Alejandra Pizarnik no era lo que nos venden sus fans
Angustia, atracci¨®n por la muerte y suicidio favorecen una lectura superficial y llena de leyendas de la poeta argentina
Superados los 50 a?os de su muerte (septiembre de 1972), el inter¨¦s por Alejandra Pizarnik no decae y a¨²n quedan manuscritos in¨¦ditos entre los papeles depositados en Princeton. La publicaci¨®n de su obra ha estado sometida a toda clase de titubeos y mojigater¨ªas. Un dato elocuente: la primera edici¨®n de los Diarios (2003) ten¨ªa poco m¨¢s de 500 p¨¢ginas. La segunda, 12 a?os m¨¢s tarde, tiene el doble, casi 1.100. ?Qu¨¦ agrega? Por ejemplo, las circunstancias del aborto al que se someti¨® en Par¨ªs, en octubre de 1963. Por ejemplo, las variadas referencias a la bisexualidad, minuciosamente expurgadas en la primera selecci¨®n: ¡°De todos mis encuentros con elementos lesbianos he llegado a ciertas conclusiones. Y no deben ser muy erradas pues conozco a las lesbianas m¨¢s notables de la homosexualidad porte?a¡± (diciembre de 1959). Es curioso, visto desde hoy: aquello que la pudibundez mantuvo oculto durante 40 a?os se ha vuelto el ¨²ltimo fundamento de la imagen m¨¢s explotada de Pizarnik: la poeta maldita, la solitaria sin acomodo posible, la que libra una doble lucha contra sus propios demonios y la incomprensi¨®n del mundo.
Se le atribuye la voluntad de ser una poeta maldita, algo que ella nunca expres¨® como ideal, para despu¨¦s negarle la posibilidad de serlo, a pesar de su obstinaci¨®n
En nuestra ¨¦poca, renuente a la argumentaci¨®n, las simplificaciones fructifican. Biograf¨ªa de un mito es el subt¨ªtulo de la semblanza de Pizarnik a cargo de Cristina Pi?a y Patricia Venti (Lumen, 2022). La vaguedad es la t¨®nica: ¡°La Pizarnik biogr¨¢fica se convierte en personaje y, a la postre, en mito de s¨ª misma¡±. Como cualquier autor que haya escrito un diario, podr¨ªa agregarse; y uno como el de Pizarnik, compuesto como parte de su obra. ?Cu¨¢l es, precisamente, el mito Pizarnik? El de la poeta maldita: ¡°El sufrimiento de Artaud, el silencio de Rimbaud, la locura de Nerval le confirman que el verdadero creador no puede separar vida y poes¨ªa. (¡) Porque aquello que une a sus poetas admirados es lo que Verlaine llam¨® ¡®malditismo¡¯ y que, si bien en el poeta franc¨¦s ten¨ªa una connotaci¨®n m¨¢s vinculada con el dandismo y con ciertos recursos po¨¦ticos, en la versi¨®n de los malditos que se fue elaborando a lo largo del siglo XX ¡ªy de la que es deudora Alejandra, a quien cabe considerar la primera mujer no europea entre los malditos¡ª el acento est¨¢ puesto, por un lado, en la ontologizaci¨®n de la palabra po¨¦tica (¡) y, por el otro, en la ruptura con todos los presupuestos burgueses, desde la sexualidad hasta el trabajo productivo¡±. Sintaxis y argumento: dos confusiones sumadas. As¨ª rechina la extinci¨®n del noble oficio de corrector de estilo. Unas p¨¢ginas m¨¢s adelante: ¡°Pizarnik segu¨ªa sin darse cuenta de que el modelo de poeta maldito hab¨ªa ca¨ªdo en desuso¡±. Peculiar procedimiento: se le atribuye la voluntad de ser algo que ella nunca expres¨® como ideal, para despu¨¦s negarle la posibilidad de serlo, a pesar de su obstinaci¨®n.
