recorrido para escribir su ¨²ltimo libro.
El autor de obras como La hora violeta (2018), desgarrador documento sobre el dolor por el sufrimiento de su hijo, o La piel (2020), sus reflexiones sobre el mundo a partir de la psoriasis, tambi¨¦n asegura que sus palabras no alteran el paisaje. Sin embargo, para muchos lectores sus obras s¨ª que han cambiado la percepci¨®n del territorio, ya que libros como La Espa?a vac¨ªa. Viaje por un pa¨ªs que nunca fue (Turner, 2016) o Contra la Espa?a vac¨ªa (Alfaguara, 2021) han encendido un debate sociol¨®gico sobre el problema de la despoblaci¨®n en muchas comarcas espa?olas y hasta han inspirado movimientos pol¨ªticos. Sin embargo, su prop¨®sito ahora no es ese, sino dedicar un poco de atenci¨®n a esos territorios huecos de seres humanos, que no de humanidad.
Se trata de 32 (casi) desiertos, si se atiene el lector a la primera definici¨®n ¡ª¡°despoblado, solo, inhabitado¡±¡ª que la Real Academia Espa?ola da a una palabra que invariablemente remite en la imaginaci¨®n a sol inmisericorde y arena infinita. Pero los desiertos espa?oles (salvo quiz¨¢ los de Almer¨ªa, los Monegros y tres o cuatro m¨¢s) se parecen m¨¢s en el itinerario ¡°parcial y subjetivo¡± de Del Molino a pueblos medio abandonados, localidades con un pasado industrial o comercial ya deslucido y territorios que la mayor¨ªa de los viajeros solo contemplan desde la ventanilla de sus veh¨ªculos a velocidad de v¨ªa r¨¢pida. Son lugares que merecer¨ªan que Tr¨¢fico inventara una se?al ¡ªa modo de la entra?able c¨¢mara fotogr¨¢fica de fuelle de la indicaci¨®n de ¡°paisaje pintoresco¡±¡ª que marcara ese ¡°lugar que no merece el olvido¡±. Para incitar al lector a detenerse aunque sea brevemente en esos lugares desde?ados (desatendidos en el mejor de los casos), el ensayista recurre a todo tipo recursos: historias, personajes, paisajes, an¨¦cdotas... Y para ello se ha aliado con la artista Ana Bustelo, que ilumina el territorio con unas sobrias y elegantes ilustraciones que sugieren historias perdidas.
As¨ª, Del Molino evoca desde la infancia del cantante V¨ªctor Manuel, y su canci¨®n ¡®Por el camino de Mieres¡¯, junto al puente de la Perra de la localidad asturiana, hasta a Ram¨®n Cabrera, un carlista conocido a mediados del XIX como el Tigre del Maestrazgo que se autoexili¨® en Inglaterra (otra forma de vaciamiento territorial). Los dinosaurios de Teruel, el lucrativo paso del ladr¨®n de arte Erik el Belga por Roda de Is¨¢bena (Huesca), la extra?a conexi¨®n de un alcalde de Barcelona con el mito de Cebreros (?vila) como cuna de la democracia (l¨¦ase Adolfo Su¨¢rez), los maquis adolescentes de Santa Cruz de Moya (Cuenca), F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente y sus lobos de Poza de la Sal (Burgos) o un tel¨¦fono de baquelita que usaba la madre del escritor en la plaza Mayor de Almaz¨¢n en los a?os en que la familia Del Molino vivi¨® en la ciudad soriana, sirven al autor para ir conectando, conect¨¢ndose, sentimentalmente a esos territorios.
Del Molino acierta con su t¨ªtulo, puesto que su cartograf¨ªa se traza con emociones. La alegr¨ªa de visitar los territorios turolense se convierte en la ¡°tristura impropia e injusta¡± que le invade cuando se trata de ponerle palabras. Un cat¨¢logo de sentimientos que incluye el orgullo herido de las piedras oscenses, la nostalgia de fr¨ªos transiberianos en la meseta, el miedo de su abuelo Jos¨¦ Molina en la batalla del Segre (L¨¦rida)¡ ¡°Yo encuentro Guardo [Palencia] bell¨ªsimo. Es una belleza triste y muy injusta, porque la aprecio en la medida en que solo la contemplo pero no la vivo¡±, se lamenta Del Molino, en una frase que quiz¨¢ resume la emoci¨®n que le despiertan esos rincones despojados de su historia: ¡°No me quedar¨ªa a vivir en Guardo, pero podr¨ªa pasarme mucho tiempo mirando su silueta contra el congosto del Carri¨®n y las monta?as con nieve¡±.
Atlas sentimental de la Espa?a vac¨ªa
Autor: Sergio del Molino.
Ilustraciones: Ana Bustelo.
Editorial: Geoplaneta, 2022.
Formato: tapa dura (152 p¨¢ginas. 24,95 euros) y e-book (9,99 euros).
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