¡°Puede ser considerado la ¨²ltima frontera¡±: c¨®mo es vivir con un tatuaje en la cara, la moda que salta del ¡®trap¡¯ a las calles
Dibujarse el rostro era una osad¨ªa entre estrellas exc¨¦ntricas como Mike Tyson o figuras del trap como Pimp Flaco o Yung Beef, pero desde hace un tiempo ha saltado a la vida cotidiana, en la que el rostro tatuado a¨²n se mira con cierto miedo y distancia
¡°Es que el tatuaje en la cara ya no es como antes¡±, dijo el cantante Pimp Flaco durante una entrevista en el programa Grimey hace una semana. ¡°No es como hace cinco a?os. Ahora es casi normal. Antes, cuando solo cuatro o cinco en Espa?a llev¨¢bamos la cara tatuada era algo loco, era como decir me la suda todo. Pero ahora hasta me da pereza hacerme m¨¢s porque parece que quieres ir de guay¡±.
La afirmaci¨®n es atrevida. De hecho, alg¨²n comentario se?alaba ir¨®nicamente la supuesta exageraci¨®n del artista barcelon¨¦s que lleva, desde hace a?os, una rosa tatuada en la sien derecha: ¡°S¨ª, s¨ª, super normal mi abuela tiene un par de amigas con la cara tatuada¡±. Es cierto, todav¨ªa es raro llevar un tatuaje en el rostro. Pero tambi¨¦n es innegable que en los ¨²ltimos a?os esta pr¨¢ctica ha dejado de ser propiedad exclusiva del mundo del trap y la m¨²sica urbana. Para empezar, antes de ellos ya estaba el boxeador Mike Tyson, un pionero en el tatuaje facial, que en 2003 se plant¨® en mitad de la cara un tribal que, seg¨²n dijo, ¡°resaltaba su esp¨ªritu guerrero¡±. Otro precursor de este atrevido gesto fue el colaborador televisivo Coto Matamoros. En el podcast de Jordi Wild relat¨® c¨®mo decidi¨® tatuarse el cr¨¢neo tras fumar dos pipas de opio con su tatuador.
Despu¨¦s de ellos lleg¨® la generaci¨®n que invent¨® el trap, que elev¨® el tatuaje facial a la categor¨ªa de corriente est¨¦tica. Kinder Malo, cantante y hermano de Pimp Flaco, se transform¨® en un manifiesto viviente al tatuarse en la frente la frase ¡°los animales no son comida¡±. Cecilio G, conocido tanto por su m¨²sica como por sus pol¨¦micas, luce un Gyarados, (un Pok¨¦mon drag¨®n tipo agua) inacabado en su abdomen y la hoz y el martillo en uno de sus b¨ªceps. Sin embargo, su rasgo m¨¢s distintivo es la cruz que adorna su frente, acerca de la cual nunca ha proporcionado una explicaci¨®n. Yung Beef tiene los nombres de sus hijos escritos en la cara, y Kaydy Cain, su compa?ero en el grupo Pvvr Gvng, luce un beso en un lado de la cara y un helado en el otro. Durante su aparici¨®n en el programa La Resistencia explic¨® que al hacerse esos tatuajes se impon¨ªa un compromiso irrevocable con la m¨²sica, consciente de que con ellos se cerrar¨ªan las puertas a empleos convencionales.
En la era post trap, distintos iconos de la cultura pop se han sumergido en el mundo del tatuaje facial, con distintos grados de atrevimiento. Justin Bieber se inscribi¨® la palabra ¡®grace¡¯ (gracia) encima de la ceja, como una sutil declaraci¨®n de fe. La actriz Cara Delevingne se hizo un tatuaje de un diamante dentro de su oreja derecha y, en el exterior de la misma oreja, se grab¨® cuatro estrellas en forma de la constelaci¨®n de la Cruz del Sur, un s¨ªmbolo de Brasil que se dibuj¨® durante un viaje a R¨ªo de Janeiro. El actor Jamie Foxx tiene tatuado un gran tribal en la parte posterior de cabeza que, seg¨²n ha contado en alguna entrevista, se hizo por su 40 cumplea?os.
