Benjam¨ªn Labatut vuelve a las tinieblas de la ciencia tras el ¨¦xito de ¡®Un verdor terrible¡¯
El escritor revelaci¨®n chileno publica ¡®MANIAC¡¯, una obra de ficci¨®n basada en John von Neumann, el excepcional matem¨¢tico h¨²ngaro nacionalizado en EE UU, padre de la computaci¨®n y pieza fundamental del proyecto Manhattan. ¡°Me atrae cuando una perspectiva ferozmente racional comienza a toparse con el terreno del delirio, de lo irracional¡±, dice el autor
Es mediod¨ªa del pasado mi¨¦rcoles en Santiago de Chile y el escritor Benjam¨ªn Labatut (Rotterdam, 43 a?os) abre la reja del edificio donde vive, una construcci¨®n de mediados del siglo XX de estilo franc¨¦s, acompa?ado de su perra Pina. Recibe en el patio trasero, en una peque?a mesa con dos sillas, una botella de vidrio con agua y dos vasos, donde algunos vecinos transitar¨¢n familiarmente durante la conversaci¨®n. Es el fen¨®meno editorial de Am¨¦rica Latina que, sin embargo, parece no importarle nada de lo que rodea el ¨¦xito. Probablemente porque, como ha dicho, se entren¨® para escribir a espaldas del mundo. Aunque escribe desde los 25 a?os, hasta hace no mucho combin¨® la escritura con un trabajo de periodista de comunicaciones en una organizaci¨®n internacional. Hasta que su tercer libro, Un verdor terrible (Anagrama, 2020), lo cambi¨® todo. Traducido a 22 idiomas, lo llev¨® a la primera l¨ªnea de la literatura mundial, a ser recomendado por Barack Obama y catalogado ¡ªcomo lo hizo The Telegraph a finales de agosto¡ª como un hombre que ¡°se est¨¢ perfilando r¨¢pidamente como el escritor sudamericano m¨¢s importante desde Borges¡±.
En esta entrevista, Labatut habla sobre su ¨²ltima novela, MANIAC, que public¨® en espa?ol Anagrama el 25 de octubre. Es una obra de ficci¨®n basada en hechos reales, que tiene como protagonista a John von Neumann (1903-1957), el excepcional matem¨¢tico h¨²ngaro nacionalizado en EE UU que sent¨® las bases de la computaci¨®n, fue pieza fundamental del proyecto Manhattan, estuvo considerado uno de los hombres m¨¢s inteligentes del siglo XX, un hombre que pari¨® el siglo XXI y se anticip¨® a sus preguntas fundamentales. La extrema racionalidad que roza con la locura, las ideas y personajes que obsesionan a Labatut, un escritor que cree que ¡°la literatura es un trabajo del esp¨ªritu, no es de la cabeza¡±.
Pregunta. ?Por qu¨¦ escribi¨® MANIAC en ingl¨¦s?
Respuesta. Para m¨ª, el ingl¨¦s es como mi lengua madre. Soy biling¨¹e desde los siete a?os. Me fui a vivir a Holanda cuando ten¨ªa siete y no habl¨¦ espa?ol hasta los 14, cuando regres¨¦ a Chile. Cuando hablo conmigo mismo, hablo en ingl¨¦s. Todas mis lecturas son en ingl¨¦s. Y he escrito en ingl¨¦s hace tiempo, porque para m¨ª es mucho m¨¢s natural. Borges lo dijo: es un mejor idioma.
P. ?Usted cree?
R. Es una realidad. Est¨¢ infectado de otras muchas lenguas. Tiene una plasticidad mucho mayor.
P. ?Mayor que el espa?ol?
R. Much¨ªsimo mayor. Y no tiene los problemas de las rimas. Escribir prosa limpia es casi imposible en espa?ol, porque todo topa con todo. En MANIAC, adem¨¢s, no puedo hacer un acento yiddish de un matem¨¢tico h¨²ngaro en espa?ol. Ahora mismo estoy de muy mal ¨¢nimo, porque todas mis ideas con respecto al libro est¨¢n en ingl¨¦s. Entonces, tengo que traducirlas en mi cabeza antes de dec¨ªrselas.
