¡®El d¨ªa de la liberaci¨®n¡¯, de George Saunders: como gatitos ciegos en un sue?o amn¨¦sico
Los cuentos del escritor estadounidense reflejan lo que fue el optimismo americano perdido, con unos personajes que est¨¢n atrapados en su inanidad y sin redenci¨®n posible
George Saunders es un narrador que, a diferencia de la mayor¨ªa de sus contempor¨¢neos, tiene por costumbre adentrarse en una escritura formalmente audaz en busca de nuevas l¨ªneas expresivas que ata?en tanto a la forma como a la estructura de sus relatos. Esto hace que el lector, a menudo, se sienta extra?ado al leer sus textos, pero no puede llamarse a enga?o porque Saunders no enga?a: desde el primer momento est¨¢ advirtiendo que sus narraciones son diferentes, que sus propuestas est¨¢n muy lejos de la literatura convencional conocida y aceptada. En realidad, lo mismo hac¨ªa Virginia Woolf cuando, en la b¨²squeda de un lenguaje nuevo que fuera capaz de crear una voz narrativa que respondiera al lenguaje interior, el de la mente de los personajes en acci¨®n, dio con relatos que, poco a poco, le fueron mostrando el camino: todo comenz¨® con relatos como ¡®La mancha en la pared¡¯ o ¡®En el huerto¡¯ hasta acabar dando en la maravillosa Entre actos. Toda vanguardia se ofrece siempre como incomprensi¨®n y extra?eza hasta que las nuevas formas encuentran su lugar y la literatura, de nuevo, da un paso adelante.
Un modo caracter¨ªstico de la escritura de Saunders es empezar lanz¨¢ndose al texto sin paraca¨ªdas, en mitad de una frase o un pensamiento
Saunders, varios de cuyos libros de relatos han sido publicados en Espa?a (adem¨¢s de su novela Lincoln en el Bardo, que fue galardonada con el prestigioso Premio Man Booker en 2017 y afortunadamente traducido en Espa?a para Seix Barral por Javier Calvo), abre este libro, El d¨ªa de la liberaci¨®n, con un relato de casi 100 p¨¢ginas que comienza con una pregunta inquietante: ¡°?Cu¨¢ndo volver¨¢ el se?or U. a la Consola? ?Est¨¢n contentos los Untermeyer (el se?or U., la se?ora U. y el hijo adulto Mike)? En caso de que s¨ª ?por qu¨¦? Y en caso de que no ?por qu¨¦ no? ?Cu¨¢ndo ser¨¢ la pr¨®xima vez que nos pedir¨¢n que Hablemos? ?De qu¨¦ y en qu¨¦ tono?¡±. Este es un modo caracter¨ªstico de Saunders: empezar lanz¨¢ndose al texto sin paraca¨ªdas, en mitad de una frase o un pensamiento. Inmediatamente, el cerebro del lector empieza a trabajar en busca de lo que en una narraci¨®n convencional se expone, esto es: qui¨¦nes hablan, c¨®mo son, cu¨¢l es el escenario donde se desenvuelven, etc¨¦tera. Y Saunders viene a decirnos: ¡°Conmigo no cuenten para ello, bastante disparatado es nuestro mundo como para explicarles yo de qu¨¦ va esto si no est¨¢n por la labor de imaginar¡±.
El argumento del relato, que da t¨ªtulo al libro, es ¨¦ste: un matrimonio de ricachos norteamericanos contrata a tres artistas (Jeremy, la voz narradora, Craig y Lauren) para que entretengan a los invitados a su fiesta. A los artistas se unen los Cantores como complemento expresivo. Los tres artistas llamados Hablantes est¨¢n amarrados al Muro de Hablar, vale decir a una consola que, a voluntad del se?or U., les propone temas que ellos exponen, de uno en uno o a la vez ante los invitados. Los artistas amarrados al Muro tienen sus cabezas apoyadas en un cabezal Fahley y est¨¢n unidos a las consolas por unas clavijas Fahley que se insertan en los receptores Fahley. La primera sesi¨®n con los invitados (llamados La Compa?¨ªa) es un fracaso, pero el se?or U. adquiere unos m¨®dulos de Conocimiento que, acoplados a los Hablantes-Artistas, permitir¨¢n ampliar temas y entretener a La Compa?¨ªa. Y la ?reuni¨®n es un ¨¦xito. Los Hablantes relatan la famosa carga de Custer contra los Sioux y la representaci¨®n es tan convincente que todos los presentes entran en ella y se convierten en soldados e indios con consecuencias tremendas.
La propuesta del escritor desbarra mucho menos que el mundo en que vivimos
El pat¨¦tico deseo de agradar de los tres Hablantes es el perfecto resumen de una alienaci¨®n. Esta especie de realidad virtual no es m¨¢s que un juego en el que la vida y la ficci¨®n se confunden en una sociedad tan hipercapitalista como fuera de control, donde la vuelta a la realidad no es m¨¢s que otra convenci¨®n, por lo que no hay l¨ªmites, ni sentido, s¨®lo reflejos de una humanidad y una sociedad de humanos extraviados y satisfechos. Incluso el apunte de una rom¨¢ntica relaci¨®n entre Jeremy y la se?ora U. se desvanece en la mec¨¢nica frialdad del dinero y sus ficciones. La propuesta de Saunders desbarra mucho menos que el mundo en que vivimos. Lo que finalmente se recoge en los cuentos de este libro es la incomprensi¨®n de la realidad en la que nos movemos como gatitos ciegos suspendidos en un sue?o amn¨¦sico y rodeados de la pretensi¨®n de estar viviendo.
No hay redenci¨®n para los personajes de estos cuentos, pero en cierto modo s¨ª que hay en ellos un deseo de hacer algo; atrapados en su inanidad, pretenden al final de los relatos tomar decisiones, aunque sean de m¨ªnimos, porque, finalmente, Saunders los compadece. Tres de los relatos me parecen la llave eficiente para entrar en el mundo Saunders: ¡®La madre de las decisiones dr¨¢sticas¡¯, ¡®Carta de amor¡¯ y ¡®Mi casa¡¯. Hay en el conjunto del libro una extra?a fuerza que refleja lo que fue el optimismo americano perdido, perdido como la figura de Custer, el h¨¦roe fat¨ªdico y patri¨®tico de un pa¨ªs que lleg¨® a ser el m¨¢s poderoso del mundo.
El d¨ªa de la liberaci¨®n
Traducci¨®n de Javier Calvo Perales
Seix Barral, 2024
344 p¨¢ginas 19,90 euros
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