¡®T¨² no eres especial¡¯, un alegato contra el individualismo

Empecemos con un ejercicio de sinceridad. Cu¨¢ntas veces hemos o¨ªdo, y, seamos francos, hemos dicho, ¡°yo soy muy especial¡±: en el trabajo, con amigos y, la guinda del pastel, con la pareja, o para querer conseguir una. A buen seguro, pr¨¢cticamente ninguno se ha librado, convencidos de que juega a nuestro favor. Recurramos ahora a una voz autorizada como Lipovetsky, y su ensayo La era del vac¨ªo. Ensayos sobre el individualismo contempor¨¢neo (1983), donde nos habla del individualismo, y lo defiende como argumento irrefutable que evidencia que hemos evolucionado a una sociedad democr¨¢tica y avanzada, huyendo de una sociedad con reglas universales en la que las personas pensaban en el inter¨¦s colectivo. Olvid¨® decir, me permito matizar al fil¨®sofo y soci¨®logo franc¨¦s, que es el individualismo, la muerte de lo grupal y la defensa del hedonismo, el que nos deja en manos del capitalismo y el mercado sin referencias al pasado, a lo social y a un futuro colectivo m¨¢s que deseable.

Y ah¨ª es donde se cuela el ensayo de Alejandro P¨¦rez Polo T¨² no eres especial. Mascotas, ¡®selfies¡¯ y psic¨®logos. Sin concesi¨®n al nihilismo, al egocentrismo contempor¨¢neo, a esa creencia fr¨ªvola de que todos somos artistas de lo ¨²nico, critica el individualismo con interesantes argumentos, porque, a su juicio, nos aboca a una sociedad que, al creer en el yo como ¨²nica verdad fundamental, acabar¨¢ por dejarnos solos. ¡°Nos dicen que somos especiales, para generar la ilusi¨®n de ser un Yo diferente ¡ªy mejor¡ª que el resto de los Yoes de por ah¨ª¡±.

Ya el soci¨®logo Bauman, leemos en el pr¨®logo de Pascual Serrano, ¡°se?alaba que las redes sociales habr¨ªan venido a ser las revistas del coraz¨®n donde el protagonista ¨¦ramos nosotros. La gente sencilla no puede aspirar a ser portada del Hola, pero, mira por d¨®nde, ha visto que puede ser la protagonista de su Facebook o su Instagram¡±. Pero no son solo las redes y sus selfis los que nos lanzan al cultivo del ego, tambi¨¦n nos habla de la dictadura de las sonrisas. ?Cu¨¢ntas veces o¨ªmos la importancia de mostrar felicidad?, del vivir en el presente sin tiempo ni ganas de pensar en el futuro ni, por supuesto, hacer una concesi¨®n a la construcci¨®n colectiva. C¨®mo hacerlo, si cada uno est¨¢ preocupado, como bien dice Polo, en contar su drama.

¡°Donde antes hab¨ªa amigos, parejas, hijas, sobrinos, nietos, ahora hay mascotas, likes y seguidores. Todo son intentos de sustituir v¨ªnculos s¨®lidos por v¨ªnculos l¨ªquidos y flexibles que quieren rellenar el vac¨ªo provocado por la ausencia del otro¡±

Nos da el autor variados argumentos que, ya lo anticipo, pueden levantar alguna ampolla. ?Acaso no es esta moda del mascotismo una muestra de la ausencia de v¨ªnculos? ¡°Donde antes hab¨ªa amigos, parejas, hijas, sobrinos, nietos, ahora hay mascotas, likes y seguidores. Todo son intentos de sustituir v¨ªnculos s¨®lidos por v¨ªnculos l¨ªquidos y flexibles que quieren rellenar el vac¨ªo provocado por la ausencia del otro¡±. ?No es la moda del tatuaje un signo que antes era de pertenencia a un colectivo y ahora algo que te distingue del resto? ?D¨®nde quedan los relatos colectivos? ¡°Esas grandes epopeyas que configuraban una forma de pertenencia hist¨®rica, que atraviesa siglos, que es memoria y tradici¨®n, pero tambi¨¦n horizonte de futuro, se han ido diluyendo hasta convertirse en relatos personales, reducidos a la vida que uno tenga¡±. Una moda que afecta de modo transversal a derecha e izquierda y que es fruto del derrumbe de las ideolog¨ªas: ¡°El colapso de las utop¨ªas en el siglo XX (anarquismo, socialismo, comunismo) fue tambi¨¦n el colapso de los relatos colectivos, de esas ideas que permit¨ªan forjar comunidades con horizontes de llegada a largo plazo¡±.

Quiz¨¢s, para evitar todo lo anterior, deber¨ªamos reflexionar y quedarnos con uno de los objetivos del libro, buscar soluciones ¡°para recoser los lazos colectivos y recuperar existencias significantes¡±.

T¨² no eres especial. Mascotas, selfies y psic¨®logos?

Alejandro P¨¦rez Polo?
Akal, 2023
160 p¨¢ginas. 15 euros

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