¡°Como dijo Borges, el ingl¨¦s es un mejor idioma, tiene una mayor plasticidad. El espa?ol es menos limpio¡±
P. ?C¨®mo llega a este cient¨ªfico?
R. Von Neumann es un monstruo que est¨¢ metido en todas partes. Es imposible estudiar la ciencia del siglo XX y que no aparezcan en todos lados, porque lo toc¨® todo. Es una figura tit¨¢nica. Y llegu¨¦ a ¨¦l por varios caminos. A trav¨¦s de los documentales de Adam Curtis, donde aparece una y otra vez. Luego, por La Catedral de Turing, de George Dyson, donde el personaje principal es Von Neumann. Encontr¨¦ mi libro dentro del libro de Dyson, al que tuve la oportunidad de escribir y agradecer. Y lo tercero fue una an¨¦cdota de uno de sus mejores amigos de Von Neumann, Eugene Wigner, que lo describe: ¡°S¨®lo ¨¦l estaba completamente despierto¡±. Como me interesa el tema del despertar, quer¨ªa saber qu¨¦ significa que un cient¨ªfico despierte.
P. Wigner dijo eso incluso habiendo conocido a Einstein.
R. Es que Von Neumann era alguien que realmente se sal¨ªa de cualquier escala. El lenguaje que ocupaban las personas para hablar de ¨¦l era religioso. Se habla de ¨¦l como un extraterrestre, como el pr¨®ximo paso en la evoluci¨®n humana. Y en el libro como lo que fue: una figura casi mitol¨®gica. Como si fuera un peque?o dios jugando con el mundo. Hoy, como estamos acerc¨¢ndonos a un mundo donde nos topamos con otros tipos de inteligencia, Von Neumann aparece como un ejemplo: una inteligencia tan afilada que corta.
P. Lo describe como el hombre que pari¨® el siglo XXI, aunque vivi¨® la primera mitad del XX.
R. La cabeza de Von Neumann era como un computador antes de que existieran los computadores. Ten¨ªa una aptitud para un cierto tipo de pensamiento l¨®gico que lo separaba del resto de la humanidad. Y para m¨ª esa es una obsesi¨®n particular: los monstruos y los delirios de la l¨®gica son, fundamentalmente, lo que me ocupa. El hecho de que hoy estemos teniendo que lidiar con eso en nuestras vidas cotidianas, con entidades que han nacido de ese tipo de razonamiento, es la raz¨®n por la cual escribo el libro.
¡°El coraz¨®n de la literatura es el delirio. Los libros salidos de la parte delantera de la cabeza est¨¢n muertos¡±
P. Dice que le interesa el despertar. ?Qu¨¦ entiende por ello?
R. Hay ciertos estados exaltados de la conciencia que son la otra gran preocupaci¨®n de mi vida. Nunca me ha bastado con la conciencia que ocupamos en nuestra cotidianidad. ?Qu¨¦ significa el despertar? No lo s¨¦. En el caso de Von Neumann, es una forma de penetrar la realidad a trav¨¦s de la abstracci¨®n. Si se observan los otros despertares a los que tenemos acceso, tambi¨¦n son profundamente abstractos: momentos donde el fen¨®meno humano, por ejemplo, en el caso del budismo, se deconstruye. Lo interesante es que si sigues en la ciencia, terminas top¨¢ndote con las mismas problem¨¢ticas. ?Cu¨¢les son los l¨ªmites de la raz¨®n? ?Qu¨¦ es este aspecto tan delirante que tiene la mente? Y lo que me atrae es donde se juntan ambas cosas: cuando una perspectiva ferozmente racional comienza a toparse con el terreno del delirio, de lo irracional. Yo he encontrado un camino para hablar de los grandes misterios de la conciencia, el misticismo, a trav¨¦s de la ciencia que, por lo menos en alg¨²n aspecto, niega la existencia de todo eso.
P. Es lo curioso: que a trav¨¦s de la ciencia se introduzca en asuntos como los misterios de la conciencia y el misticismo.
R. Es curioso solo en parte, porque las matem¨¢ticas son un mundo ilimitado, invisible, que no est¨¢ atado a ninguna versi¨®n de la realidad. El universo de las matem¨¢ticas es algo que no cabe en la cabeza del ser humano. Para m¨ª, las matem¨¢ticas son el camino con que me acerco a los misterios a los que otra persona puede llegar a trav¨¦s de las religiones, el misticismo, el chamanismo. Es el ¨¢mbito de lo invisible. Las matem¨¢ticas son algo con lo que solo podemos interactuar a trav¨¦s del ejercicio de la mente. En ese sentido, es algo muy misterioso, porque sus efectos pr¨¢cticos nos rodean a todos.
P. Alguna vez habl¨® de la mezcla de ciencia, ritos de magia, experimentaci¨®n de sustancias, privaci¨®n de sentidos. ?Son elementos presentes para usted a la hora de escribir?