La presencia en Pizarnik de la angustia, de la atracci¨®n por la muerte, unidas al suicidio a sus 36 a?os, favorecen la lectura superficial de una obra que, sin embargo, sigue viva gracias a su riqueza de modulaciones, de hallazgos formales, de b¨²squedas que superan lo confesional y ¡ªen su ¨²ltima etapa, como en La bucanera de Pernambuco¡ª de obscenidad y juegos de palabras. La hermen¨¦utica del suicidio (¡°Alejandra se disfraza de muerte y se borra a s¨ª misma¡±; ¡°los continuos desenga?os la condujeron al abismo¡±, dicen las bi¨®grafas) aplana todo sobre el eje del desacomodo, la tartamudez, el miedo. Lumen, el sello que controla el corpus entero de Pizarnik (adem¨¢s de los libros mencionados, la Pose¨ªa completa, Nueva correspondencia y Prosa completa), saca ahora un volumen de tapa dura, con texto e ilustraciones de la jerezana Ana ?M¨¹shell, bajo el t¨ªtulo significativo de Maldita Alejandra.
Claro que pasa por vicisitudes econ¨®micas, se muda muchas veces, tiene desenga?os amorosos, vaivenes an¨ªmicos: es una vida de poeta.
El pr¨®logo, a cargo de Luna Miguel, empieza: ¡°Ella cre¨ªa que nadie amaba sus poemas (¡) ninguno de sus altivos sue?os pudo destruir la sensaci¨®n de que, en realidad, ella no era nadie. De que su poes¨ªa no era nada¡±. Falso: Pizarnik fue plenamente consciente de su situaci¨®n en un tejido literario vigoroso, como era el argentino de los a?os sesenta. ?rbol de Diana (1962), por poner un ejemplo, se public¨® en Sur ¡ªla editorial y revista de Victoria Ocampo, donde colaboraban asiduamente Borges, Murena, Silvina Ocampo, Alberto Girri¡ª con pr¨®logo de Octavio Paz. Dif¨ªcil ocupar un lugar m¨¢s central. En la primera mitad de esa d¨¦cada, cuando vive en Par¨ªs, establece una amplia red de corresponsales, promueve y publica poemas y cr¨ªticas en varias revistas de Buenos Aires, Caracas, Madrid y Par¨ªs. Se escribe con importantes intelectuales franceses; en 2018 Mariana Di Ci¨® edit¨® su sustanciosa correspondencia con Andr¨¦ Pieyre de Mandiargues. Claro que pasa por vicisitudes econ¨®micas, se muda muchas veces, tiene desenga?os amorosos, vaivenes an¨ªmicos: es una vida de poeta.
El libro de M¨¹shell, dispuesto en forma de diario, alterna una extensa glosa, en tono pat¨¦tico, de los poemas de Pizarnik y de la biograf¨ªa de Pi?a y Venti con las confesiones de un yo femenino atenazado por las fobias, los psiquiatras y las benzodiacepinas. Como el subt¨ªtulo indica que se trata de ¡°una metamorfosis con Alejandra Pizarnik¡±, en los dibujos hay muchas larvas, alguna cris¨¢lida, una estampa de Kafka, un bicho que despierta ocupando toda la cama. Variados retratos de la poeta, casi siempre fumando. Un gran Conejo Relojero. Si el texto habla de cocinar, la ilustraci¨®n es de una mesa con plato y copa a medio vaciar. Ante todo, ¡°me est¨¢ ayudando mucho leer sus diarios, sus poemas, ?sabes? Ella habla con naturalidad del miedo y del suicidio¡±. La poeta admirada como manual de autoayuda: fruta de nuestra estaci¨®n.
Alejandra Pizarnik. Biograf¨ªa de un mito
Autoras: Cristina Pi?a y Patricia Venti.
Editorial: Lumen, 2022.
Formato: tapa blanda (432 p¨¢ginas, 20,81 euros), e-book (8,54 euros) y audiolibro (16,19).
Maldita Alejandra
Autora: Ana M¨¹shell.
Editorial: Lumen, 2022.
Formato: tapa blanda (192 p¨¢ginas, 20,81 euros) y e-book (7,59 euros).
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