¡®La vida toda¡¯, el periodismo y la luz del mundo
Las cr¨®nicas antologadas por la periodista mexicana Alma Guillermoprieto son un pu?ado de grandes piezas de la m¨¢s reciente literatura de no ficci¨®n escrita en Estados Unidos
¡°Como si apagaran la luz del mundo¡±. Es lo que sinti¨® Alma Guillermoprieto cuando le comunicaron el asesinato de su amigo el periodista Javier Valdez. Ella acababa de recibir el Premio Ortega y Gasset de Periodismo 2017. Fernando Savater pronunci¨® la lecci¨®n magistral del acto, que se podr¨ªa resumir as¨ª: ¡°En un mundo en el que todos mienten, quien dice la verdad es un liberador¡±. En no pocas ocasiones el precio que pagan los reporteros por semejante osad¨ªa es la muerte. As¨ª lo record¨® la premiada, que, galardonada un a?o despu¨¦s con el Princesa de Asturias, rindi¨® homenaje a los 45 periodistas asesinados en 2018. No mejoran ahora las estad¨ªsticas. En lo que va de a?o, sumando las v¨ªctimas de la guerra, ya son una quincena, de los cuales ocho en M¨¦xico, pa¨ªs natal de Alma.
Novelista, reportera, corresponsal, editorialista, ella es una gran referencia del periodismo hispano, que practic¨® parad¨®jicamente en la prensa angloparlante. Ahora nos sorprende con un volumen de cr¨®nicas y ensayos que no llevan su firma, sino la de varios colegas suyos, casi desconocidos por el gran p¨²blico. Estamos ante una antolog¨ªa del nuevo periodismo americano del siglo XXI, cuyo contenido busca ¡°temas que produzcan asombro en los lectores¡±. Me acerqu¨¦ a comprobar este empe?o con cierto escepticismo, pero acab¨¦ vencido por la evidencia: se trata de un pu?ado de hermosas piezas de la literatura de no ficci¨®n. Una mezcla de periodismo investigativo y debate cultural en la que se cuentan verdades descarnadas sin renunciar a la belleza del estilo. La firman autores sobre los que apenas ten¨ªamos noticia, que escriben de manera diferente sobre cuestiones diferentes, con ¡°el deseo de entender la vida ¡ªtoda¡ª y escribir grandes textos que la explique a los dem¨¢s¡±.
Son 15 relatos, de los que me atrevo a seleccionar 3 que ayuden a comprender en qu¨¦ consiste el experimento. Uno es el Diario de Burning Man, de Emily Witt, redactora que ¡°siente una particular fascinaci¨®n por los seres humanos que habitan mundos prohibidos¡±. No estoy seguro de que el famoso festival que se celebra en el desierto de Nevada sea exactamente un lugar prohibido salvo para los que no paguen la entrada. Pero Emily pens¨® que era ¡°el epicentro de las tres cosas que m¨¢s me interesaban en 2013: la experimentaci¨®n sexual, las drogas psicod¨¦licas y el futurismo¡±. Le avisaron de que la fiesta no era ya lo que hab¨ªa sido. A pesar de eso, pudo hacer cola desnuda bajo el sol del desierto, festejar una boda en el Templo de la Totalidad, tomar un alucin¨®geno sint¨¦tico (como ¨¢cido sin el lado oscuro del ¨¢cido) y bailar junto a una abogada corporativa vestida con unos calzoncillos de Superman. O sea, ¡°gente rica de vacaciones que rompen las reglas que los dem¨¢s pagar¨ªan muy caro si no las obedecen¡±.
Por su parte, David Remnick nos regala un perfil de Leonard Cohen, escrito apenas unas semanas antes de la muerte del cantautor. Recuerda que su primer profesor de m¨²sica fue un guitarrista de flamenco que tras darle tres lecciones no se present¨® a la cuarta porque se suicid¨®. Cuando Cohen recibi¨®, como Alma, el Princesa de Asturias coment¨® que nunca supo nada de qui¨¦n era ese hombre, ¡°pero los seis acordes que me ense?¨®, ese patr¨®n, han sido la base de todas mis canciones y toda mi m¨²sica¡±. Pese a ello, le cost¨® cinco a?os escribir Hallelujah, mientras que a Bob Dylan I And I no le llev¨® m¨¢s de 15 minutos. El relato se cierra con un comentario sobre la religiosidad del poeta: ¡°Hay un aspecto espiritual en la vida de todo el mundo, aunque no quieran aceptarlo¡±. ?l profes¨® como monje budista y cant¨® con los Hare Krishna.
El humor es otra de las se?as de identidad de la antolog¨ªa, y para textos hilarantes nos topamos con el de Michael Paterniti sobre La ¨²ltima cena, que no es la de Jesucristo, sino la de Fran?ois Mitte?rrand. Seg¨²n el cuento, se habr¨ªa atiborrado en un ¨²ltimo fest¨ªn orgi¨¢stico poco antes de morir. La imaginaci¨®n desbordante de Paterniti arma una narraci¨®n que ¡°nos deja turulatos a cada paso y es a la vez reportaje y memoria¡±. Todo descrito con una expresividad casi indecorosa, nos permite contemplar, escuchar y oler, como al resto de los invitados al ¨¢gape, ¡°los sorbos autogratificantes, pornogr¨¢ficos¡± del presidente, que llenaban la habitaci¨®n como un canto f¨²nebre.
Si como muestra basta un bot¨®n, aqu¨ª dejo tres de ellos para asegurar que no se aburrir¨¢ el lector con la lectura de esta singular antolog¨ªa. Puede leerse a peque?os pasos, a relato por d¨ªa o por semana. Nos demuestra que el periodismo, adem¨¢s de liberarnos en nombre de la verdad, es tambi¨¦n un g¨¦nero de la literatura. Y nos ayuda a encender la luz del mundo, esa que Alma Guillermoprieto sinti¨® extinguida tras la muerte de su amigo.
La vida toda. Nueva cr¨®nica estadounidense?
Edici¨®n: Alma Guillermoprieto.
Traducci¨®n: Margarita Valencia de Lleras.
Editorial: Debate, 2022.
Formato: tapa blanda (416 p¨¢ginas, 20,81 euros) y e-book (9,49 euros).
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