La ¡°teopoes¨ªa¡± de Peter Sloterdijk, los cuentos mordientes de Jos¨¦ Ovejero y otros libros de la semana

El cielo no s¨®lo arroja cosas, tambi¨¦n habla. Y lo hace de modos muy diversos que Peter Sloterdijk, cargado de ingenio y mordacidad, recoge en Hacer hablar al cielo desde el antiguo Egipto a Karl Barth. La novedad es que no aborda el asunto desde una perspectiva teol¨®gica, hist¨®rica o pol¨ªtica, sino que explora los ¡°estilos divinos¡±, las afinidades entre el mundo de los dioses y la creaci¨®n literaria. Un g¨¦nero que llama ¡°teopoes¨ªa¡± y cuyo relato inicia con Mois¨¦s. Despu¨¦s de varias novelas que acreditan a Emiliano Monge como un narrador concernido por las cat¨¢strofes del mundo en que vivimos, el mexicano plantea en Justo antes del final una obra biogr¨¢fica sobre su propia madre que se revela como una obra maestra de la literatura del duelo.

En Nietzsche frente a Habermas, Jes¨²s Conill re¨²ne varios art¨ªculos previamente publicados que versan sobre las peculiares ¡°cr¨ªticas de la raz¨®n¡± realizadas por los dos fil¨®sofos alemanes. La tierra es vuestra, de Ricardo Robledo, ofrece una visi¨®n poli¨¦drica de la reforma agraria emprendida en Espa?a a partir de la Segunda Rep¨²blica y, en Dos ruedas bueno, el cr¨ªtico estadounidense Jody Rosen compone su particular oda al veloc¨ªpedo desde un punto de vista hist¨®rico, sociol¨®gico y antropol¨®gico. Novelista, ensayista, dramaturgo y articulista, Jos¨¦ Ovejero regresa esta vez con un libro de cuentos: Mientras estamos muertos.

Las historias de mujeres c¨¦lebres y ordinarias que, por un motivo u otro, abandonaron a sus hijos, se suceden en los cap¨ªtulos de Las abandonadoras, el deb¨² literario de la periodista Bego?a G¨®mez Urzaiz. Y en Volver a contar, diez autores latinoamericanos reescriben las reglas del juego de los museos al reinterpretar los significados de varias piezas ind¨ªgenas atesoradas en las colecciones del Museo Brit¨¢nico.

'Hacer hablar al cielo', de Peter Sloterdijk?

El cielo no s¨®lo arroja cosas, tambi¨¦n habla. Y lo hace de modos muy diversos que un ingenioso Peter Sloterdijk recoge en este volumen. Cr¨ªtica de Juan Arnau.

'Justo antes del final', de Emiliano Monge?

El escritor mexicano Emiliano Monge narra la vida de su madre en Justo antes del final, que termina revel¨¢ndose como una obra maestra de la literatura del duelo. Cr¨ªtica de Domingo R¨®denas de Moya.

'Nietzsche frente a Habermas. Genealog¨ªas de la raz¨®n', de Jes¨²s Conill?

Los dos pensadores, tan dispares en sus concepciones de la vida y la moral, se volcaron en estudiar la verdad o la ausencia de verdad en los valores que cohesionan el mundo occidental. Cr¨ªtica de Luis Fernando Moreno Claros.

'La tierra es vuestra. La reforma agraria. Un problema no resuelto. Espa?a, 1900-1950', de Ricardo Robledo?

Ricardo Robledo publica una ambiciosa monograf¨ªa de historia dura sobre una cuesti¨®n que fue el s¨ªmbolo m¨¢s notorio del programa transformador progresista y despu¨¦s se instrumentaliz¨® para explicar el colapso del r¨¦gimen. Cr¨ªtica de Jordi Amat.

'Dos ruedas bueno', de Jody Rosen?

El ensayo de Jody Rosen indaga en los or¨ªgenes de los veloc¨ªpedos y transita por hechos curiosos asociados a las dos ruedas hasta completar una historia sorprendente. Cr¨ªtica de Miguel ?ngel Medina.

'Borrador de la vela y de la llama', de Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna

En 'Borrador', Andr¨¦s S¨¢nchez Robayna explora la intimidad del alma que vibra ante la vela y ante el destello de los significados. Cr¨ªtica de Enrique Andr¨¦s Ruiz.

'Mientras estamos muertos', de Jos¨¦ Ovejero?

Jos¨¦ Ovejero entrega en ¡®Mientras estamos muertos¡¯ un libro de cuentos que es como un animal vivo que se revuelve y nos muerde. Cr¨ªtica de Carlos Zan¨®n.

'Las abandonadoras', de Bego?a G¨®mez Urzaiz?

La periodista Bego?a G¨®mez Urzaiz explora en un ensayo las razones que llevan a una mujer a abandonar a sus hijos. Cr¨ªtica de Silvia Hernando.

'Volver a contar', de VV. AA?

¡®Volver a contar¡¯ re¨²ne diez relatos de escritores sobre piezas ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina conservadas en las colecciones del Museo Brit¨¢nico. Cr¨ªtica de ?ngela Molina.

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