Problemas que solo las chicas con pechos grandes entender¨¢n
No todas las mujeres pueden gozar de sus curvas. Dificultad para el deporte, dolor de espalda y arrugas precoces, entre las causas
El aumento de mamas sigue siendo la intervenci¨®n est¨¦tica m¨¢s demandada en este pa¨ªs, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica (SECPRE): cada a?o lo hacen entre 18.000 y 19.000 espa?olas. Sin embargo, esta realidad no debe ocultarnos la otra cara de la moneda, donde una de cada 20 espa?olas que recurre a la cirug¨ªa pl¨¢stica lo hace para reducirse el pecho, seg¨²n tambi¨¦n datos de la SECPRE. La actriz Ariel Winter, de Modern Family, hizo lo propio hace unos meses, alegando problemas de salud relacionados desde los 17 a?os. No se trata de una moda. Pues si bien es cierto que un busto generoso resulta hermoso ante la mayor¨ªa, existen ciertos inconvenientes, problemas que solo conocen las portadoras de tan bellas curvas. Y ha llegado el momento de hablar de ellos.
1. Una mala postura inconsciente acaba en dolor de espalda
Existe la creencia de que un escote voluptuoso causa dolores de espalda por el propio peso de las mamas. ¡°En realidad, se debe a las medidas posturales que adoptan para disimularlo, como caminar encorvadas. Esta disposici¨®n incorrecta de la columna genera molestias, sobre todo en las zonas cervical y dorsal alta¡±, explica el doctor C¨¦sar Casado, secretario general de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica (SECPRE).
2. Faltan copas en el mercado
No, no se trata de una barra libre. En Espa?a las copas (la parte del sost¨¦n en la que van las mamas) m¨¢s habituales son la A, la B y la C (es decir, de busto peque?o a grande). Pero la talla s¨²per grande es m¨¢s compleja de encontrar. Algunas marcas asequibles distribuyen D, E y F. "Pero encontrar la G es una misi¨®n imposible", se queja una de las afectadas. La firma estadounidense Bare Necessities llega hasta la copa J (de 38 a 40 cm resultantes tras restar al contorno del t¨®rax a la altura del pez¨®n, el contorno del t¨®rax por debajo de la mama).
3. El sujetador es una tortura
La parte del sost¨¦n encargada de elevar la masa mamaria son los tirantes. A mayor masa, m¨¢s esfuerzo. Salvo que se opte por tirantes gruesos, los finos tienden a clavarse en los hombros, causando rozaduras o rojeces. ¡°No es determinante, pero s¨ª es otra de las dolencias que relatan las pacientes en la consulta¡±, apunta Casado. Por si fuera poco, ¡°los aros pueden marcar mucho el surco mamario y dificultar la vascularizaci¨®n de la zona, provocando con el tiempo una mayor atrofia de la gl¨¢ndula (perdida de tama?o y firmeza)¡±, apunta el doctor Antonio J. Pineda Sierra, responsable de la Unidad de Cirug¨ªa Est¨¦tica de Cl¨ªnica Londres Barcelona.?
4. Hacer deporte no es tan f¨¢cil
Doctor, ?deber¨ªa reducirme el pecho?
"Cuando el dolor de espalda es recurrente o hay eccemas u otras molestias, lo habitual es que la mujer acuda a su m¨¦dico de atenci¨®n primaria, al reumat¨®logo o al traumat¨®logo. Son ellos quienes las derivan al cirujano pl¨¢stico para valorar la conveniencia de una mamoplastia de reducci¨®n¡±, explica el doctor C¨¦sar Casado, secretario general de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica (SECPRE). ¡°Al ser una intervenci¨®n cuyo origen es, mayoritariamente, sanitario, su reparto por franjas de edad resulta muy equilibrado y alcanza incluso a pacientes de m¨¢s de 60 a?os, a diferencia de los aumentos de mama, que se concentran, sobre todo, en los tramos comprendidos entre los 18 y los 44 a?os¡±, contin¨²a.
Estas intervenciones no las cubre la Seguridad Social. Solo hay una excepci¨®n: los casos muy extremos, como la gigantomastia (el desarrollo an¨®malo y desproporcionado de una o ambas mamas) o la hipertrofia mamaria virginal (un crecimiento exagerado justo despu¨¦s de la primera regla).
Pese a tratarse de una operaci¨®n est¨¦tica no deja de ser una cirug¨ªa, "por lo que las pacientes deben asegurarse de que se realice exclusivamente en el quir¨®fano de un centro hospitalario o una cl¨ªnica y de que el profesional que se la practique tenga la correspondiente titulaci¨®n oficial de especialista en Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica, cuya obtenci¨®n requiere, entre otras cosas, un periodo de residencia de cinco a?os", advierte el doctor Cristino Su¨¢rez, director de la cl¨ªnica tinerfe?a que lleva su nombre y presidente de la SECPRE. "La reducci¨®n entra?a algo m¨¢s de dificultad que el aumento. Se realiza con anestesia general y en ella se extirpan partes de la gl¨¢ndula mamaria y de grasa. A continuaci¨®n, se recoloca el tejido sobrante. La intervenci¨®n dura entre dos y cuatro horas y precisa de dos o tres d¨ªas de ingreso posquir¨²rgico", apunta la doctora Marina Garc¨ªa Moya, especializada en cirug¨ªa mamaria en Instituto Javier de Benito.
