"Me llamo Bea y soy inquilina"

¡°Hola, me llamo Bea y soy una inquilina del barrio¡±. Con esta breve f¨®rmula influida, quiz¨¢,en las reuniones de Alcoh¨®licos An¨®nimos comenz¨® ayer la primera asamblea de inquilinos. Un encuentro convocado por el grupo de Vivienda de Lavapi¨¦s para poner en com¨²n los problemas de las personas arrendadas, idear respuestas colectivas y organizarse siguiendo la senda de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

Una treintena de inquilinos, chicas j¨®venes en su mayor¨ªa, personas ya desahuciadas y vecinos de de este barrio del centro de la capital incidieron en la importancia de crear un movimiento de oposici¨®n al desahucio que englobe no solo a los hipotecados sino tambi¨¦n a los arrendados.

¡°Me encuentro con el problema de que mi alquiler crece cada a?o con arreglo al IPC pero mi sueldo cada vez es m¨¢s bajo¡±, afirmaba ayer una de las asistentes. Otro de los conflictos que distingue al inquilino del hipotecado es el del ¡°enemigo¡±. El culpable en los amenazados de desalojo es casi siempre el banco mientras que para los inquilinos suele ser una persona -el casero- que alega tener tus mismos problemas.

La huelga de pago es una de las posibilidades que plantea este grupo aunque reconocen que hay ¡°muchos pasos intermedios¡± hasta dejar de abonar el alquiler. El primero es solicitar masivamente una rebaja del alquiler. Un objetivo posible que algunos de los participantes ya han logrado: ¡°He conseguido acordar una reducci¨®n de 100 euros al mes con mi casera, antes pagaba 500 y ahora pago 400. No tenemos que tener miedo a intentarlo¡±. Otro de las medidas de presi¨®n previas a la huelga planteadas es la autoreducci¨®n de la mensualidad, presionar a los arrendatarios que cobran el alquiler en negro para que establezcan contratos legales (que aumentan la seguridad del inquilino) y sobre todo crear un movimiento organizado que aglutine a todas las personas que viven de alquiler, tengan el perfil que tengan, para dar voz a un colectivo, por ahora disperso, pero que se enfrenta a los mismos problemas. "Crear una identidad del inquilino, como la que tiene el hipotecado o el okupa y dar a entender que si la econom¨ªa decrece lo que pago al mes tambi¨¦n debe hacerlo".

En el marco legal proponen reformar la ley de arrendamientos urbanos, que el Estado establezca exenciones fiscales y que obligue a las entidades bancarias, con miles de pisos vac¨ªos, a sacar el stock inmobiliario para que al aumentar la oferta, bajen los precios.

La de ayer fue una primera toma de contacto, para conocerse, plantear problemas concretos y crear una primera red de apoyo que, seg¨²n sus organizadores, tiene que ir creciendo y madurando para hacer visibles a los afectados por el alquiler y para rechazar el mensaje interiorizado de que ¡°el 60% del sueldo tiene que ir destinado a la vivienda¡±.