El siguiente paso, de alguna forma inevitable, es que el tatuaje en el rostro ha llegado a las calles. ¡°Indiscutiblemente, este tipo de tatuajes se han vuelto tendencia en los ¨²ltimos a?os¡±, afirma en conversaci¨®n con ICON el cr¨ªtico literario y profesor de literatura Nadal Suau, que acaba de ganar el Premio Anagrama de Ensayo con su libro Curar la piel, en el que reflexiona en torno a este arte. ?l cataloga a los tatuajes faciales bajo la categor¨ªa de ¡°tatuaje ind¨®cil¡±. En este grupo tambi¨¦n engloba los tatuajes ir¨®nicos, magn¨ªficamente representados por la cara de Arturo Valls que la cantante Samantha Hudson se grab¨® en la nalga en 2019. Tambi¨¦n a?ade lo que denomina tatuajes ¡°feos, sucios o violentos¡±, tal como ser¨ªa pintarse en la piel el ano de una vaca, y que considera ¡°un mal gusto que desobedece el imperativo de lo bello homog¨¦neo¡±.
¡°Probablemente nunca me haga un tatuaje en la cara, aunque, obviamente, nunca se sabe¡±, admite el autor. ¡°Puede ser considerado la ¨²ltima frontera, el tipo de tatuaje que a¨²n no se ha normalizado, que todav¨ªa mantiene la capacidad de causar inquietud, de generar preguntas, de captar la mirada del transe¨²nte. Aunque la moda ha intentado capitalizar esta tendencia, persiste un fuerte elemento de tab¨²¡±. Afirma que un tatuaje facial puede cambiar radicalmente la percepci¨®n que otros tienen de la persona que lo lleva. ¡°Y m¨¢s all¨¢ de la mirada ajena, un cambio tan extremo y bestia como un tatuaje en la cara puede influir profundamente en c¨®mo una persona se ve a s¨ª misma¡±, reflexiona.
Nadal Suau vincula directamente la moda de los tatuajes en la cara con el surgimiento del movimiento trap de hace unos a?os. ¡°En realidad, en la historia reciente del tatuaje, han sido frecuentemente las estrellas de la m¨²sica, especialmente las figuras del rock, mucho m¨¢s que los deportistas, quienes han impulsado el desarrollo de esta forma de arte. Son los traperos quienes han colocado el tatuaje facial en el foco, asign¨¢ndole una dimensi¨®n de tendencia est¨¦tica¡±, defiende. Subraya la influencia de los movimientos contraculturales juveniles en la decisi¨®n de personas como ¨¦l de tatuarse. ¡°El cambio m¨¢s reciente, el que ha llevado a alguien como yo a tatuarse, est¨¢ enraizado en estas contraculturas. Dentro de ellas, la m¨²sica siempre ha desempe?ado un papel destacado debido a su car¨¢cter de arte m¨¢s universalmente accesible y su capacidad para cohesionar a los grupos, desde los tiempos de Janis Joplin hasta nuestros d¨ªas¡±.
El pasado mes de febrero, Julia Bermejo, que ha trabajado de librera durante quince a?os, decidi¨® tatuarse un sol con botas en una de sus mejillas, dise?ado por JLR, un tatuador sevillano que reinterpreta el imaginario andaluz con un enfoque personal. En ese momento, ya ten¨ªa varios tatuajes en el cuerpo. ¡°Mi madre dir¨ªa que muchos, yo dir¨ªa que pocos¡±, bromea. Se hizo el primero con diecisiete o dieciocho a?os. ¡°Era una ¨¦poca en la no hab¨ªa tanta gente tatuada, pero yo ten¨ªa esa obsesi¨®n en mente¡±. No volvi¨® a marcarse el cuerpo hasta cumplir los 30 a?os. ¡°Tuve una ruptura de mierda y pens¨¦ que lo mejor era pasar por ah¨ª y dejar constancia de tr¨¢nsito, a veces le damos a los tatuajes el mismo significado que la anotaci¨®n en el diario pero en piel propia¡±.
Tras aquel tatuaje, siguieron otros, conformando una colecci¨®n mayoritariamente adherida al estilo denominado black work, con ciertos toques de tatuaje tradicional. La decisi¨®n de tatuarse la cara surgi¨® m¨¢s de un impulso espont¨¢neo que de una planificaci¨®n detallada. ¡°Ve¨ªa dise?os y personas con tatuajes en la cara, hasta que, de repente, decid¨ª hacerlo. Es parecido a tener un libro en la mesilla de noche durante siete semanas y, un d¨ªa, sin m¨¢s, te lanzas a leerlo de un tir¨®n¡±. Respecto al hecho de trabajar de cara al p¨²blico se?ala que, como mujer, siempre habr¨¢ cr¨ªticas y prejuicios que enfrentar, independientemente de c¨®mo se presente o act¨²e. ¡°?Qu¨¦ quieres que te diga? Siempre vas a ser demasiado infantil o banal para alguna gente. Y da igual, por m¨¢s que fuera vestida correct¨ªsima siempre entrar¨ªa alguien que no me iba a tomar en serio¡±.