R. S¨ª, yo creo que la literatura es, posiblemente, la ¨²ltima arte oscura. Esencialmente, el coraz¨®n de la literatura es el delirio. Su objeto es lo invisible. La perspectiva que nos da la literatura sobre la realidad tiene que ver con los juegos del inconsciente. Los libros escritos solo con la parte delantera de la cabeza est¨¢n muertos. No incorporan nuestros aspectos m¨¢s esenciales. Y la literatura tiene la capacidad de considerarlo todo. La literatura es un arte profundamente irracional y, por lo mismo, peligrosa.
P. ?Qu¨¦ tan prematuro fue su acercamiento a la literatura?
R. Era un ni?o triste y los ni?os tristes, leen. Los buenos libros, por ejemplo, los de Roald Dahl, son milagrosos, ocurren muy poco. Y cuando eres chico y eres lector, la posibilidad de escribir un buen libro es inimaginable. Eso lo acarre¨¦ conmigo toda mi vida y no escrib¨ª durante mucho tiempo. No me anim¨¦ a hacerlo hasta que llegu¨¦ a una cierta edad. Y, realmente, fue hacer un pacto. No es una carrera ni un af¨¢n, sino una actitud reverencial. Hay una escena muy linda en la pel¨ªcula No es pa¨ªs para viejos, donde un sheriff habla de la criminalidad y dice: si t¨² vas a ser parte de ese mundo, de alguna manera vas a tener que poner tu alma en riesgo. Y yo creo que la literatura tiene algo de eso. T¨² pones tu cabeza y un aspecto de tu alma en riesgo. No s¨¦ si se puede hacer de otra manera.
¡°El mandato de la ciencia es llevarnos una y otra vez al borde del abismo¡±
P. ?Cu¨¢ndo se anim¨® a escribir?
R. Empec¨¦ a escribir a los 25 a?os. A los 25 a?os conoc¨ª a mi maestro, el poeta chileno Samir Nazal. Conocerlo ¡ªun viejo en una cueva¡ª fue como un bautizo. ?l me ense?¨® que la literatura no se trata de los libros ni de escribir.
P. ?Y de qu¨¦ se trata?
R. Es como cuando los ni?os empiezan a atreverse a abrir los ojos en la oscuridad. Se trata de desarrollar una sensibilidad con lo invisible. Cuando todo el mundo dice que lo invisible no existe o que no importa o que es una ficci¨®n y te das cuenta de que ah¨ª es donde ocurren las cosas m¨¢s importantes. Y yo creo que la ciencia lo reconoce profundamente, porque la ciencia es volver visible lo invisible.
P. ?En qu¨¦ momento aparece la ciencia como un elemento fundamental?
P. A m¨ª siempre me ha interesado el absoluto, el vac¨ªo, Dios, el infinito. Y no creo que haya ning¨²n otro ¨¢mbito del quehacer humano que tenga una mayor relaci¨®n con esas cosas que la ciencia.
P. ?Es creyente, ateo, agn¨®stico?
R. Ni una de esas cosas. Si se puede ser ateo y creyente, esa es la categor¨ªa. Es necesario para vivir: la plasticidad para sostener la paradoja dentro del coraz¨®n. A veces implica creer en todos los dioses y, otras, no creer en nada. Y sin esa operaci¨®n doble, te pierdes la mitad del mundo. La literatura es una maravilla en ese sentido, porque es como una fe sin credo o una religi¨®n sin mandamiento. Por eso soy escritor, porque exige tener un tipo de mente que bordea en la psicopatolog¨ªa. Las contradicciones son el coraz¨®n de la literatura. Y la raz¨®n no admite contradicciones, pero la irracionalidad est¨¢ llena de ellas. Y escribir requiere las dos cosas: tener un control muy apol¨ªneo de tu cerebro, del lenguaje y conocer todo lo que puedas de la realidad y, al mismo tiempo, hacer espacio para lo milagroso, lo oscuro, lo incomprensible.
P. Volvamos a MANIAC. Lo que le atrapa no es tanto el personaje de Von Neumann, sino sus ideas, ha dicho. ?C¨®mo es esto?
P. Me interesan las ideas. Y hay ideas que est¨¢n muy muertas. Hay otras, sin embargo, que pasan a ser carne y afectan el mundo. Claro, detr¨¢s de toda idea hay seres humanos. Y hay ciertos tipos de seres humanos que me interesan. Lo que gu¨ªa lo que escribo es mi curiosidad intelectual y espiritual. Y, en ese sentido, me aburren mucho las historias que reflejan la realidad que todos conocemos ya de memoria. Prefiero que me muestren algo incomprensible. Un monstruo de Lovecraft dentro de una ecuaci¨®n, porque estos asuntos nos abren al misterio esencial que est¨¢ en el coraz¨®n de las cosas. Y el aspecto trascendente de personajes como Von Neumann tiene que ver con sus ideas. En el mundo moderno es profundamente misterioso que existan en personas como John von Neumann. Y esto ocurre en todo ¨¢mbito.
