Sonic Youth: el ruido nunca muere
El grupo recoge sus rarezas en ¡®In/Out/In¡¯, el primer disco f¨ªsico desde su separaci¨®n en 2011, mientras el guitarrista Thurston Moore publica un nuevo ¨¢lbum en solitario
Sorpresa: en 2022 Sonic ?Youth publica un disco, el primero despu¨¦s de su desaparici¨®n como grupo en 2011. ?In?/?Out?/?In lo edita un peque?o sello de Carolina del Norte, Three Lobed Recordings, que lo define como ¡°cinco canciones principalmente instrumentales que estaban c¨®smicamente destinadas a vivir juntas¡±. Es un ¨¢lbum de tomas grabadas en su ¨²ltima ¨¦poca, entre 2000 y 2010. Un disco ¨¢spero en muchas ocasiones, experimental en varios momentos, m¨¢s afable en algunos. Tres de los temas pasan de los nueve minutos. Solo uno baja de los cuatro. Puro Sonic Youth.
Su separaci¨®n fue inesperada. Daba la impresi¨®n de que siempre hab¨ªan estado ah¨ª y ah¨ª se quedar¨ªan para siempre. Fundados en 1981 en Nueva York, llegaron justo al final de aquel fragor que se llam¨® no wave. Un movimiento ruidista, arty, totalmente alejado de los gustos del p¨²blico, que sent¨® las bases de lo que se esperar¨ªa de un grupo alternativo en las dos siguientes d¨¦cadas. Hac¨ªa falta mucha confianza para mantenerse firmes en aquel credo. Aquellos sonidos agresivos que hu¨ªan de lo convencional eran acusados de pretenciosos y vacuos. Pero Sonic Youth lo consigui¨®. Parec¨ªan estar por encima de modas. Consiguieron ser respetados por coet¨¢neos m¨¢s exitosos como REM, por vacas sagradas de generaciones anteriores como Neil Young, y cuando Nirvana, que hab¨ªan sido sus teloneros, se convirtieron en la banda m¨¢s grande del mundo (y firmaron por ?Geffen, porque es lo que Sonic Youth hab¨ªa hecho antes), fueron directamente aupados a los altares.
Moore asegur¨® que la ruptura no ser¨ªa el fin del grupo. La gesti¨®n de sus archivos les obligaba a permanecer como entidad viva
Durante a?os, Sonic ?Youth fue un culto, no masivo, pero bastante m¨¢s grande de lo que parec¨ªa. Un d¨ªa Thurston Moore y Kim Gordon aparec¨ªan en un cap¨ªtulo de Los Simpson. Al siguiente, una de sus canciones, ¡®Kool Thing¡¯, en el videojuego Rockstar. A nadie le extra?aba que fueran fijos en las bandas sonoras de las pel¨ªculas independientes de Hal Hartley, pero tambi¨¦n sonaban en series como Las chicas Gilmore o Gossip Girl. Ellos no se lo acababan de creer. Kim Gordon contaba cu¨¢nto le sorprendi¨® la primera vez que su hija Coco, ya adolescente, le dijo: ¡°No te imaginas lo que significa ser hija tuya¡±. ¡°Ten¨ªa raz¨®n, no me daba cuenta¡±, escrib¨ªa en su libro de memorias, La chica del grupo (Contra). ¡°Nunca hab¨ªa pensado en Sonic Youth como un grupo famoso¡±.
Y ellos cuatro, Steve Shelley (bater¨ªa), Lee Ranaldo (guitarra) y la pareja compuesta por Gordon (bajo) y Moore (guitarra), parec¨ªan una roca indestructible. Hasta que se rompi¨®. El de?sencadenante fue una relaci¨®n extramatrimonial de Moore que mantuvo oculta a Gordon hasta que le pill¨®.
El ¨²ltimo concierto de Sonic ?Youth tuvo lugar en S?o Paulo en noviembre de 2011. ¡°Era un lugar extra?o para que las cosas llegaran a su fin. Thurston y yo no nos habl¨¢bamos. Hab¨ªamos intercambiado tal vez 15 palabras en toda la semana. Despu¨¦s de 27 a?os de matrimonio, las cosas se hab¨ªan desmoronado. La pareja que todo el mundo cre¨ªa dorada y normal y eternamente intacta, la que daba a los m¨²sicos m¨¢s j¨®venes la esperanza de poder sobrevivir al mundo loco del rock and roll, era ahora un clich¨¦ m¨¢s del fracaso de las relaciones: una crisis masculina de mediana edad, otra mujer, una doble vida¡±, escribi¨® Gordon.
