¡®Los guapos¡¯, de Esther Garc¨ªa Llovet: misteriosos c¨ªrculos y presagios en la Albufera

Cuando te llega una nueva novela de Esther Garc¨ªa Llovet, ya sabes que tendr¨¢s que aprestarte a cambiar ciertos paradigmas anal¨ªticos, porque lo que la escritora malague?a nos relata es como una ecuaci¨®n matem¨¢tica, clara, est¨¦ticamente irreprochable pero de imposible resoluci¨®n. Lo demostr¨® en su segunda novela, S¨¢nchez, un noir de esos que s¨®lo se sabe que es un noir despu¨¦s de haberlo le¨ªdo. Despu¨¦s vino Spanish Beauty, esta vez, tambi¨¦n reci¨¦n al final, uno se entera que la autora jug¨® con un thriller, donde el ¨²nico disparo que se produce en la novela no se escucha pero evidentemente uno sabe que alguien apret¨® un gatillo. Ahora tenemos otro desaf¨ªo que nos regala la autora, Los guapos, una novela que se nos revela llena de incertezas, sospechas de cosas que pasan como si vinieran de otra dimensi¨®n o sucedidas fantasmag¨®ricamente en la misma que todos compartimos, narrador omnisciente, autor y lectores.

Estamos en las inmediaciones del parque natural de la Albufera, en Valencia. Llega hasta all¨ª nuestro protagonista, Adri¨¢n Sureda, un joven que ha sido enviado a buscar el sitio ideal para organizar un festival de m¨²sica. Adri¨¢n va en coche, se instala en un camping y conoce a su due?o, Vicente, que siempre va acompa?ado por su perro Ocho, y a su vigilante, una muchacha llamada Willy. En el transcurso de la trama, hace su aparici¨®n el personaje m¨¢s entra?able y a la vez inveros¨ªmil de esta sorprendente historia, una ni?a de 11 a?os. Responde al nombre de Mornell. Habla y piensa como una adulta, pero no como una adulta corriente sino como ese ¨¢ngel invisible que nos habla y nos presagia acontecimientos peligrosos que ha visto en sus sue?os premonitorios.

El ¨²ltimo cap¨ªtulo da al lector las respuestas que se ha ido formulando, en la estela de iridiscente fantas¨ªa que puntea la narraci¨®n

Tambi¨¦n tenemos otro personaje de ¡°novela¡±, Broseta, un viejo que quiere acabar con unos c¨ªrcu?los que misteriosamente van apareciendo dibujados entre el camping y la Albufera. La voz omnisciente, comprometida con los avatares de Adri¨¢n, describe con absoluta naturalidad (casi con naturalismo narrativo) lo que va viendo y registrando sin que nos proponga una direcci¨®n ¨²nica. Casi como si en lugar de narrar, esa voz fuera narrada. El narrador nos dice que Adri¨¢n Sureda es un tipo que duerme con los ojos abiertos, seg¨²n registraron algunas de sus compa?eras de lecho. Y adem¨¢s siempre lleva consigo unas pastillas para no dormir (?para no dormir!), a las que obviamente no acude nunca.

En el ¨²ltimo cap¨ªtulo se responde al lector, teniendo en cuenta que ¨¦ste se habr¨¢ hecho para entonces muchas preguntas. Se hace siguiendo la estela de iridiscente fantas¨ªa que puntea la novela. En el cap¨ªtulo anterior, Willy se eleva a los cielos, desde el mismo mar en el que se sumergi¨® con Adri¨¢n. Ahora alguien acompa?a a Vicente por las llanuras manchegas. Lo hacen seguidos por Ocho. Se suben a una colina y desde all¨ª ven un enorme c¨ªrculo, como si todo, no s¨®lo la novela de Garc¨ªa Llovet, comenzara all¨ª. O terminara. En este cap¨ªtulo, la autora malague?a re¨²ne, sin nombrarlas, el Quijote y Ulises, es decir, una descripci¨®n de La Mancha, y un s¨ª como final de la novela, que es tambi¨¦n el mismo s¨ª con que termina el Ulises, de James Joyce.

Los guapos confirma a Esther Garc¨ªa Llovet como una escritora pertinaz en su filosof¨ªa narrativa: su escritura alberga con una precisi¨®n sorprendente su historia, como si detr¨¢s de esa escritura su autora nos confesara que lo que cuenta no se pod¨ªa escribir de otra manera. La manera de entender el mundo, el real y el ficticio, y la forma de novelarlo que lleva a cabo Esther Garc¨ªa Llovet saben a distinto, imprevisible, conciso, comparado con casi todo lo hecho actualmente en la narrativa espa?ola escrita en castellano.

Los guapos?

Esther Garc¨ªa Llovet??
Anagrama, 2024
112 p¨¢ginas. 16,90 euros

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