Sublimando el rebozado con copos de ma¨ªz
No solo valen para los desayunos
Los copos de ma¨ªz (corn flakes en ingl¨¦s) son una de las formas de desayuno m¨¢s consumidas en todo el mundo. El padre de la idea fue James Caleb Jackson en 1863. Era un buen concepto, pero lleg¨® demasiado pronto y fracas¨® estrepitosamente. Quince a?os m¨¢s tarde, en 1877, el m¨¦dico estadounidense John Harvey Kellogg retoma la propuesta con algunas licencias. En esta ocasi¨®n, crea un tipo de bizcocho con cereales para sus pacientes con problemas intestinales. A?os despu¨¦s, su hermano, John Harvey Kellogg, le da otra vuelta e inventa la forma que todos conocemos como copos de ma¨ªz. Ser¨ªa el primer paso de su compa?¨ªa, Kellogg¡¯s. Acababa de introducir en el mercado un producto innovador destinado al desayuno que los consumidores acogieron con plena avidez. Solo en los tres primeros a?os de vida de la compa?¨ªa se vendieron un mill¨®n de cajas.
Con el tiempo otras empresas lanzaron sus propias propuestas de copos de ma¨ªz. A diferencia de otros cereales, el ma¨ªz no tiene gluten y es apto para personas con celiaqu¨ªa. A Espa?a tardaron bastantes d¨¦cadas en llegar, pero su boom no estallar¨ªa hasta los a?os 80.
Los copos de ma¨ªz suelen consumirse empapados en leche u otra bebida, con o sin chocolate. Aunque los pueden tomar consumidores de todas las edades, la publicidad y el empaquetado los dirige a un p¨²blico infantil o juvenil. Este producto se encuentra durante todo el a?o en cualquier supermercado o tienda de alimentaci¨®n.
Triturar y tostar
Para disfrutarlos solo tienes que abrir y servir. Pero fabricarlos no es tan simple. El primer paso es cocer los granos durante 150 minutos. Una vez blandos, se trituran, se forma una pasta plana y se deja secar. Y de ah¨ª al horno, donde los copos se agitan constantemente para que se tuesten de manera uniforme. En este punto, puede terminar el proceso o puede a?adirse una soluci¨®n azucarada y todos los compuestos vitam¨ªnicos que el fabricante desee. Estos a?adidos van a determinar el sabor y la textura, as¨ª como la calidad nutricional del producto final.
El primer paso para fabricarlos es cocer los granos 150 minutos; una vez blandos se trituran, se forma una pasta plana y se deja secar. Y de ah¨ª al horno, donde los copos se agitan constantemente para que se tuesten de manera uniforme. En este punto, pueden a?adirse soluciones azucaradas.
En la cadena de elaboraci¨®n no se desperdicia nada. Si salen enteros, los copos se embolsan. Los que se rompen, en cambio, se reservan como ingredientes para productos secundarios, como barritas de cereales.
Un desayuno demasiado azucarado
Antes de comprar un producto u otro, echa un vistazo a la composici¨®n. En unos copos de ma¨ªz vas a encontrar 84-87 gramos de carbohidratos, de los que los az¨²cares pueden suponer desde apenas un 2% si son sin azucarar hasta cerca del 50% en los azucarados. En las variedades endulzadas con miel la cuenta de hidratos de carbono apenas var¨ªa (83 gramos en esta ocasi¨®n).
El aporte de fibra va de 2 a 3,5 gramos y las prote¨ªnas suponen entre 4,5 y 7 gramos. En total, cada 100 gramos de producto proporcionan en torno a 385 kilocalor¨ªas.
Por apetecibles que parezcan, recuerda que un exceso de az¨²car en la dieta se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades cr¨®nicas y sus factores de riesgo, como la obesidad. Si eres un goloso irredento considera esta dulce forma de desayuno como algo para tomar de forma espor¨¢dica y dentro de una dieta equilibrada y variada. O, en todo caso, elige los que tengan menos az¨²car a?adido. En tu defensa, apunta que la raci¨®n habitual son unos 30 gramos de copos, as¨ª que todo lo anterior tendr¨¢s que dejarlo en la tercera parte.
La cuenta de minerales y vitaminas suele ser bastante variable. Muchos fabricantes a?aden un extra de esos micronutrientes como reclamo para atraer la atenci¨®n de los padres, convencidos de que as¨ª alimentan mejor a sus hijos. Las m¨¢s habituales son niacina, hierro, magnesio, vitamina B6, riboflavina, tiamina, ¨¢cido f¨®lico, vitamina D y vitamina B12. Aunque puedan contribuir a la cobertura de nutrientes, no pierdas de vista que tambi¨¦n meten en el saco bastantes az¨²cares a?adidos.
Con leche o con merluza
La preparaci¨®n habitual de los copos de ma¨ªz no ha variado desde principios del siglo pasado: copos y un chorro de leche ¨C caliente o fr¨ªa, t¨² decides-. Sin embargo, puedes echarle imaginaci¨®n y variar tu desayuno incorporando bebida de soja, leche de almendra, fresas o pl¨¢tano troceados, frutos secos, copos de otros cereales o una cucharada de mermelada.
Una receta original para sacar a tus cereales del sota, caballo y rey del bol del desayuno es usarlos para empanar en sustituci¨®n del pan rallado. El modus operandi es el de siempre: empapar los trozos de pollo, carne o de pescado en huevo, dar una pasada por los copos machacados y a la sart¨¦n con el aceite. El resultado es un rebozado ultra crujiente para tus bocados de pollo o para los palitos de pescado. Salvo que quieras innovar a tope mezclando sabores, elige cereales sin azucarar.
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