Ni lo intentes: no vas a tener el cuerpo ¡¯fit¡¯ ideal por mucho que te machaques en el gimnasio
La gen¨¦tica pone l¨ªmites a la anatom¨ªa y sabotea tus aspiraciones en cuanto te descuidas, ni el quir¨®fano puede cambiar la realidad. Y no pasa nada
Querer no siempre es poder. Que no te enga?en con lo de que no hay l¨ªmites; vaya si los hay. Y no es por el dinero, que tambi¨¦n pone cortapisas, es que la madre naturaleza te dio una anatom¨ªa que puedes cincelar con dieta y ejercicio, pero solo hasta cierto punto. No todo es posible. Ni lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa m¨¦dica ni el mejor cirujano ni el plan de entrenamiento del experto m¨¢s avezado te garantizan el cuerpo fitness que todo el mundo parece anhelar ¨²ltimamente. Puedes ponerte en forma, convertir todo t...
Querer no siempre es poder. Que no te enga?en con lo de que no hay l¨ªmites; vaya si los hay. Y no es por el dinero, que tambi¨¦n pone cortapisas, es que la madre naturaleza te dio una anatom¨ªa que puedes cincelar con dieta y ejercicio, pero solo hasta cierto punto. No todo es posible. Ni lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa m¨¦dica ni el mejor cirujano ni el plan de entrenamiento del experto m¨¢s avezado te garantizan el cuerpo fitness que todo el mundo parece anhelar ¨²ltimamente. Puedes ponerte en forma, convertir todo tu esfuerzo en buena salud, pero lo m¨¢s probable es que ya puedas ir olvid¨¢ndote de alcanzar el canon de belleza que se impone en los gimnasios. Tampoco es que sudes en balde.
Si este art¨ªculo se hubiera escrito en los a?os ochenta, el ideal masculino ser¨ªa Rambo. O Arnold Schwarzenegger. ¡°Hoy podr¨ªa ser Sergio Ramos: m¨²sculos definidos, pero sin la hipertrofia de aquella d¨¦cada. Parece m¨¢s f¨¢cil, pero requiere mucha constancia y un equilibrio entre el trabajo de fuerza en gimnasio y la alta intensidad cardiovascular. Tambi¨¦n gustan mucho los cuerpos con mayor masa muscular, como el de los deportistas de ¡®crossfit¡¯. Son fuertes y muy marcados, pero a mucha distancia de un cuerpo trabajado en el volumen de cualquier competici¨®n culturista¡±, explica Antonio L¨®pez, entrenador y director de Saludando.
Entre las mujeres, el canon ha pasado de las anatom¨ªas esquel¨¦ticas a una delgadez fibrosa indudablemente m¨¢s saludable. ¡°En el gimnasio se buscan cuerpos como los de la campeona de b¨¢dminton, Carolina Mar¨ªn, el de las bailarinas o el de profesoras de yoga. Implican un entrenamiento de fuerza espec¨ªfico, pero sin exceso. Lo justo para definir. Junto a ellas, cobran m¨¢s peso anatom¨ªas de musculatura m¨¢s corpulenta, como las deportistas de ¡¯crossfit¡±. Aqu¨ª hay un trabajo de fuerza m¨¢s intenso y podemos ver cu¨¢driceps y b¨ªceps potentes, gl¨²teos muy desarrollados y six pack muy definidos. Para ejemplo Dani Elle Speegle, flamante campeona de The Titan Games de la NBC y musa de las redes sociales por la fortaleza de sus piernas. ¡°La delgadez sana, pero muy pronunciada, la vemos en corredoras de fondo. Pasan muchas horas haciendo actividad cardiovascular a intensidad media y acaban quemando mucha grasa, sin generar un gran volumen muscular¡±.
Dime qu¨¦ cuerpo tienes y te dir¨¦ c¨®mo entrenarlo
Los modelos que encajan en el canon contempor¨¢neo de cuerpo fit abundan, con nombres y apellidos. S¨ª. Pero las personas que no pueden ajustarse a ellos son infinitamente m¨¢s numerosas. Las limitaciones que apartan al com¨²n de los mortales del ideal est¨¦tico est¨¢n por todas partes. Un ejemplo claro de lo dif¨ªcil que es cumplirlo est¨¢ en la estatura. Parece absurdo, pero no es ninguna tonter¨ªa: las proporciones corporales no son iguales en una persona de 155 cent¨ªmetros que en otra de 190, y, al final, eso se nota en que para una sesi¨®n de fotos para el p¨®ster de un gimnasio no vale cualquiera. ?Y qu¨¦ pasa con los b¨ªceps, los tr¨ªceps y los abdominales? Pues que aumentar la masa muscular, lo mismo que mantener a raya los michelines, requiere un esfuerzo que no es igual para todos: la gen¨¦tica tiene mucho que decir.
