¡®El ejemplo de Vasili Grossman¡¯, de Shimon M¨¢rkish y ¡®El fen¨®meno Solzhenitsyn¡¯, de Georges Nivat: salvar la moral humanista
Dos ensayos reconstruyen la historia de Grossman y Solzhenitsyn, los escritores purgados y desterrados al Gulag sovi¨¦tico, cuyas obras iluminan la cat¨¢strofe de la Revoluci¨®n
Entre los autores que escribieron sobre los campos estalinistas (Evgenia Ginzburg, Vasili Grossman, Varlam Shal¨¢mov y Aleksandr Solzhenitsyn), Vasili Grossman fue el ¨²nico que se salv¨® del Gulag. De salud precaria, era el que ten¨ªa m¨¢s miedo de los cuatro a la delaci¨®n y la c¨¢rcel, y sin embargo destil¨® esa ¡°bondad sin sentido¡± que subraya Shimon M¨¢rkish en el interesante El ejemplo de Vasili Grossman. Tanto ¨¦l como el autor del Archipi¨¦lago Gulag (igual que Evgenia Ginzburg, ferviente leninista), creyeron en la doctrina bolchevique hasta que, privados de libertad, comprendieron la cat¨¢strofe de la Revoluci¨®n.
Grossman fue el cronista de la guerra contra Hitler: acompa?¨® al ej¨¦rcito, entr¨® en Stalingrado y en Berl¨ªn. M¨¢rkish analiza su novela Por una causa justa, una moderna Guerra y Paz, que fue tachada de ¡°anti-sovi¨¦tica¡± y le puso en la mira del KGB. En ella hay a¨²n fidelidad al poder sovi¨¦tico, por ejemplo cuando escribe: ¡°La creaci¨®n de una sociedad comunista es clave para la continuidad de la existencia de los pueblos de la Tierra¡±, lo que da idea de la neurosis desatada de entonces, en la que cualquier palabra era sospechosa. El escritor nacido en la ucrania Berdichev, vapuleada por pogromos y ahora por bombardeos, tuvo suerte de que Stalin muriese antes de que lo detuvieran.
El destino oblig¨® a Grossman a ¡°superar la barrera del miedo y de la inercia¡±. Fue el primero en escribir sobre los lagers nazis en El infierno de Treblinka. All¨ª germina la semilla que lo llevar¨¢ a poner en boca del f¨ªsico Shtrum, que transita de Por una causa justa a Vida y destino, que ¡°la vida puede definirse como libertad¡±. Equipara el cruel destino de los campesinos rusos y ucranios con el Holocausto, y sostiene que el ¡°comunismo corrompido¡± tom¨® con Stalin el lugar del fascismo nazi. Aunque nunca se sinti¨® jud¨ªo, ahora aflora el pogromo que se llev¨® a su madre en Berdichev. Empieza a oponer al embrutecimiento de ¡°ese mundo de delatores¡±, la bondad y la compasi¨®n. A pesar de declararse ateo, su moral humanista se parece a la del muy religioso Solzhenitsyn. En cambio, Shal¨¤mov, que asombra con su estilo glacial, considera la moral una mixtificaci¨®n sin sentido, igual que la bondad lo es para Grossman.
Escribe Georges Nivat en El fen¨®meno Solzhenitsyn, tratado esclarecedor y ameno, que ¡°el Gulag se construy¨® sobre la arena de la propaganda¡±. Igual que Dostoievski en su ¨¦poca de trabajos forzados en Siberia, Solzhenitsyn, detenido en 1945, alcanz¨® en sus a?os preso la iluminaci¨®n que marc¨® para siempre su vida. En lugar de la oscuridad de lo absurdo, encuentra all¨ª, parad¨®jicamente, ¡°el resplandor del sentido¡±, y eso le mueve a escribir, igual que hizo Dostoievski, con avidez hasta su muerte. Nivat nos descubre con solvencia la personalidad indoblegable, sin parang¨®n en la literatura del siglo XX, de ese matem¨¢tico luchador, ¡°atleta de Dios¡±, empe?ado en encontrar la piedra angular que despe?¨® a Rusia por el precipicio. S¨®lo ¨¦l consigui¨® abarcar con su voz del exilio lo que en 200 a?os juntos ¡ªsobre la ¡°naci¨®n¡± jud¨ªa en suelo ruso¡ª, resume en ¡°la crueldad de la fase revolucionaria, la apat¨ªa temerosa en la ¨¦poca sovi¨¦tica, la ignominia saqueadora del per¨ªodo postsovi¨¦tico¡±.
Tanto Solzhenitsyn como Shal¨¢mov llegan m¨¢s all¨¢ que Grossman al exponer la locura estalinista, no en vano le sobreviven tres d¨¦cadas. Mientras Solzhenitsyn es un convencido eslav¨®filo que siente ¡°envidia y admiraci¨®n por este rival que es el pueblo jud¨ªo¡±, Grossman se instala en su ap¨¢trida viaje interior. Pero ninguno de los dos consigue la belleza transparente que rezuma la obra de Grossman Que el bien os acompa?e, donde el escritor, enfermo y desenga?ado, recibe en Armenia la iluminaci¨®n que da forma a un discurso conmovedor. All¨ª se desprende de todo y se acerca al misterio del esp¨ªritu jud¨ªo que siempre ha silenciado. Sentado a la mesa de un campesino, ve la inagotable bondad de ese hombre humilde y eso le hace sentir ¡°una emoci¨®n que pocas veces hab¨ªa sentido¡±. De modo que el viaje transformador iniciado con Vida y destino, culmina al pie del monte Ararat, igual que el viaje de Pushkin en Armenia, mientras que el mesi¨¢nico Solzhenitsyn, consciente de su genial fracaso como int¨¦rprete de lo inexplicable, ¡°corre de bloque en bloque de hielo, en medio de un inmenso desastre¡±.
El ejemplo de Vasili Grossman
Traducci¨®n de Manuel ?ngel Chica Benayas
Ediciones del Subsuelo, 2024
252 p¨¢ginas. 19 euros
El fen¨®meno Solzhenitsyn
Traducci¨®n de Laura Claravall
Ediciones del Subsuelo, 2024
444 p¨¢ginas. 24 euros
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