Zygmunt Bauman, la agitada vida del pensador de la modernidad l¨ªquida
Acosado por el antisemitismo de ni?o y exiliado del comunismo en su madurez, el soci¨®logo polaco se convirti¨® en una referencia para los descontentos del mundo. ¡®Ideas¡¯ adelanta varios extractos de ¡®Bauman, una biograf¨ªa¡¯
La familia Bauman hablaba polaco en casa y viv¨ªa m¨¢s o menos igual que la mayor¨ªa de los dem¨¢s vecinos de Poznan (Polonia). Pero no era cat¨®lica y eso ten¨ªa toda la importancia del mundo. ¡°Desde la ¨®ptica polaca¡±, seg¨²n escribi¨® Bauman en su manuscrito privado, ¡°Poznan era una ciudad verdaderamente excepcional. All¨ª se juntaban la pr¨¢ctica ausencia de jud¨ªos y los m¨¢s vituperiosos sentimientos antisemitas¡±. (¡)
Su condici¨®n de ¡°presa amiga¡±
De ni?o, m¨¢s o menos desde los siete hasta los trece a?os, Bauman tuvo el papel de ¡°presa amiga¡±. Su existencia permit¨ªa que otros ni?os, organizados en grupos, ejecutaran el ¡°ritual de la persecuci¨®n del jud¨ªo¡± que los facultaba para convertirse en ¡°polacos patriotas¡±. Como el rasgo m¨¢s destacado de esa identidad nacionalista era el antisemitismo, los muchachos demostraban su compromiso con la ¡°defensa de la polonidad¡± cazando al jud¨ªo de la clase. (¡)
¡°El m¨¢s traum¨¢tico de mis encuentros con los designados como mis perseguidores tuvo una fort¨ªsima influencia en el resto de mi infancia y rasg¨® para siempre el velo de la falsa seguridad¡±, escribi¨® Bauman a sus hijas. ¡°Una vez, mi madre, tras haber hecho la compra, vino a recogerme al colegio al final de clase. Quienes pose¨ªan en aquel entonces el privilegio de cazarme ¡ªdos adolescentes desocupados (¡)¡ª estaban all¨ª, en su posici¨®n habitual, y los cuatro hicimos el camino de vuelta a casa. En aquella ocasi¨®n, ellos dos se mantuvieron unos pocos pasos por detr¨¢s, pero, por lo dem¨¢s, su actitud no parec¨ªa afectada por el hecho de que mi madre estuviera presente. Cumplieron diligentes el ritual ya tradicional y me fueron dedicando durante todo el camino la consabida sucesi¨®n de sonidos e improperios que tan conocida era para m¨ª a esas alturas. Mir¨¦ a mi madre. Me llevaba muy pegado a ella, pero manten¨ªa la cabeza baja, con los ojos fijos en los adoquines del suelo y procurando en todo momento no volver la vista atr¨¢s, hacia nuestros acompa?antes. De pronto me di cuenta: mi madre, la omnipotente y omnisciente, no ten¨ªa poder para defenderme, ?no sab¨ªa qu¨¦ hacer! ?Se sent¨ªa humillada, ten¨ªa miedo! Desde ese d¨ªa y durante muchos a?os, viv¨ª atemorizado¡±. (¡)
¡°De pronto me di cuenta: mi madre, la omnipotente, no ten¨ªa poder para defenderme. ?Ten¨ªa miedo!¡±
El amor de su madre
Estaba claro que Zofia Bauman era la fuerza motora de la familia, y que su hijo era toda su felicidad, como se evidencia en la carta que Bauman escribi¨® a sus propias hijas: ¡°Para mi madre, yo era la ¨²nica compa?¨ªa durante la mayor parte del d¨ªa y, tal vez, la ¨²nica esperanza de que la vida todav¨ªa pudiera ser m¨¢s interesante y placentera en el futuro¡±. De mi propia entrevista a Bauman, deduje que Zofia debi¨® de ser una madre ejemplar, culta, abierta de miras, curiosa y llena de vida, y tambi¨¦n una cocinera excelente. ¡°En la cocina, siempre hab¨ªa fogones encendidos, siempre calientes, y mi madre cocinando y yo sentado en la mesa de la estancia, haciendo los deberes, y a cada paso, mientras cocinaba, se me acercaba y me dec¨ªa: ¡®Prueba esto, cari?o¡¯. Y su ¡®cari?o¡¯ lo probaba y engordaba¡±. (¡)
Madurez y ¨²ltimos d¨ªas en Polonia