?Quieres unos pectorales como los del Conan y los muslos de H¨¦rcules? Pues haz memoria y busca alguien de tu familia que te recuerde a los h¨¦roes, aunque solo sea vagamente. Porque los genes condicionan el tama?o de la circunferencia de tus m¨²sculos, de ah¨ª ese chascarrillo del mundo del entrenamiento: si quieres ser campe¨®n ol¨ªmpico, elige bien a tus padres. Parece que tambi¨¦n dictan los niveles de miostatina, una prote¨ªna reguladora del crecimiento muscular y ¨®seo que limita su expansi¨®n. Incluso podr¨ªa estar relacionada con el aumento de tejido graso, si bien casi todas las investigaciones que hasta la fecha han apuntado en esa direcci¨®n limitan su trabajo a modelos animales. Con todo, los cient¨ªficos tienen un importante inter¨¦s puesto en esta prote¨ªna, como demuestra una revisi¨®n de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, publicada en la revista Archivos de Medicina del Deporte, que abre un mel¨®n entre prometedor e inquietante: la investigaci¨®n en bloqueadores de la miostatina puede conducir a una posible diana terap¨¦utica para la recuperaci¨®n de lesiones, pero su uso tambi¨¦n ¡°puede constituir una nueva forma de dopaje en el futuro¡±.
La verdad sobre la composici¨®n corporal
Pero no hace falta recurrir a complejos procesos moleculares para explicar que uno no deber¨ªa fiarse de cualquiera que le garantice un cuerpo perfecto a cambio de entrenamiento y dieta (si es que esta perfecci¨®n existe m¨¢s all¨¢ de veleidosas aspiraciones). Basta saber que hay tres tipolog¨ªas de cuerpos, ectomorfos, mesomorfos y endomorfos. Y que las tenemos ¡°de f¨¢brica¡±; est¨¢n en el ADN y determinan, entre otras cosas, la proporci¨®n de fibras musculares del cuerpo, que son de dos tipos: las rojas o de contracci¨®n lenta, que te permiten ser muy resistente, y las blancas o de contracci¨®n r¨¢pida, que te har¨¢n un fortach¨®n. Conocer c¨®mo funcionan es clave para ganar fuerza muscular. Los genes tambi¨¦n condicionan la facilidad para ganar o perder grasa corporal y la longitud de las extremidades, un par¨¢metro b¨¢sico para llegar a la NBA o cumplir el sue?o de ser jinete ol¨ªmpico.
El cuerpo ideal para la mayor¨ªa suele ser el mesomorfo. Es el que tienen esas personas con facilidad para ganar masa muscular y que no acumulan grasa f¨¢cilmente, esas a las que tanto les cunden los esfuerzos en la mesa y en el gimnasio. Como tienen m¨¢s proporci¨®n de fibra muscular, responden muy bien una dieta de p¨¦rdida de peso (porque su metabolismo basal est¨¢ ¡°m¨¢s acelerado¡±). Por esa misma raz¨®n, al entrenar necesitan hacer menos repeticiones en el gimnasio (si otros necesitan de 8 a 12, a los mesomorfos les basta entre 6 y 8).
Frente a ellos, un cuerpo ectomorfo presenta huesos finos, ligeros y, por lo general, largos. Es raro verlos con michelines porque no almacenan grasa con facilidad, pero tampoco les es sencillo ganar masa muscular. Se ha sugerido que podr¨ªa deberse a un predominio de fibras musculares rojas o de contracci¨®n lenta, menos proclives al aumento de tama?o pero oro puro si quieren consagrarse a los deportes de resistencia. ¡°Tienen mayor dificultad para la creaci¨®n de masa muscular. Esto hace que tengan pocas posibilidades de ganar un campeonato de culturismo, porque siempre habr¨¢ otras personas que, con su mismo esfuerzo y dedicaci¨®n, tendr¨¢n mayores vol¨²menes y proporcionalidad, que es lo que se valora en este tipo de disciplinas. A cambio, definen muy r¨¢pido (en el argot, significa que se les nota fibrosos con pocas sesiones de entrenamiento), ya que sus porcentajes de grasa suelen ser bajos¡±, explica L¨®pez. Por simplificar, lo tienen m¨¢s f¨¢cil para ser maratonianos o modelos de pasarela.
Un plan perfecto para empezar a correr
Finalmente, los endomorfos son de hueso grueso y aspecto redondeado. Les cuesta ganar m¨²sculo, pero acumulan grasa en cuanto descuidan la dieta. En especial, en la zona abdominal. ¡°Mucha gente es mesomorfa, pero se autodiagnostica como endomorfa err¨®neamente porque se ven fofos debido al sedentarismo y una mala dieta¡±. En su caso, para mejorar su anatom¨ªa tienen que combinar el trabajo de fuerza mondo y lirondo, para ganar m¨²sculo, con el de alta intensidad (un excelente quemacalor¨ªas) e incluso con algo de actividad cardiovascular suave en los d¨ªas de descanso (por ejemplo, salir a pasear). Todo lo que sea con tal de quemar calor¨ªas y mejorar el porcentaje muscular.