Siguieron a?os de vac¨ªo, cada uno enfrascado en sus proyectos particulares y sin noticias de la marca Sonic Youth. Pero, en 2017, Moore aseguraba que la ruptura no hab¨ªa sido el fin del grupo. En realidad, afirmaba, les hab¨ªa convertido en otra cosa. No habr¨ªa discos nuevos ni giras, pero la gesti¨®n de sus archivos les obligaba a permanecer como una entidad viva. Siempre tuvieron mentalidad de urraca. Lo guardaban todo. Hay un ejemplo curioso. El 5 de octubre de 1988 el grupo toc¨® en The End, una peque?a sala de Vitoria. Fue uno cualquiera de los 54 conciertos que dieron ese a?o dentro de la gira Daydream Nation. El directo no fue especialmente memorable, pero les gust¨® el cartel que el local hab¨ªa dise?ado para anunciar la actuaci¨®n y se llevaron uno. Dos a?os despu¨¦s, cuando publicaron Goo, el disco con el que intentaron por primera y ¨²nica vez el asalto al p¨²blico mayoritario, aquel p¨®ster aparec¨ªa en un lugar de honor en el v¨ªdeo de ¡®Dirty Boots¡¯, el primero que realizaban para ser emitido en la MTV. Dos d¨¦cadas m¨¢s tarde, ese mismo cartel era parte de Sonic ?Youth etc: Sensational Fix, una exposici¨®n con alma de gabinete de curiosidades que mostraba el universo de la banda que recorri¨® media docena de ciudades europeas antes de recalar en el CA2M de M¨®stoles.
Si guardan con ese mimo los objetos m¨¢s insignificantes, no hace falta imaginar lo que pasa con la m¨²sica. Tras la ruptura, fue el bater¨ªa Steve Shelley el encargado de su archivo sonoro. Hay unos a?os de silencio, pero en 2020 descubri¨® Bandcamp, una plataforma de venta de m¨²sica online en la que los creadores se quedan hasta con el 85% de las ganancias. En el bandcamp de la banda hay actualmente medio centenar de grabaciones entre discos oficiales, directos y rarezas. Y, por supuesto, est¨¢ el merchandising. La cuidada imagen de Sonic Youth ha vendido m¨¢s camisetas que ¨¢lbumes, y su web est¨¢ tan al d¨ªa que en las novedades han incluido una con una antigua foto del grupo y una bandera ucrania en el centro en la que han escrito ¡°Angry, very angry¡± (Enfadados, muy enfadados).
En la ecuaci¨®n solo faltaban lanzamientos f¨ªsicos. El hueco que In/Out/In viene a llenar. Cinco piezas que solo cubren una de las caras de Sonic ?Youth. Est¨¢ ¡®Basement Contender¡¯, grabado en el s¨®tano de la casa de Gordon y Moore en Northampton en 2008. Parece una improvisaci¨®n para entrar en calor antes de empezar un ensayo. Un instrumental de nueve minutos que recuerda a otros compa?eros de generaci¨®n, Yo La Tengo; ¡®In & Out¡¯ y ¡®Out & In¡¯ estaban incluidas en una caja que el mismo sello public¨® en 2011 y que lleva muchos a?os descatalogada; ¡®Machine¡¯ es un descarte instrumental de The Eternal, su disco de 2008, y ¡®Social Static¡¯, una larga, y fabulosa, improvisaci¨®n de casi 12 minutos pensada para acompa?ar un corto del a?o 2000 del videoartista Chris Habib, colaborador habitual del grupo.
Casi al mismo tiempo, Thurston Moore edita tambi¨¦n en formato f¨ªsico Screen Time, un disco que registr¨® en 2020 y public¨® en formato digital en 2021. Canciones instrumentales grabadas por ¨¦l solo. Un sonido de guitarras pulsadas y metales que parecen tibetanos. Podr¨ªa definirse como ambient de vanguardia. El guitarrista jugando a ser un Laraaji sin el componente m¨ªstico. Casi un entretenimiento de aire oriental, en el que nada es tan furioso como en la obra de su grupo. M¨¢s asequible, pero menos trascendente.
Como obra p¨®stuma de Sonic ?Youth, In/Out/In es lo que siempre han presumido de hacer. Ni un grandes ¨¦xitos ni una recopilaci¨®n de canciones c¨®modas o versiones. El retrato de un grupo que se vanaglori¨® de hacer lo que le daba la gana y que de repente re¨²ne un pu?ado de trabajos laterales por los que ellos sienten especial cari?o y lo lanzan al mundo a ver qu¨¦ pasa. No pasar¨¢ nada y pasar¨¢ todo, que es lo habitual en ellos.
Sonic Youth. ¡®In/Out/In¡¯. Three Lobed Recordings.
Thurston Moore. ¡®Screen Time¡¯. Southern Lord.
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