No es barata. Su coste var¨ªa seg¨²n la cl¨ªnica, pero suele estar en torno a los 5.700 €.
Seg¨²n el libro Medicina del deporte, editado por la Universidad de Sevilla, el running puede estirar el ligamento de Cooper (conjunto de tejidos que da soporte a las mamas), produciendo flacidez prematura. "La mayor parte de los sujetadores normales no evitan el problema en el caso de las mujeres de pechos grandes", asevera su autor, Jos¨¦ Mar¨ªa Rojo, que a?ade que siempre se debe buscar el sost¨¦n de mayor firmeza. Y los problemas no aparecen solo al correr. La tenista rumana Simona Halep se lo redujo para mejorar su saque. Y las nadadoras se enfrentan cada d¨ªa al problema de encontrar un sujetador de su talla.
5. El canalillo suda
?Y d¨®nde est¨¢ el problema?, se cuestionar¨¢n algunos. Lo expone el doctor Rub¨¦n Garc¨ªa Guilarte, con su propia cl¨ªnica de cirug¨ªa pl¨¢stica: ¡°Deriva en eccemas o int¨¦rtrigo, una irritaci¨®n de la piel del surco inframamario que se produce al no poder transpirar correctamente y acumularse una humedad excesiva a este nivel¡±.
6. Se ven m¨¢s los defectos
Igual que el rostro no tiene una simetr¨ªa perfecta, tampoco la tiene el busto. Las irregularidades en un pecho peque?o pasan m¨¢s desapercibidas que en uno de grandes dimensiones. ¡°Es el caso de los pechos demasiado separados. Pueden juntarse en quir¨®fano, pero no siempre es posible en el grado que algunas pacientes desean, ya que el implante no puede colocarse fuera de lo que es su situaci¨®n anat¨®mica y llevarlo en extremo hacia la parte media si no hay suficiente cobertura o la posici¨®n de la areola no lo permite¡±, advierte el doctor Antonio de la Fuente, jefe de la Unidad de Cirug¨ªa Pl¨¢stica del Hospital Ruber Internacional y director del Departamento de Cirug¨ªa Pl¨¢stica de Cl¨ªnica de la Fuente.
7. Amplifica el volumen real del resto del cuerpo
Un pecho voluptuoso crea la ilusi¨®n de robustez, aunque el resto de la anatom¨ªa no lo sea. ¡°Es especialmente notorio en el caso de presentadoras de televisi¨®n con bustos grandes. El plano medio y el plano medio-corto, los m¨¢s habituales, potencian esa impresi¨®n¡±, explica Anitta Ruiz de Monasterio, fundadora de la consultor¨ªa de imagen Nadie Como T¨².
9. Las arrugas del escote salen antes
Al dormir de lado, un pecho cae sobre el otro. As¨ª se va generando una peque?a arruga que, noche tras noche, acaba convirti¨¦ndose en un canalillo apergaminado. ¡°Lo recomendable es que todas las mujeres duerman con un sujetador que lo evite¡±, insiste Marta Fern¨¢ndez Cuevas, directora de Pillow Bra.
10. Aumentan las molestias premenstruales
El baile hormonal (var¨ªa el equilibrio entre los estr¨®genos y la progesterona) previo a la llegada de la regla provoca tensi¨®n mamaria en algunas mujeres. No en todas. Mientras unas apenas notan variaciones en su anatom¨ªa, otras comprueban c¨®mo el busto les aumenta de forma evidente; y, en estas ocasiones, puede ir acompa?ado de dolor (mastodinia). ¡°Conveniente contar con un sujetador una talla mayor para estos episodios¡±, explica Nuria Sard¨¢, directora creativa de Andr¨¦s Sard¨¢. La ciencia a¨²n desconoce por qu¨¦ el dolor afecta a unas f¨¦minas s¨ª y a otras no. Pero cuando el pecho es de por s¨ª grande, esta hinchaz¨®n se torna a¨²n m¨¢s molesta. ¡°Puede aliviarse con suplementos a base de vitex agnus castus, una planta que reduce esos desajustes hormonales¡±, apunta Javier Haya, jefe de Servicio de Ginecolog¨ªa y Obstetricia en Hospital General Universitario de Ciudad Real.?
El baile hormonal (aumentan la progesterona y prolactina) previo a la llegada de la regla provoca tensi¨®n mamaria en algunas mujeres
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