Por qu¨¦ las mejores ideas nos asaltan en la ducha y siempre por sorpresa
Nadie ha tenido la audacia de monitorizar el cerebro de una persona mientras se da un ba?o caliente y tiene pensamientos creativos, no, pero tampoco hay duda de que el ba?o es cuna de ideas dignas de un Nobel
Dan llega a casa una noche a la hora habitual. Abre la puerta y entra en el cuarto de estar. Charlie yace muerto en el piso, junto a un charco de agua y trozos de cristal. En la habitaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ Torn. Dan comprende inmediatamente lo sucedido. ?Y t¨²? ?De qu¨¦ muri¨® Charlie? Antes del final de este art¨ªculo sabr¨¢s la soluci¨®n del problema, aunque te sabr¨¢ mejor si llegas a ella por tu cuenta. Necesitar¨¢s mucha creatividad, pero puedes hacerlo. Dale las vueltas que necesites. ?Que no avanzas? Date un ba?o.
O ¨¦chate una siesta, o date un paseo¡ La visita de las musas no est¨¢ garantizada, pero se dice que a Arqu¨ªmedes le vino a la mente el principio que lleva su nombre durante un ba?o, en el que pronunci¨® el c¨¦lebre eureka que, cuentan, encaja a la perfecci¨®n en la experiencia de August Kekul¨¦, quien descubri¨® la mol¨¦cula del benceno en un duermevela; la misma inspiraci¨®n regal¨® al matem¨¢tico Henri Poincar¨¦ las claves para comprender las funciones fuchsianas durante un breve trayecto en autob¨²s. Cu¨¢l era el principio de Arqu¨ªmedes, qu¨¦ es el benceno y para qu¨¦ sirve una funci¨®n fuchsiana no es aqu¨ª lo importante. Los psic¨®logos conocen estas historias como las tres bes, por las iniciales de las palabras bath, bed y bus (¡°ba?o¡±, ¡°cama¡± y ¡°autob¨²s¡±, en ingl¨¦s) y porque son situaciones intelectualmente poco demandantes, incluso relajantes, en las que uno suele dejar la mente divagar. Son ejemplos del momento perfecto para que las grandes ideas se nos revelen con un fogonazo genial.
Pero no hay revelaci¨®n que valga, asegura la psic¨®loga Manuela Romo, autora del libro Psicolog¨ªa de la creatividad. ¡°Es un tema que se presta a mucha explicaci¨®n esot¨¦rica, pero nos pasa en la vida cotidiana, por ejemplo, al comprender un chiste; repentinamente te das cuenta de que un elemento del problema no lo hab¨ªas considerado o le dabas un significado distinto del que debe tener¡±, explica Romo, quien dirige el t¨ªtulo de experto en Creatividad aplicada de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Es rigurosamente cierto que la experiencia es la de toparse con una idea que sale de la nada, totalmente por sorpresa (como la carcajada del chiste), pero tanto los eurekas hist¨®ricos como los dom¨¦sticos son el resultado de procesos mentales ordinarios.
Lo que pasa es que el cerebro siente una irrefrenable atracci¨®n hacia los problemas irresueltos, de manera que cuando uno deja de pensar en ellos conscientemente la mente sigue trabajando en un nivel inconsciente. Algunos psic¨®logos han llamado incubaci¨®n a este discreto trabajo, Manuel Mart¨ªn-Loeches, catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, utiliza una expresi¨®n m¨¢s cercana. ¡°El cerebro por s¨ª solo va cocinando la soluci¨®n¡±, dice. Parad¨®jicamente, alejarse de los fogones del problema (sin llegara a abandonarlo del todo) es lo que, en estos casos, conduce a la soluci¨®n. Por eso la intimidad de la ba?era, el sonido relajante del agua, que templa el cuerpo, y una mente libre para divagar entre la espuma del champ¨² son p¨®lvora para el fogonazo. Cuanta mayor sea la red neuronal activada, o sea, cuantas m¨¢s ideas se hayan considerado en la reflexi¨®n consciente anterior al descanso, m¨¢s elementos entrar¨¢n en juego en la soluci¨®n, apunta Mart¨ªn-Loeches. Si es que aparece...
Cuando lo hace, a veces la mente despeja inc¨®gnitas ¨²tiles como d¨®nde est¨¢n las llaves del coche que no has encontrado ni en veinte minutos de registro domiciliario, otras aporta ideas dignas de un Nobel porque, una vez se le deja en un proceso autom¨¢tico, libre de la reflexi¨®n consciente, el cerebro puede comenzar a ¡°ver viejos problemas desde un ¨¢ngulo nuevo¡±, si tomamos las palabras de Einstein para definir la creatividad. Ese, precisamente, es el guiso m¨¢s sublime de esta cocina mental. Romo argumenta que, con la libertad mental necesaria, ¡°asocias tu problema con realidades que en teor¨ªa no tienen que ver y dan lugar a hermosas met¨¢foras, a analog¨ªas donde repentinamente ves la idea¡±. Pueden ser unos versos, una ecuaci¨®n, una jugada de f¨²tbol... puede que tu cerebro, bajo el chorro de agua caliente, por fin deje de dar por hecho que el charco de agua y los cristales del problema de Dan son todo lo que queda de un vaso lleno. Lo m¨¢s probable es que este vaso, que ¨²nicamente est¨¢ en tu mente, pero bien anclado, haya tapado todas tus perspectivas y te haya impedido avanzar en la resoluci¨®n del problema. Olv¨ªdate de ¨¦l. No existe.
