¡®Aniquilaci¨®n¡¯, de Michel Houellebecq: confusi¨®n en el campo de batalla
El autor franc¨¦s, que cambia el nihilismo beligerante por un sentimentalismo reparador, entrega una obra infructuosa y lastrada por el exceso y el lugar com¨²n

Se acepte con mayor o menor renuencia, la fulgurante trayectoria narrativa de Houellebecq se ha sostenido sobre la base de una conjugaci¨®n de virulentas fil¨ªpicas contra estos tiempos l¨ªquidos e hipermodernos de desgobierno, consumismo y banalidad, denuncias contra una humanidad m¨¢s perdida a¨²n que la que desvel¨® Finkielkraut y m¨¢s agotada que la que describ¨ªa en Las part¨ªculas elementales, y provocaciones ad libitum. A un segundo plano quedan relegadas sus exc¨¦ntricas tramas y sus singulares y desnortados personajes, concebidas unas y otros para sustentar su irreverente ¡®aparato cr¨ªtico¡¯, y un estilo que se dir¨ªa que pretende pasar inadvertido a la vez que reclama su protagonismo exhibiendo ante el lector su cat¨¢logo de gui?os, citas, conatos de teor¨ªa y cr¨ªtica literaria, sarcasmos (no se salva ni Hemingway en El mapa y el territorio, la valiosa novela que gan¨® el Goncourt, caricaturiz¨® a Beigbeder y presagi¨® ¡°la aniquilaci¨®n generalizada de la especie humana¡±), ejercicios de metaficci¨®n y autoconciencia (¡°La escritura no alivia apenas. Describe, delimita. Introduce una sombra de coherencia, una idea de realismo¡±; Ampliaci¨®n del campo de batalla), ir¨®nicos empleos del clich¨¦ y otras chucher¨ªas.
?Qu¨¦ demonios es Aniquilaci¨®n? Se ocupa de una futura campa?a presidencial en Francia, de enigm¨¢ticos atentados globales relacionados con s¨ªmbolos que los m¨¢s motivados vincu?lan a Lovecraft porque Houellebecq ha escrito sobre ¨¦l, de un tipo taciturno (y n¨¢ufrago del sistema, como casi todos los personajes del autor de Plataforma) que debe explicarlos, de los lazos familiares, del terrorismo, de los sue?os, de la muerte, de la espiritualidad insoslayable y de casi todo lo divino y lo humano. Adolece de ambici¨®n y de convenci¨®n, y no resulta f¨¢cil averiguar qu¨¦ pretende. Se dir¨ªa que el gran delator del cansancio de Occidente se muestra cansado. No de escribir, pero s¨ª de escribir atendiendo al oficio de escribir. Se le ve en un atolladero que le impide aventajarse.

Si, como Houellebecq se?ala como personaje de su propia novela El mapa y el territorio, ¡°para emprender la escritura de una novela hay que esperar a que todo se vuelva compacto, irrefutable¡±, pues un libro es ¡°como un bloque de hormig¨®n que se decide a cuajar, y las posibilidades de acci¨®n del autor se limitan al hecho de estar all¨ª y esperar¡±, Aniquilaci¨®n naci¨® con mal pie y ha crecido a trompicones, llevada por la inercia de los argumentos, por los c¨®digos de los demasiados g¨¦neros que atraviesa y por ciertas vacilaciones en el curso del proceso creativo, p¨¦rdidas de rumbo y enojosas repeticiones, y alejada por completo de la idea de una novela revelada que preexiste a su escritura. Cuando el lector cree estar ante una mixtura de g¨¦neros, ante una muestra de hibridismo, se encuentra en realidad ante un caso de renuncia de los g¨¦neros con los que arranca la novela, un endeble y moroso thriller distendido, valga el ox¨ªmoron, y un relato pol¨ªtico ¨¤ clef que pierde inter¨¦s para el lector extranjero, en beneficio del g¨¦nero existencial que escarba en las emociones que nutren la privacidad, en el que parece evidente que se siente c¨®modo porque, a fin de cuentas, la naturalidad sienta bien. No es sino el hartazgo de tanto politiqueo, extremismo, sexo y esoterismo, de tanto fuego artificial con el que alumbrar el borrascoso cielo social lo que le conduce a elegir la c¨¢lida luz de la intimidad, y en las p¨¢ginas dedicadas a describir c¨®mo se aviene Paul Raison a la pesadumbre familiar y a las flaquezas de la existencia, avanzada la lectura y cuando la persuasiva Historia colectiva deja paso a la dolorosa historia personal, se concentra lo mejor de una novela infructuosa y lastrada con demasiada frecuencia por el exceso y el lugar com¨²n y en la que, por vez primera, Houellebecq establece con su protagonista una empat¨ªa que delata que, pese a la apariencia de novela de acci¨®n, el autor apuesta por un giro hacia la introspecci¨®n, hacia la complacencia en ocuparse de ciertas penas en observaci¨®n: Paul sumido en un infortunio conyugal y en una enfermedad acuciante que remite a la vulnerabilidad y la supervivencia, su padre disminuido por un infarto cerebral, y hermanos y cu?ados alborotando una quim¨¦rica paz familiar. Personajes planos y un punto burlescos para una trama que, desembocando en el amor como forma de redenci¨®n, parece confesar en voz baja que el autor abandona el nihilismo beligerante para entregarse a un sentimentalismo reparador, que ya no querr¨¢ regirse por la acrimonia porque tal vez haya encontrado en la esperanza un mejor modo de encarar, a su edad, la b¨²squeda de la felicidad.
Tambi¨¦n los enfants terribles tienen derecho a madurar, a amortiguar su pr¨¦dica, y los autores, derecho a malograr sus novelas, faltar¨ªa m¨¢s. Y cabe la posibilidad de que se confirme que Houellebecq es en realidad un l¨²cido soci¨®logo extravagante y no un vrai romancier, y que la literatura ha sido siempre para ¨¦l un medio y no un fin, de manera que cuando a fuerza de reiteraci¨®n se oscurece su objetivo de soliviantar, se ilumina la debilidad de su literatura. Se enreda la trama, eso s¨ª (y hasta el extremo de maniatar la novela), se perpetra un collage con las lacras de nuestra sociedad vac¨ªa levantada sobre la ruina de los valores, se esgrime la misoginia para no dejar de provocar¡, se escribe de todo y se escribe sin parar. Y, entretanto, la literatura languidece, huye la escritura.
?Y ahora qu¨¦, monsieur Thomas?

Aniquilaci¨®n?
Autor: Michel Houellebecq?.
Traducci¨®n: Jaime Zulaika.
Editorial: Anagrama, 2022.
Formato: tapa blanda (605 p¨¢ginas. 24,90 euros), e-book (12,90 euros) y audiolibro (22,99 euros).
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