Mamen Camacho, pedazo de actriz
La int¨¦rprete brilla especialmente en el singular montaje de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico que re¨²ne tres obras de Joaquina Vera, V¨ªctor Catal¨¤ y Emilia Pardo Baz¨¢n
De este nuevo espect¨¢culo de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico se sale hablando de una actriz. Es el comentario un¨¢nime a la salida de cada funci¨®n: ¡°Mamen Camacho, pedazo de actriz¡±. Durante casi una hora esta int¨¦rprete mantiene embelesado al p¨²blico sola en el escenario, aunque parece que hubiera muchos m¨¢s personajes. No est¨¢n f¨ªsicamente, pero los vemos n¨ªtidamente a trav¨¦s de ella. Pero sin duda lo que m¨¢s destaca en su mon¨®logo es su dominio de la palabra, pues su personaje se define precisamente por su lenguaje r¨²stico. Una mujer analfabeta venida del pueblo a la Barcelona de finales del siglo XIX nos cuenta su vida. Y qu¨¦ dif¨ªcil es sostener ese parlamento veloz y cargado de vulgarismos sin caer en la caricatura ramplona. Ella no solo no se despe?a por ese precipicio, sino que llena de verdad cada frase que pronuncia. Bravo.
Camacho form¨® parte en 2009 de la segunda promoci¨®n de la Joven Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, cantera en la que se han curtido buenos actores en la ¨²ltima d¨¦cada. Tambi¨¦n pasaron por ah¨ª el resto de los int¨¦rpretes del montaje y sus tres directores. Hay tres porque el espect¨¢culo se compone de tres piezas breves reunidas por el hecho com¨²n de que fueron escritas por autoras espa?olas nacidas en el siglo XIX y que exploran el lenguaje del mundo rural. Esto se percibe bien en la que protagoniza Camacho, Las cartas, de V¨ªctor Catal¨¤, seud¨®nimo de Caterina Albert, gracias a una admirable traducci¨®n del catal¨¢n firmada por Albert Arribas que traslada al castellano el habla que quiso recrear Catal¨¤. Tanto por eso como por el trabajo de la actriz y por la profundidad psicol¨®gica del texto original, Las cartas sobresale como la mejor de las tres obras. Sin olvidar la labor de la directora Mar¨ªa Prado, que subraya esc¨¦nicamente cada momento en su justa medida.
Las otras dos son piezas menores de Joaquina Vera y Emilia Pardo Baz¨¢n con escasa entidad para representarse de manera individual, pero que mostradas en conjunto con la de Catal¨¤ conforman un espect¨¢culo que se goza por su singularidad. Siempre es bienvenido algo diferente en la cartelera. De la primera se presenta El disfraz, un divertimento con enredos entre criados y amos, sin m¨¢s, dirigido con mucho juego esc¨¦nico por ??igo Rodr¨ªguez-Claro, aunque por momentos tanto dinamismo roza la estridencia. Y de Pardo Baz¨¢n se representa La suerte, un texto que en un primer momento promete porque parece una vuelta de tuerca al mito de Pen¨¦lope pero al que le falta desarrollo. Pese a ello, la pieza resulta evocadora en la puesta en escena de J¨²lia Barcel¨®, que nos traslada a la Galicia profunda y supersticiosa. El pegamento entre las tres piezas lo ponen la escenograf¨ªa de Elisa Sanz y la sugerente ambientaci¨®n sonora que sirve en directo el m¨²sico Jos¨¦ Pablo Polo.
El disfraz, Las cartas y La suerte
El disfraz. Texto: Joaquina Vera. Dirección: Íñigo Rodríguez-Claro. Intérpretes: Mariano Estudillo, José Pablo Polo, José Juan Rodríguez, Alba Enríquez, Andrea Soto Moncloa, Daniel Teba. Las cartas. Texto: Víctor Català (Caterina Albert). Dirección: María Prado. Intérpretes: Mamen Camacho, Silvia Nieva y José Pablo Polo. La suerte. Texto: Emilia Pardo Bazán. Dirección: Júlia Barceló. Intérpretes: José Carlos Cuevas, José Pablo Polo, Alba Recondo. Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 5 de junio.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.