En todo caso, ¡°con entrenamiento dirigido a lograr las adaptaciones que nos llevan a nuestro cuerpo ideal ¡ªya sea delgado o hipertrofiado¡ª y una dieta acorde a esos objetivos, podemos modificar bastante nuestro cuerpo¡±, sentencia L¨®pez. Harina de otro costal es el esfuerzo: unas personas parecen haber nacido para ponerse como toros y a otros les cuesta horrores ganar un gramo de m¨²sculo.
Tableta de chocolate sobre un gran michel¨ªn, una pesadilla posible
Puede que a nivel colectivo sea dif¨ªcil deshacernos de ellas pero, en el universo individual, las idealizaciones de los cuerpos acaban cayendo por su propio peso: que cada uno tiene la forma que tiene es una obviedad. Pero siempre est¨¢ la tentaci¨®n inconformista de recurrir a la cirug¨ªa est¨¦tica. Pues bien, la mesa de operaciones quita y pone, pero no hace milagros. De hecho, los grandes profesionales del sector advierten de las consecuencias nefastas de saltarse los c¨¢nones cl¨¢sicos de las proporciones del cuerpo. O de tomar atajos.
¡°La liposucci¨®n bien hecha con o sin eliminaci¨®n de la piel sobrante nos ayuda a moldear el cuerpo con bastante grado de satisfacci¨®n. Pero para esto el cirujano debe actuar como un escultor, teniendo en cuenta las proporciones ideales, que no han cambiado desde los tiempos de los griegos cl¨¢sicos. Alterarlos por moda, sin tener en cuenta las caracter¨ªsticas ¨¦tnicas o la estatura, es algo a lo que algunos cirujanos nos negamos y da lugar a esperpentos y cuerpos poco proporcionados¡±, apunta el cirujano pl¨¢stico Miguel Chamosa. Sucede, por ejemplo, cuando a una anatom¨ªa eslava, poco curvil¨ªnea, se le pone con pr¨®tesis un trasero latino. O unos p¨®mulos desmedidos. Por poder, se puede. Pero queda lejos del ideal.
Menci¨®n aparte merece el hecho de que el pecho no crece con el deporte. ¡°De hecho, entrenando mucho se elimina grasa de todo el cuerpo por igual. Incluido el pecho¡±, avisa a todas sus pupilas el entrenador Jos¨¦ Cano. El ¨²nico remedio a un busto escaso pasa por el quir¨®fano. Es posible recurrir a pr¨®tesis de tama?os ¨¦picos, pero el sentido com¨²n sugiere mesura. As¨ª lo recalca Julio Mill¨¢n Mateo, director del Instituto de Cirug¨ªa Est¨¦tica de la Cl¨ªnica Ruber y uno de los cirujanos m¨¢s valorados en aumento de pecho. ¡°Muchas pacientes entran por la puerta pidiendo 300 cent¨ªmetros c¨²bicos (el tama?o del implante). No entiendo esa man¨ªa con los 300, ni que fu¨¦ramos a las Term¨®pilas. Hay que valorar primero la anatom¨ªa de la paciente. Si es bajita y menuda, puede quedar poco est¨¦tico. En cambio, un pecho m¨¢s peque?o, bien colocado, queda m¨¢s arm¨®nico¡±. Por no hablar de que, cuanto m¨¢s peso, m¨¢s afectadas por la inexorable ley de la gravedad que obligar¨¢, m¨¢s pronto que tarde, a volver a pasar por quir¨®fano para reparar la ca¨ªda libre. En todo caso, elegir pecho seg¨²n la forma f¨ªsica implica seguir teniendo dicha condici¨®n f¨ªsica en el futuro...
Problemas que solo las chicas con pechos grandes entender¨¢n
Y si el pecho es la pesadilla de algunas mujeres, a ciertos hombres les obsesiona la tableta de chocolate. Y s¨ª, ya es posible grabar unos abdominales falsos. ¡°Los hacemos con el tratamiento denominado lipohelio. Consiste en una liposucci¨®n con ultrasonidos para eliminar grasa a la que sumamos el Renuvion, una t¨¦cnica que aplica helio ionizado bajo la piel. Esto contrae selectivamente los septos fibrosos de la hipodermis, la fascia de los m¨²sculos y la dermis. Podemos dejar el vientre plano o apostar por el ¡®grabado abdominal¡¯ que es, literalmente, marcar unos abdominales de pega con grasa del propio paciente¡±, apunta Javier Moreno Moraga, cirujano pl¨¢stico y director de Instituto M¨¦dico L¨¢ser. ¡°Son de mentira, pero no quedan mal del todo. Aunque hay que advertir al paciente de que, si engorda, acabar¨¢ con una barriga oronda coronada por una falsa chocolatina de abdominales. Porque eso ya no se quita¡±. ?Ideal? No. Pues eso.