Andaluc¨ªa contra su paisaje: los nuevos artistas que reinventan la geograf¨ªa andaluza
Varios pintores se deshacen, en una serie de nuevas exposiciones, del encorsetamiento con el que el arte andaluz ha mirado a su tierra y su identidad
En el imaginario andaluz heredado del siglo XIX perviven los cuadros de las dehesas y las marinas brillantes, las fotograf¨ªas de familias pudientes que veranean de punta en blanco y de campesinos que miran a la c¨¢mara con recelo. En nuestro siglo, tenemos la continuaci¨®n casi par¨®dica de estas escenas: im¨¢genes de la golden hour gaditana, de chiringuitos con m¨²sica en directo, de selfis con vistas a la Alhambra y de cortijos remodelados que sirven de escenario para bodas. El paisaje andaluz es un invento enormemente rentable y, desde el Romanticismo, ha encontrado en el arte a un aliado estupendo. Los artistas dieron forma a una imagen muy poderosa, encontraron sus elementos m¨¢s llamativos y ex¨®ticos e inventaron y empaquetaron ese lugar para el disfrute del turista y para orgullo del local. Cualquier museo europeo guarda im¨¢genes creadas por sus viajeros, fundamentales en este invento costumbrista. En los Reales Museos de Bruselas, se ha abierto recientemente una sala dedicada a los dibujos de Constantin Meunier en la Sevilla decimon¨®nica: son ¨¢giles bocetos de caf¨¦s cantantes, gitanos, tabernas¡ Una colecci¨®n que habla de Andaluc¨ªa en su conjunto como un entorno virgen, primitivo, tel¨²rico.
No es de extra?ar que, desde hace tiempo, haya artistas andaluces que trabajen contra este imaginario. La destrucci¨®n de los entornos naturales, la turistificaci¨®n y el blanqueamiento de las condiciones laborales del campo andaluz provoca una serie de respuestas cr¨ªticas que no son nuevas, pero que cada vez reciben mayor atenci¨®n en el arte contempor¨¢neo. El ejemplo perfecto est¨¢ en un n¨²mero creciente de obras sobre la cuenca minera de Riotinto, en Huelva, quiz¨¢ uno de los espacios m¨¢s extra?os de la geograf¨ªa europea y tambi¨¦n uno de los m¨¢s fr¨¢giles. En la sede del C3A de C¨®rdoba, la artista malague?a Regina de Miguel (1977) expone Nekya, una pel¨ªcula r¨ªo, una obra entre el archivo documental, el ensayo cient¨ªfico y las interpretaciones m¨ªticas.
De Miguel lleva a?os entrelazando la investigaci¨®n cient¨ªfica y la creaci¨®n art¨ªstica en una amplia producci¨®n que abarca la pintura, el videoensayo, la instalaci¨®n y la performance. En Nekya toma como punto de partida los estudios sobre los organismos extrem¨®filos de Riotinto, aquellos seres vivos que sobreviven all¨¢ donde la vida parece imposible, para trazar un paralelismo con las dur¨ªsimas condiciones de vida en las minas. Riotinto es un antipaisaje que los astrobi¨®logos investigan por sus similitudes a Marte, un entorno maltratado, horadado, pero que sirve para plantear desde un punto de vista honesto otra relaci¨®n con el entorno.
La historia de estas minas se aleja considerablemente de las id¨ªlicas representaciones de la vida en Andaluc¨ªa. La revoluci¨®n industrial transform¨® totalmente el lugar con la llegada de inversores ingleses, que aprovecharon la maltrecha situaci¨®n de la Hacienda espa?ola para extraer recursos a conciencia y sin l¨ªmite. Las p¨¦simas condiciones laborales y la perenne nube negra que resultaron de la combusti¨®n de los minerales se tradujeron en una alt¨ªsima mortandad y en huelgas reprimidas con gran violencia, como la del a?o de los tiros de 1888. La Rio Tinto Company, que sigue operando hoy en muchos lugares del mundo, ocult¨® los m¨¢s de 150 cad¨¢veres de obreros asesinados, con el silencio del Gobierno de entonces.
La pel¨ªcula de Regina de Miguel teje con habilidad esta historia con la represi¨®n que sufri¨® el pueblo minero durante la Guerra Civil. Las fosas comunes y la identificaci¨®n de cad¨¢veres de mineros a partir de los restos de materiales t¨®xicos presentes a¨²n en sus huesos forman una clave simb¨®lica que trenza la historia biol¨®gica, la econ¨®mica y la emocional de este espacio. La geolog¨ªa se reivindica como una categor¨ªa m¨¢s de la vida y, con sutileza, se nos explica que el paisaje tiene una pol¨ªtica bien disimulada que la pel¨ªcula propone desvelar y revertir, sin abandonar la hondura de la tradici¨®n entendida en su forma m¨¢s propositiva y menos nost¨¢lgica ¡ªel cante de Carmen Yruela que acompa?a gran parte de la pel¨ªcula ilumina una propuesta que termina alej¨¢ndose de lo apocal¨ªptico¡ª.