P. ?Podr¨ªa dar un ejemplo?
R. Que Messi pueda jugar como lo hace es incomprensible incluso para sus propios compa?eros de equipo. Escuchas de los tipos hablar y dicen: ¡°Es imposible. Estamos en entrenamiento y el tipo tira 40 tiros libres y son 40 tiros libres al ¨¢ngulo¡±. Entonces, hay toda una serie de fen¨®menos humanos y no humanos que nos exceden y que por un segundo nos muestran el mundo en su verdadera riqueza. Nosotros empobrecemos la realidad de una manera que es criminal. Para poder ir a recoger a tu hija al colegio, tienes que ignorar el 95% de lo que te rodea.
P. De las ideas de Von Neumann, ?cu¨¢l considera central?
R. Von Neumann estaba pensando en algo que es extremadamente relevante hoy en d¨ªa: los l¨ªmites de qu¨¦ es computable. Eso es un misterio que est¨¢ desde el origen de la computaci¨®n. Y a mi gusto, apunta directamente a los l¨ªmites de la raz¨®n. ?Qu¨¦ es lo que la l¨®gica nos puede mostrar de la realidad? ?Cu¨¢les son estas contradicciones que habitan los sistemas formales como la matem¨¢tica? ?Cu¨¢les son las monstruosidades y los ¨¢ngeles que tambi¨¦n brotan de ah¨ª y que de alguna manera nos salvan? Las ideas de Von Neumann son ¡ªy esto es lo fundamental¡ª incomprensibles. No entiendo ni el 1% de lo que este hombre trajo al mundo. Pero soy capaz de distinguir cuando ocurre un milagro. Y el libro se trata un poco de eso: de ver cu¨¢ndo un monstruo asoma la cabeza. Es mi trabajo como escritor.
¡°Ser escritor es como ser exorcista. Tienes que tener familiaridad con el demonio, saber d¨®nde est¨¢¡±
P. En una parte se plantean algunas preguntas: ?c¨®mo se castiga a una m¨¢quina??C¨®mo le ense?as a una distinguir entre el bien y el mal? Se trata de un asunto que parece muy actual ante la inteligencia artificial o la realidad virtual.
R. Estamos creando estas entidades que est¨¢n haciendo volver las grandes preguntas para las cuales no tenemos ninguna respuesta definitiva. Nuestra tecnolog¨ªa ha llegado a un punto donde cuestiona lo que significa ser humano, la conciencia, incluso nuestra propia sobrevivencia. Pero la ciencia siempre ha funcionado as¨ª. Parte del mandato esencial de la ciencia es que nos va a llevar una y otra vez al borde del abismo. Y eso es necesario, porque hay un aspecto nuestro que solo podemos ver cuando miramos el abismo de frente.
¡°Estamos entrando en un mundo donde lo real no se distingue de lo ficticio: se nos cumplen demasiados sue?os¡±
P. Este momento que describe, ?qu¨¦ le provoca?
R. Lo mismo que todo el mundo: terror, fascinaci¨®n, entusiasmo, p¨¢nico, excitaci¨®n. Y a ratos, aburrimiento. Por ejemplo, con la inteligencia artificial estoy profundamente aburrido. Es como que no hubiese ning¨²n otro tema. Sin embargo, tambi¨¦n es inevitable, porque tenemos un problema existencial, global, que se resolver¨¢ de maneras que por el momento no podemos imaginar. Por eso, mi libro anterior, La piedra de la locura, lo ¨²nico que dec¨ªa es que tal vez debamos prestarles atenci¨®n a aspectos que hasta ahora hemos descartado. Porque estamos entrando en un mundo donde lo real ya no es distinguible de lo ficticio, donde se nos est¨¢n cumpliendo demasiados sue?os. La gente est¨¢ hablando de la inmortalidad como si fuese algo posible. Y es la raz¨®n principal por la que el mundo se siente actualmente como si fuese una pesadilla. Cuando se te cumplen demasiados sue?os, el asunto se vuelve pesadillesco.
P. ?Qu¨¦ es para usted ser escritor?
R. Ser escritor es como ser exorcista. Tienes que tener familiaridad con el demonio. Y saber d¨®nde est¨¢ para perseguirlo.
P. ?Y c¨®mo est¨¢n sus demonios?
R. Muy vivos. Obvio que s¨ª.
¡®MANIAC¡¯. Benjam¨ªn Labatut. Traducci¨®n del ingl¨¦s del propio autor. Anagrama, 2023. 400 p¨¢ginas. 21,90 euros
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