¡®El otro lado¡¯, del espiritismo a Nick Cave y otras pasiones de Mariana Enriquez
Opiniones, cr¨®nicas, muchos retratos y un largo autorretrato por entregas conforman este volumen, un recopilatorio de columnas period¨ªsticas de la escritora argentina
Entro en el universo period¨ªstico de Mariana Enriquez como se accede al desv¨¢n de una mansi¨®n g¨®tica: maliciando que all¨¢ no asomar¨¢ lo m¨¢s bello de la casa, pero quiz¨¢ s¨ª lo m¨¢s definitorio de su esp¨ªritu. Quiz¨¢ s¨ª el coraz¨®n que bombea la sangre derramada por libros que la han consagrado como reina de la novela de terror ¡ª?Nuestra parte de noche¡ª, celebrada cuentista ¡ª?Las cosas que perdimos en el fuego¡ª o cronista reconocida con alma de fl?neuse ¡ªAlguien camina sobre tu tumba¡ª. Penetro en este universo de 800 p¨¢ginas que ha compilado Leila Guerriero, digo, y lo hago sin genuflexiones ni veneraci¨®n previa; sin la condici¨®n de ¡°fan de Enriquez¡±, como anima la contraportada. Y all¨ª me encuentro, a solas con ella. Mejor: con ellas. Con todas las pasiones de Enriquez. La primera, su propio personaje.
Nacida en Buenos Aires hace 48 a?os, en su adolescencia sinti¨® la necesidad f¨ªsica de escribir sus obsesiones. No para ser escritora ni verse publicada. Agujereaba el silencio de la noche percutiendo su m¨¢quina de escribir para sobrevivir y entenderse mejor. As¨ª empiezan las primeras p¨¢ginas de este volumen, titulado El otro lado, y que recoge 130 art¨ªculos period¨ªsticos de una escritora que triunf¨® con su prematuro debut ¡ªBajar es lo peor¡ª y que tuvo que convivir d¨¦cadas con aquella exc¨¦ntrica etiqueta: la escritora m¨¢s joven de Argentina. La novelista de ¨¦xito que acud¨ªa a plat¨®s televisivos con camisetas de AC/DC y que hablaba de drogas y rock y malditismo generacional.
A los artistas los envuelve una escritura que se mece entre la esperanza, el desencanto, la oscuridad y la vehemencia
Pero ha pasado el tiempo y la verdad, o su apariencia, asoma. Y en casi la mitad de ar?t¨ªculos de esta antolog¨ªa, como tensor o hilo conductor bien ahormado, aparece ella: Mariana. A ratos oscura, odiando la playa, el jazz, el invierno, odiando a los Beatles y al optimismo buenista, odiando a quien la inquiere por no querer ser madre, odiando el matrimonio a?os antes de casarse, odiando la terapia psicol¨®gica desde los cinco, odiando la Argentina gris y autoritaria de los ochenta con recuerdo a calabozo, odiando las noches de coca¨ªna en una adolescencia remota y las reca¨ªdas adultas en la resaca del alcohol. Otros ratos emerge una Mariana m¨¢s luminosa, bebi¨¦ndose la vida a tragos de pasi¨®n. Pasi¨®n por las letras de Nick Cave, por los Manic Street Preachers en La Habana, por el espiritismo y la g¨¹ija, por la constelaci¨®n de estrellas art¨ªsticas que trufan este volumen con aroma a enciclopedia personal apasionada: Mary Shelley, Bram Stoker, Lovecraft, Poe, Hubert Selby, River Phoenix, Tupac Shakur, Nahui Olin, Ursula K. Le Guin, los Rolling Stones, Sylvia Plath, Kenneth Anger, David Bowie, Bradbury y decenas de nombres m¨¢s. A todos ellos los envuelve una escritura que, como la voz de su admirado Bruce Springsteen, se mece entre la esperanza, el desencanto, la vehemencia y la oscuridad. Lo Enriquez.