Bermejo ha aprendido a tatuarse respetando una suerte ¨¦tica que ordena priorizar las zonas corporales a tatuar en funci¨®n de su sensibilidad y visibilidad. ¡°Se aconseja que los principiantes eviten inicialmente zonas de alta sensibilidad, como el est¨®mago, para poder acostumbrarse primero al proceso en ¨¢reas menos dolorosas y m¨¢s discretas¡±, explica. Esto facilita que la persona descubra su tolerancia al dolor y su reacci¨®n ante el tatuaje. Bermejo ha llegado a la conclusi¨®n de que, aunque se quiera, ¡°hay c¨®digos sociales que son dif¨ªciles de trascender¡±. Por eso ella ha optado por respetar estas reglas no oficiales. ¡°Para m¨ª hacerlo as¨ª es lo m¨¢s sano. Aunque por supuesto, si alguien quiere transgredir estos c¨®digos me parece genial¡±.
?lvaro Costa, m¨¢s conocido como Cos.915 en la escena del tatuaje, se identifica con una nueva corriente de artistas que no sigue determinadas reglas tradicionales o la ¨¦tica establecida que dicta un orden espec¨ªfico para tatuar. ¡°Sin ¨¢nimo de ofender, creo que esa perspectiva es un poco de pollavieja¡±, comenta. Empez¨® en el mundo del tatuaje a los 16 a?os como un hobbie y, tras tres o cuatro a?os, decidi¨® profesionalizarse en esta disciplina art¨ªstica. Al igual que otros miembros de la nueva generaci¨®n de tatuadores, tiene por norma grabar exclusivamente sus propios dise?os. ¡°Para m¨ª existen dos grandes mundos dentro del tatuaje. Uno es el del los estudios tradicionales, como los que te puedes encontrar en la calle Montera. Ah¨ª, el cliente puede llevar el dise?o que quiera, y el tatuador se limita hac¨¦rselo. Digamos que es un m¨¦todo eminentemente artesanal. Yo en cambio tat¨²o solamente mis propios dise?os. A veces lo puedo ajustar a alguna idea que tiene el cliente, pero solo trabajo a partir de mis propias ideas¡±.
Ha hecho varios tatuajes en la cara, una pr¨¢ctica que considera cada vez m¨¢s com¨²n. ¡°He tatuado dise?os muy cute, como mariposas y, sobre todo, flores, generalmente en la zona de las patillas, al lado de la oreja. De momento solamente a chicos¡±, relata. Seg¨²n su perspectiva, cualquier estigma ligado a los tatuajes en la cara es un concepto obsoleto, y el verdadero compromiso radica en lo que simbolice el propio tatuaje. ¡°Un tatuaje de una esv¨¢stica indudablemente tendr¨ªa consecuencias te lo hagas donde te lo hagas. Pero una flor, por ejemplo, incluso denota sensibilidad.Tambi¨¦n depende en c¨®mo enfoques tu vida o en qu¨¦ c¨ªrculos te muevas. Yo he visto gente en Europa trabajando con tattoos en la cara en cualquier puesto de trabajo¡±.
Despu¨¦s de la victoria de la selecci¨®n argentina en el Mundial de Qatar, un aficionado de f¨²tbol se hizo viral despu¨¦s de tatuarse Messi D10S en la frente. En un primer momento se mostr¨® orgulloso, probablemente absorbido por el ambiente de euforia colectiva. Pero solo un par de semanas m¨¢s tarde public¨® un v¨ªdeo en redes sociales en el que lamentaba la decisi¨®n. ¡°Me sent¨ª muy orgulloso los primeros d¨ªas, pero debo confesar que estoy arrepentido de haberme hecho el tatuaje¡±, expres¨®. ¡°En vez de traerme cosas positivas, estoy viviendo miles de cosas negativas en lo personal y familiar¡±. Y a?adi¨® que los familiares m¨¢s cercanos le hab¨ªan criticado por ¡°no ser un ejemplo positivo para la sociedad¡±. Por suerte para este joven, tan r¨¢pido como avanza la moda de tatuarse en la cara, se mejoran los tratamientos para borr¨¢rselos.
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