En el entorno de estas minas se lleva tambi¨¦n a cabo el proyecto INTRA: Preguntas a la tierra y su g¨¦nero, coordinado por Manuel Prados, con el apoyo del ICAS de Sevilla y de la Fundaci¨®n Carasso. El proyecto, ha presentado la obra de cuatro artistas reconocidas (Mar¨ªa Molina, Rosell Meseguer, Mar¨ªa Garc¨ªa y Elena Lavell¨¦s), en cuyas obras es fundamental el trabajo geol¨®gico. En la fase actual del proyecto, entre el activismo ecologista, el feminismo y la creaci¨®n art¨ªstica, estas artistas est¨¢n tutorizando a un grupo de diecis¨¦is personas que investigar¨¢n de forma creativa sobre el paisaje minero y las consecuencias de la reactivaci¨®n de las minas en todo el mundo, potenciadas por la ¡°transici¨®n energ¨¦tica¡± y el desarrollo tecnol¨®gico. Las obras que resulten de este proceso ser¨¢n expuestas en la sala At¨ªn Aya de Sevilla en marzo de 2024.
Obras expuestas en la exposici¨®n ASTER, en el Colegio de Aparejadores de Sevilla, dan buena fe de lo f¨¦rtil que resultan este tipo de investigaciones: la obra colectiva El aullido inaudible, por ejemplo, consiste en una alfombra que, al ser pisada por los visitantes, reacciona ¡°quej¨¢ndose¡±. En diferentes lugares de Andaluc¨ªa aparecen intereses similares entre los artistas m¨¢s j¨®venes: la obra Iceberg Negro, de Guillermo Rodr¨ªguez y Luc¨ªa Ca?al que se expone actualmente en el espacio Iniciarte de C¨®rdoba investiga la relaci¨®n entre espacio natural y espacio digital o ficticio. Los intereses visuales de estos artistas no se alejan del todo de un paisajismo heredado de artistas como Carmen Laff¨®n.
Otro acercamiento colectivo a estas nuevas formas de interpretar el paisaje, m¨¢s diverso en sus aportaciones, puede encontrarse en la reci¨¦n inaugurada exposici¨®n Reflejos de Do?ana en Sevilla, en la Casa de la Provincia de la capital andaluza. Aqu¨ª se ha optado por un entorno metropolitano para pensar en Do?ana m¨¢s all¨¢ de sus fronteras oficiales. El resultado es brillante, a pesar de la irregularidad de los 52 presentados. La porosidad de concepciones sobre qu¨¦ puede considerarse ¡°naturaleza¡± termina anulando el concepto mismo de paisaje, aunque en muchas de las obras la contemplaci¨®n y la belleza se reivindiquen como formas de resistir en entornos casi apocal¨ªpticos.
Este nuevo paisajismo, si entendemos el t¨¦rmino de forma amplia, parece estar en condiciones de deshacerse del encorsetamiento habitual con el que el arte andaluz ha mirado a su tierra. La familiaridad con la que los artistas j¨®venes trabajan con las herramientas tecnol¨®gicas, las perspectivas ecol¨®gicas y de g¨¦nero ¡ªque estaban ya presentes en el arte de d¨¦cadas anteriores, pero quiz¨¢ sin tanta interacci¨®n entre ambas¡ª y la extensi¨®n del trabajo colectivo e interdisciplinar permiten pensar en un futuro en el que la representaci¨®n idealizada es sustituida por una imaginaci¨®n desbordante que no est¨¢ conforme en un paisaje que finge normalidad ante el desastre ecol¨®gico.
¡®Nekya, una pel¨ªcula r¨ªo¡¯. Regina de Miguel. TBA21. C3A. C¨®rdoba. Hasta el 31 de marzo de 2024.
¡®Reflejos de Do?ana en Sevilla¡¯. Casa de la Provincia. Sevilla. Hasta el 3 de diciembre.
¡®Iceberg Negro¡¯. Guillermo Rodr¨ªguez y Luc¨ªa Ca?al. Iniciarte. C¨®rdoba. Hasta el 26 de noviembre.
¡®Indexar el paisaje¡¯. Fundaci¨®n Cerezales. Cerezales del Condado (Le¨®n). Hasta el 19 de noviembre.
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