Megarricos, pero no megarricas
Los t¨¦rminos duplicados en la ponencia del PSOE son neutrales o positivos, mientras que ninguno de los vocablos peyorativos se desdobla
La ponencia marco presentada al 41? Congreso del PSOE (50 folios) confirma una tendencia que ya fue rese?ada en esta columna ¨Centonces en Ideas¨C en marzo de 2020 y en febrero de 2023: los pol¨ªticos de izquierda duplican los t¨¦rminos positivos y neutrales, pero no los que sienten como negativos.
En 2020, en plena pandemia, cont¨¢bamos que se dec¨ªa ¡°m¨¦dicos y m¨¦dicas¡±, ¡°sanitarios y sanitarias¡±, pero no ¡°contagiados y contagiadas¡± ni ¡°fallecidos y fallecidas¡±. Tampoco se o¨ªa, ni entonces ni ahora, ¡°los corruptos y las corruptas¡± o ¡°los banqueros y las banqueras¡±. Se menciona con frecuencia a ¡°concejales y concejalas¡± pero nunca a ¡°criminales y criminalas¡±. O se habla de ¡°las personas trabajadoras¡±, jam¨¢s de ¡°las personas empresarias¡±.
En la pol¨¦mica aplicaci¨®n de la ley del s¨®lo s¨ª es s¨ª (2023), los dirigentes de Podemos, duplicadores a conciencia, empezaron a criticar a ¡°los jueces¡± por no haber interpretado la norma como sus promotores deseaban, sin a?adido que mencionase espec¨ªficamente a las mujeres que ejercen la judicatura y que hab¨ªan tomado id¨¦nticas medidas que los varones.
Ahora la ponencia socialista ha brindado una nueva prueba. Todos los t¨¦rminos duplicados en ese texto son neutrales o positivos, mientras que ninguno de los vocablos peyorativos se desdobla.
Leemos en ¨¦l ¡°trabajadores y trabajadoras¡±, ¡°los maestros y las maestras¡±, ¡°empleados y empleadas¡±¡ Pero la palabra ¡°megarricos¡±, con cuatro casos, se expresa siempre sin la compa?¨ªa del femenino. Igual soledad padecen ¡°los privilegiados¡±, ¡°los ejecutivos¡± de empresas, ¡°los pol¨ªticos de derechas¡±, los ¡°especuladores¡± o los ¡°grandes tenedores¡± de fondos. Tambi¨¦n se denuncia ¡°el lucro desorbitado de unos pocos¡±, que parece no abarcar al lucro desorbitado de unas pocas. Y los ¡°medios digitales opacos¡± tienen sospechosos ¡°financiadores¡±, lo que se supone excluye a las financiadoras, que tambi¨¦n las hay.
Y as¨ª como se lee cuatro veces el doblete ¡°ni?os y ni?as¡±, no se duplican los tres casos de ¡°adultos¡±; lo cual da para barruntar alg¨²n prejuicio de los autores al respecto. Tal vez un edadismo.
As¨ª que, si no se duplica lo malo, ?c¨®mo interpretar la ausencia de las aut¨®nomas al hablar de los ¡°aut¨®nomos¡±?
Sin embargo, quien lea la ponencia agradecer¨¢ que a las 30 duplicaciones presentes en ella no se a?adieran las otras 52 posibles. Con 82 en total, la coherencia al respecto habr¨ªa hecho insoportable la lectura.
Todo eso acarrea a su vez otros problemas: puesto que se dice ¡°ciudadanos y ciudadanas¡± para no excluir a las mujeres, ?c¨®mo podemos entender, por ejemplo, el prop¨®sito de que ¡°ning¨²n menor tenga acceso a la pornograf¨ªa¡±? ?Eso significa que las menores no importan? ?Y c¨®mo entender que hemos de hacer algo ¡°juntos y juntas¡±?: ?estamos hablando de dos grupos separados?
Las duplicaciones se insertan en una eficaz campa?a de comunicaci¨®n que podemos compartir porque denuncia la sociedad machista en que vivimos, y contribuye a recordarlo; pero resulta ajena a las necesidades de la lengua, pues sabemos que la ausencia en el significante no implica la ausencia en el significado, que es lo que importa.
La lengua no discrimina. Ahora bien, s¨ª podemos discriminar con ella. No con los gen¨¦ricos, sino con asimetr¨ªas, desprecios, insultos, saltos sem¨¢nticos¡ Y tambi¨¦n duplicando unas palabras s¨ª pero otras no. Deber¨ªa decirlo la ponencia.
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