El lunes, 18 de marzo [de 1968], termin¨® una huelga en la universidad que se hab¨ªa avisado con muy escasa antelaci¨®n, y el rector cerr¨® el edificio del Departamento de Filosof¨ªa para que no entrara turba alguna. Al d¨ªa siguiente, estaba previsto que Gomu?ka diera un discurso ante la secci¨®n del partido en Varsovia, y toda Polonia se dispon¨ªa a verlo. Los estudiantes se saltaron las clases y se fueron a casa para no perderse la alocuci¨®n. Los Bauman [Zygmunt junto a su esposa, Janina, y sus dos hijas] se sentaron frente a su televisor acompa?ados de su amiga Basia. El discurso fue por la tarde; mientras se preparaban para el momento, recordaban las trascendentales palabras de Gomu?ka de 12 a?os antes, que tantas esperanzas de un futuro mejor hab¨ªan despertado. Esta vez, sin embargo, no se atrev¨ªan a hacerse demasiadas ilusiones. (¡)
¡°?Queridos y respetados camaradas!¡± ¡ªcomenz¨® Gomu?ka¡ª: ¡°En los ¨²ltimos 10 d¨ªas han sucedido hechos importantes en el pa¨ªs. Una gran parte de la juventud estudiantil, tanto en Varsovia como en otros centros acad¨¦micos de la naci¨®n, ha sido enga?ada y llevada por el mal camino por fuerzas hostiles al socialismo. Estas fuerzas han sembrado en los estudiantes el conflictivo germen de la anarqu¨ªa. (¡) Sabemos que algunas [personas], pocas en realidad, sobre todo empleados de diversas facultades de humanidades de la Universidad de Varsovia, un grupo de investigadores, tienen una responsabilidad especial por los sucesos recientes¡±, dijo cuando ya llevaba pronunciadas unas tres cuartas partes de su discurso. Entre un crescendo de exclamaciones de indignaci¨®n del p¨²blico que continuamente interrump¨ªan el discurso, a?adi¨®: ¡°Estos acad¨¦micos, como los profesores Brus, Baczko, Morawski, Ko?akowski, Bauman y unos cuantos m¨¢s que no hemos mencionado a¨²n, llevan muchos a?os luchando contra las pol¨ªticas de nuestro partido desde posiciones revisionistas. De forma consciente y deliberada, han vertido opiniones pol¨ªticas hostiles en las mentes de los j¨®venes; son los instigadores intelectuales de estas alarmantes acciones¡±.
Llegados a ese punto, la familia dej¨® de escuchar. Las dos hijas peque?as ¡°miraron a su padre con miedo. Basia [la amiga de Bauman] las abraz¨® a ambas y, con l¨¢grimas en los ojos, les dijo: ¡°?No escuch¨¦is esto, ni?as! ?Son todo mentiras!¡±. (¡)
La escritura desde el exilio en Leeds (Reino Unido)
Escribir libros no siempre era un gozoso proceso creativo para Bauman. A este valorad¨ªsimo pensador de fama mundial lo asaltaban dudas sobre su trabajo; pasaba algunos momentos dif¨ªciles que solo los miembros de su entorno m¨¢s pr¨®ximos a ¨¦l llegaban a conocer. (¡) Su autocr¨ªtica se hac¨ªa evidente en el ¨¢cido humor y las c¨ªnicas r¨¦plicas que a veces se dirig¨ªa a s¨ª mismo y a su trabajo, y que delataban cierta fragilidad y vacilaci¨®n en referencia a su actividad escritora. ¡°Como ¨¦l mismo explic¨® posteriormente, en una conversaci¨®n con Alain Touraine en Asturias, se consideraba m¨¢s un seguidor que un l¨ªder o un pionero¡±, escribi¨® [el soci¨®logo australiano] Peter Beilharz. Esa escasa autoconfianza se evidenci¨® tambi¨¦n en aquel comentario que Bauman me hizo en nuestra primera entrevista, cuando se describi¨® a s¨ª mismo como alguien que reciclaba ¡°las ideas de otras personas¡±. (¡)
Bauman a¨²n public¨® decenas de libros desde la primera vez que declar¨® haber llegado al t¨¦rmino de su actividad escritora. Beilharz explica: ¡°Bauman, claro est¨¢, jugaba a ese juego conmigo y consigo mismo. Cuando iba a visitarlo con m¨¢s regularidad, cada a?o me daba el manuscrito de su ¨²ltimo libro y me dec¨ªa que, despu¨¦s de ese, ya no vendr¨ªan m¨¢s. Era algo m¨¢s que un juego. El 6 de marzo de 1999, me escribi¨® para decirme que no estaba seguro de si vivir¨ªa lo bastante como para terminar Modernidad l¨ªquida¡±. Al final, ese libro marcar¨ªa el comienzo de la fama mundial de Bauman.