El volumen descuella en dos virtudes. Enriquez engancha; lo Enriquez tambi¨¦n. El dominio de la puntuaci¨®n con golpe seco, la ausencia m¨¢gica de conectores y un bello fraseo musical constatan que el peri¨®dico de papel no solo sirve para envolver pescado o imprimir la exclusiva que ma?ana morir¨¢. Hay otros caminos. Como hace Leila Guerriero. Como hace ?scar Mart¨ªnez. Como hace Juan Miguel ?lvarez. Todos ellos han sido compilados el ¨²ltimo a?o en la redise?ada colecci¨®n de Cr¨®nicas de Anagrama, donde antes tambi¨¦n cab¨ªa Mart¨ªn Caparr¨®s. Ahora llega Mariana Enriquez, sin duda catapultada a este olimpo period¨ªstico por el inter¨¦s mayor de su obra narrativa. Por el fen¨®meno ¡°fan de Enriquez¡±.
Su virtud innegable como contadora de historias ¡ªvenid a la hoguera y os dir¨¦ algo¡ª justifica la publicaci¨®n de estos art¨ªculos. En ellos se entremezclan opiniones, cr¨®nicas, muchos retratos y un largo autorretrato por entregas. Los textos fueron escritos, principalmente, para el suplemento Radar del diario argentino P¨¢gina/12, un referente de esa prensa que va m¨¢s lejos y m¨¢s largo y mejor. Ahora, Anagrama los ofrece dos a?os despu¨¦s de una edici¨®n publicada en Chile por la Universidad Diego Portales.
Extra?a la ausencia de un pr¨®logo ajeno o de una introducci¨®n de la propia autora: el libro habr¨ªa ganado en profundidad. Si acaso, esa falta editorial permite, al ne¨®fito en el territorio de Enriquez, ir descubriendo a tientas una voz valiente, carente de miedo o de verg¨¹enza. Una voz con gusto por mostrar su vida ¨ªntima, tan adictiva como la de sus personajes de ficci¨®n. Las cinco p¨¢ginas de ¡®Mi vida es mi vida¡¯ son un ejemplo de c¨®mo agarrar al lector, sentarlo junto a la hoguera y dejarlo clavado ah¨ª, mientras contempla a Enriquez desgranar su historial de marihuana, coca¨ªna, ¨¦xtasis, cucumelos, anfetaminas, ¨¢cido, alcohol, t¨¦ de floripondio y ayahuasca (antes) y de antidepresivos y ansiol¨ªticos recetados (ahora).
Es irrefrenable la tentaci¨®n por avanzar r¨¢pido las p¨¢ginas de los art¨ªculos sobre m¨²sica, libros y pel¨ªculas para fisgonear un poco m¨¢s por entre la celos¨ªa del ¡®Mundo privado¡¯, ep¨ªgrafe que encabeza cada bloque ¨ªntimo de la obra. Uno de esos textos confesionales cierra el libro con una demostraci¨®n arrolladora de la capacidad narrativa ¡ªno alcanzada en cada pieza, como es natural¡ª de Mariana Enriquez. Se titula ¡®La canci¨®n de la torre m¨¢s alta¡¯. Un amor fugaz en Par¨ªs. Se llamaba Guillaume, ojos azules esquivos, el pelo h¨²medo de tan grasoso, la marca de la aguja en las venas; un suicida que camina. Un chico de 23 para una mujer de 30. Un amor de siete d¨ªas. Un e-mail que nunca jam¨¢s respondi¨®. ?Autoficci¨®n? ?Autorreferencia? ?Literatura del yo? Ll¨¢menlo Enriquez. Y pasen al desv¨¢n.
El otro lado. Retratos, fetichismos, confesiones
Autora: Mariana Enriquez.
Edici¨®n: Leila Guerriero.
Editorial: Anagrama, 2022.
Formato: tapa blanda (824 p¨¢ginas, 24,90 euros) y e-book (14.99 euros).
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