¡®Baumgartner¡¯, de Paul Auster: una eleg¨ªa sobre el ocaso vital
Escrita durante su lucha contra el c¨¢ncer, la nueva novela del escritor estadounidense teje un reconfortante entramado de melancol¨ªa merced a un viejo profesor que reh¨²ye el desconsuelo de la soledad de la vejez
Siete a?os despu¨¦s de que viera la luz 4321, el intrincado y caleidosc¨®pico relato de cuatro posibles vidas de un mismo hombre, Paul Auster, el autor de La Trilog¨ªa de Nueva York, regresa de la mano de Sy Baumgartner, el culto septuagenario viudo que, desolado a un tiempo por el inquietante recuerdo de su mujer y del amor que le profes¨® (¡°ya no recuerda los detalles salvo que mir¨® a Anna y se dijo ¡®recuerda este momento, chico, acu¨¦rdate de ¨¦l durante el resto de tu vida¡±), y por el ineluctable memento mori de quien afronta la senectud, protagoniza esta novela eleg¨ªaca y crepuscular que envuelve al lector con las nieblas de la evocaci¨®n y la memoria y los gui?os a su universo literario y al proceso mismo de la escritura.
Se nos relata c¨®mo Sy, ¡°un fenomen¨®logo de cierta edad, un viajero solitario que, hundido hasta la cintura, avanza penosamente por las misteriosas ci¨¦nagas ontol¨®gicas de la percepci¨®n humana¡±, escribe su libro Misterios de la rueda, c¨®mo se esmera en la composici¨®n de una monograf¨ªa que no por azar pero s¨ª con iron¨ªa se consagra a los seud¨®nimos de Kierkegaard o c¨®mo redacta, ¡°suprimiendo erratas, mejorando el ritmo de la prosa¡±, una cr¨®nica acerca de c¨®mo fue su viaje a Ucrania a una reuni¨®n del Pen Club Internacional o una ¡°de las muchas f¨¢bulas breves que ha ido escribiendo a lo largo de los a?os, nader¨ªas sin consecuencia¡± que contribuyen a componer su retrato y que tal vez ¡°ayuden al lector a entender el estado de ¨¢nimo de nuestro h¨¦roe¡± (y el de su autor, piensa ese mismo lector) en un momento de la existencia en que cumple ya sopesar las facultades, cavilar acerca de ¡°la p¨¦rdida de memoria a corto plazo. Antes lo llamaban senectud¡±, y celebrar que ¡°todav¨ªa es capaz de pensar, y como puede pensar, puede seguir escribiendo¡±, siendo la escritura acicate de la memoria y el infalible b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s.
El libro invita a recordar aquella pregunta primordial que se formul¨® Edward W. Said en ¡®Sobre el estilo tard¨ªo¡¯: ?De qu¨¦ modo influye el ocaso vital en la obra de un artista?
Y Auster disfruta sirvi¨¦ndose del viejo recurso de las cajas chinas cuando tambi¨¦n inserta en la novela los escritos autobiogr¨¢ficos de la que fuera esposa del protagonista, la escritora y traductora Anna, que Baumgartner descubre en una caja conforme al t¨®pico del manuscrito hallado, y lee ante el lector: ¡°All¨¢ en los albores de la infancia¡¡±. Auster desdobla su estilo invent¨¢ndose el de su personaje, que relata su vida en primera persona en los textos que se asoman a esta novela de perspectiva m¨²ltiple que muestra vestigios de aquellos juegos metaliterarios y especulares tan cervantinos por los que el autor se ha visto siempre seducido, y que tiene en su dominio del estilo indirecto libre y en su narrador autoconsciente, con un punto de iron¨ªa tr¨¢gica y de una extrema proximidad c¨®mplice al protagonista ¡ª¡±prescindiremos de un relato detallado de esos meses¡±, ¡°concluiremos el cap¨ªtulo con Baumgartner sentado en su escritorio, pluma en mano¡±¡ª uno de sus mayores logros.
Es ¨¦ste un texto sereno y recopilatorio que trae a la memoria personajes del autor, como el escritor Sidney Orr de La noche del or¨¢culo y sus cuadernos azules, el anciano M¨ªster Blank, bajo el influjo de Malone muere de Beckett, recuper¨¢ndose con los fantasmas de la literatura de su amn¨¦sica soledad, Anna Blume de El pa¨ªs de las ¨²ltimas cosas, y en mayor o menor medida se emparenta con algunas novelas de la p¨¦rdida y la soledad de la edad tard¨ªa, Senectud de Italo Svevo, Una pena en observaci¨®n de C. S. Lewis, Eleg¨ªa de Philip Roth, ?Oh, esto parece el para¨ªso! de John Cheever, Maestros antiguos de Thomas Bernhard o Lecciones de McEwan. Y tal vez no resulte desatinado vincular al artista Auster abrazado a la creaci¨®n literaria en su esperanzado des¨¢nimo con el artista Eugene Pota que, luchando tambi¨¦n por alcanzar la complacencia literaria en el invierno de su vida, concibi¨® Joseph Heller en Retrato del artista adolescente, viejo. No ¨²nicamente la nostalgia que impregna sus p¨¢ginas, tambi¨¦n su ritmo moroso y su naturaleza libresca invitan a recordar aquella pregunta primordial que se formul¨® Edward W. Said en Sobre el estilo tard¨ªo: ?De qu¨¦ modo influye el ocaso vital en la obra de un artista?
Baumgartner, escrita con pesadumbre durante su lucha contra el c¨¢ncer y que enriquece con la textura de la ficci¨®n la experiencia introspectiva de su Diario de invierno, teje un reconfortante entramado de melancol¨ªa y de denuedo merced a un viejo profesor de filosof¨ªa que reh¨²ye el desconsuelo de la soledad de la vejez y lucha por la vida sustent¨¢ndose en una ¡°laxitud cargada de recuerdos¡±, como reza un verso de Mallarm¨¦ que Auster tradujo, de un pasado id¨ªlico que se trunc¨® y en la convicci¨®n de que la vida se obliga a transformar el amor y a proscribir el dolor, componiendo as¨ª una consolaci¨®n de la memoria que trae consigo un nuevo libro de las ilusiones. De forma que Auster concibe a Sy a modo de apoderado que no sabe que lo es y ejerce de confidente revel¨¢ndonos c¨®mo se siente el autor en esta delicada tesitura de su vida, en la que min¨²sculas epifan¨ªas cotidianas generan may¨²sculos alivios an¨ªmicos e impera la incertidumbre. No en vano, por lo menos desde que en 1987 lo mencion¨® en una entrevista recogida m¨¢s tarde en Experimentos con la verdad, est¨¢ persuadido el autor de que ¡°en el proceso de escribir o pensar sobre uno mismo, uno se convierte en otro¡±.
Baumgartner
Traducci¨®n de Benito G¨®mez Ib¨¢?ez
Seix Barral, 2024
264 p¨¢ginas, 20,90 euros
Baumgartner (catal¨¢n)
Traducci¨®n de Ernest Riera Arbuss¨¤
Edicions 62, 2024
256 p¨¢ginas, 20,90 euros
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