Modernidad l¨ªquida fue el primer libro de una larga serie dedicada a los fen¨®menos l¨ªquidos en varios terrenos. La liquidez fue su base para la construcci¨®n de un entramado te¨®rico posmoderno. Inspir¨® cambios de perspectiva en numerosas personas, como se puede ver en lo pronto que el adjetivo l¨ªquido pas¨® a convertirse en palabra clave que etiqueta a todo un nuevo enfoque te¨®rico.
Su legado
La obra de Zygmunt Bauman es, sin duda, especialmente relevante para entender los cambios m¨¢s importantes del siglo XX y comienzos del XXI. Bauman es una figura acad¨¦mica destacada en sociolog¨ªa, filosof¨ªa y estudios culturales, y su trabajo se analizar¨¢ y desarrollar¨¢ en congresos, simposios e institutos de investigaci¨®n durante a?os. Bauman fue un activo autor de libros y art¨ªculos durante la mayor parte de su vida, y su obra es variada en contenido, estilo y forma. La escribi¨® y se public¨® en multitud de idiomas y para m¨²ltiples p¨²blicos. Quiz¨¢ la mejor forma de trazar las l¨ªneas generales de su legado sea dividi¨¦ndolo en tres grandes periodos de actividad intelectual: el polaco, el brit¨¢nico y el global. (¡)
Con la publicaci¨®n de Modernidad l¨ªquida, Bauman entr¨® en su periodo final de actividad. Fue el momento en el que la obra de Bauman desbord¨® el marco acad¨¦mico y las convenciones cient¨ªficas para llegar a un p¨²blico m¨¢s extenso. (¡)
Los docentes acad¨¦micos usan a Bauman como un enlace que les permite comunicarse con estudiantes que justo empiezan una carrera universitaria en alg¨²n campo de las ciencias sociales o las humanidades. Leer los libros de Bauman es todo lo que muchos de los miembros de ese p¨²blico necesitan para aprender c¨®mo funciona nuestra sociedad. Sabedores de esto, los ense?antes utilizan a Bauman como referencia de refuerzo que puede ayudar a construir y enmarcar un an¨¢lisis con el que comprender mejor los procesos din¨¢micos (l¨ªquidos) de la sociedad. Estos libros de la ¨²ltima fase del autor son precisamente los que mejor posibilitan una conexi¨®n entre el trabajo acad¨¦mico y el no acad¨¦mico, una v¨ªa de paso entre esos dos p¨²blicos diferentes.
Un cambio de p¨²blico
La decisi¨®n de Bauman de cambiar de p¨²blico lector tras su jubilaci¨®n tuvo su recompensa. En un periodo en el que diversos estudios vaticinan la pronta muerte de los libros, muchos de los de Bauman son ¨¦xitos editoriales que se han traducido a 34 idiomas y baten r¨¦cords de ventas entre p¨²blicos que, seg¨²n se dice, no son capaces de concentrarse lo bastante como para leer una simple noticia larga en un peri¨®dico. ?Qui¨¦n iba a imaginar que tantos j¨®venes, aparentemente perdidos en un mar de juegos electr¨®nicos, avatares, relaciones amorosas virtuales, tuits, chats y tel¨¦fonos inteligentes de ¨²ltimo modelo, comprar¨ªan y disfrutar¨ªan tantos libros del autor? (¡)
Bauman no daba recetas sobre c¨®mo vivir; cada uno ten¨ªa que hallar su propio camino: pod¨ªamos seguir con nuestras vidas l¨ªquidas o introducir cambios en ellas. Bauman se negaba tambi¨¦n a predecir el futuro. Hablaba del presente en relaci¨®n con un pasado que ¨¦l conoc¨ªa bien. El secreto de su ¨¦xito como traductor e int¨¦rprete convincente de la ¨¦poca contempor¨¢nea estaba sin duda conectado con su larga y rica biograf¨ªa, con su perspectiva de la longue dur¨¦e a prop¨®sito de la experiencia europea del siglo XX, con su propia experiencia de reiterado exilio y distanciamiento. Aun as¨ª, Bauman no estar¨ªa de acuerdo con esta hip¨®tesis que vincula al intelectual con la historia de su vida y dir¨ªa que, si fuera cierta, ¨¦l solo podr¨ªa escribir sobre sus propias experiencias personales.
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