La cocina secreta de los genios
El acertijo de Dan es lo que los psic¨®logos cognitivos llaman un problema de insight, que es la palabra que m¨¢s se acerca al c¨¦lebre eureka en su jerga. Se trata de una realidad escurridiza, un rompecabezas molesto; si ya es dif¨ªcil conseguir monitorizar el cerebro de una persona justo en el momento en el que despliega toda su creatividad, mejor no hablar de la complejidad de hacerlo mientras canta bajo la ducha... Nadie ha estudiado a nivel neurocient¨ªfico qu¨¦ sucede en el cerebro durante un insight, pero a nivel psicol¨®gico se admite que la gran idea que surge en la ba?era solo es el culmen de un proceso progresivo.
El desenlace nunca se ve venir porque este tipo de problemas solo tienen una soluci¨®n cuando se han colocado todas las piezas del puzle, requieren trazar una nueva perspectiva con todo detalle. Emerge entonces clara y s¨²bitamente, y con el tiempo es lo ¨²nico que la persona recuerda. A veces solo es un chispazo fugaz que se olvida inmediatamente, algo que sucede con frecuencia por las ma?anas, en el momento de despertar del sue?o, dice Romo (tener una libreta a mano ahorra muchos quebraderos de cabeza para recordar buenas ideas que no vuelven f¨¢cilmente, y las hay impermeables para colocar en la pared de la ducha). Otras veces la idea es duradera. Puede que acabe por cambiar el rumbo de la humanidad ¡ª"la creatividad es lo que nos ha llevado de las cuevas hasta Saturno", recuerda Romo¡ª. Aunque hay que admitir que la inspiraci¨®n verdaderamente genial no est¨¢ al alcance de todos.
No es por una cuesti¨®n gen¨¦tica. Para empezar, no todo sucede en el mundo interior. Muchas veces hay elementos del exterior que la mente incorpora al planteamiento del problema sin pedirnos permiso. Charles Darwin, por ejemplo, relacion¨® el nacimiento de su teor¨ªa de la evoluci¨®n con el Ensayo sobre el principio de poblaci¨®n, en el que el economista ingl¨¦s Thomas Malthus vincula el crecimiento demogr¨¢fico a una pobreza progresiva, por ser este m¨¢s r¨¢pido que el de los recursos disponibles. A ¨¦l le son¨® a ajustes ecol¨®gicos de las poblaciones, y pudo haber sido una chispa ¨²til para que surgiera una idea que ha cambiado por completo la concepci¨®n de la biolog¨ªa, ¡°pero olvid¨® hablar de los a?os que hab¨ªa pasado d¨¢ndole vueltas a sus apuntes tras desembarcar del Beagle¡±, apunta Romo. ¡°La inspiraci¨®n nunca llega de la nada¡±, piensa Mart¨ªn-Loeches.
Olv¨ªdate de Einstein: es mejor ser trabajador que un genio
O sea, que tener la antena bien orientada proporciona a la mente elementos que relacionar¨¢ sin importar lo alejados que est¨¦n, lo que promete producir ideas buenas y creativas. Pero para que el insight final alcance un nivel de creatividad genial, para que sea de esos que cambian la estructura del mundo para millones de personas, hacen falta, al menos, dos caracter¨ªsticas, seg¨²n la psic¨®loga: apertura a la experiencia (o curiosidad) y perseverancia que permita especializarse en un campo particular. Sin la primera no hay nada nuevo que descubrir, en cuanto a la perseverancia, Romo se?ala un tiempo que est¨¢ inspirado en el estudio de cu¨¢nto tarda una persona en dominar un repertorio de unas 50.000 posiciones en el ajedrez, lo que le convierte en un maestro: 10 a?os.
Es lo que se tarda en dominar un campo lo suficiente como para que la creatividad resuelva problemas de insight verdaderamente significativos. Es lo que cambia estructuras enteras de pensamiento, que al final es de lo que se trata. Por poner un ¨²ltimo y definitivo ejemplo de hasta qu¨¦ punto la creatividad nos libera de estructuras habituales para comprender el mundo: ?no has pensado en que hay personas que ponen a sus gatos nombres como Torn y llaman Charlie a sus peces? Pues as¨ª es, y el cristal del suelo era el de la pecera del pobre Charlie.
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