El macrogeri¨¢trico ganar¨¢ 14 millones al a?o y pagar¨¢ 30.000 de alquiler
Los comuneros solo cobrar¨¢n por la madera que dejar¨¢n de producir en los terrenos
¡°?Qu¨¦ descansada vida / la que huye del mundanal ruido!¡±. El poema de Fray Luis de Le¨®n que as¨ª comienza, reproducido en la memoria entregada a la Xunta por la promotora Avance Arquitect¨®nico SL, sintetiza para la empresa el esp¨ªritu del macrogeri¨¢trico que quiere construir en Guitiriz. Un complejo de 173 hect¨¢reas por las que distribuir¨¢, con una inversi¨®n de 135 millones de euros cuyo origen no detalla, una residencia de 200 plazas, 900 viviendas de una o dos plazas, hotel, teatro, tiendas y huertos bajo el nombre de Ciudad Verde. Ser¨¢ ¡°un verdadero espacio recuperado para el uso humano, racional y sensible¡±, asegura su documentaci¨®n, con capacidad para unas 2.000 personas y que supondr¨¢ ¡°un antes y un despu¨¦s en el concepto de asistencia a personas mayores¡±.
?Esos terrenos son hoy un monte comunal de pinos, salpicados por cinco m¨¢moas megal¨ªticas, propiedad de un centenar de vecinos de Santa Mari?a de Lagostelle. Una franja de 3,5 kil¨®metros de largo por 500 metros de ancho que bordea por el oeste el diminuto n¨²cleo de una parroquia envejecida en la que dicen no saber de tr¨¢mites ni de pol¨ªtica y donde esperan con una mezcla de esperanza y escepticismo un proyecto que promete 400 empleos. ¡°Si no tenemos beneficio directamente, al menos que nuestra gente se pueda beneficiar de alg¨²n puesto de trabajo¡±, dice Ram¨®n Iglesias, presidente de la comunidad de montes, quien se reconoce ¡°contento¡± pero pide ¡°esperar a ver c¨®mo acaba esto, que est¨¢ empezando¡±.
Iglesias explica que el monte ¡ªSanta Mari?a tiene 660 hect¨¢reas de terrenos comunales¡ª ¡°da pocos beneficios¡±, pese a que es uno de los mejor gestionados de Galicia, como buena parte de los de Guitiriz, donde apenas se producen incendios. As¨ª lo reconoce Medio Rural, que mantiene un convenio con la parroquia para ¡°conservar y aumentar en lo posible los valores naturales y culturales existentes¡±. Valores que adem¨¢s de en madera se concretan en setas, miel, caza, pesca y pastos para un ganado ¡ªen Lagostelle hay incluso un ya ex¨®tico burro¡ª que ha de convivir con corzos, jabal¨ªes, zorros e incluso puede que alg¨²n lobo, seg¨²n los documentos oficiales.
Cuando se le pregunta por cantidades, Iglesias asegura que no hay nada cerrado para la cesi¨®n de los terrenos sino un ¡°acuerdo previo¡±, y que ser¨¢ cuando la promotora consiga los permisos cuando ¡°se negociar¨¢ eso¡±. Sin embargo, el propio Iglesias y otros representantes de la comunidad de montes elevaron a p¨²blico en junio del a?o pasado ante una notar¨ªa de Castro de Rei un contrato que estipula que la promotora pagar¨¢ a los comuneros, a cambio de disponer libremente de los terrenos durante 30 a?os ¡ªpodr¨¢ realquilarlos o cederlos a terceros¡ª, un alquiler de 30.000 euros anuales. Ese importe se har¨¢ efectivo en cuanto la promotora obtenga todos lo permisos. Por el contrario, si no consigue las licencias antes de cinco a?os, podr¨¢ rescindir el contrato unilateralmente.
Esas cifras se quedan peque?as comparadas con los c¨¢lculos que hace la promotora. En la documentaci¨®n presentada ante la Xunta estima una cifra de negocio anual de 42,2 millones. Y unos gastos anuales de 24,1 millones, principalmente ¡ªel 28%¡ª en salarios de sus 400 trabajadores, pero tambi¨¦n en alimentaci¨®n, mantenimiento, luz, agua, etc. Descontados otros gastos y la amortizaci¨®n de los 135 millones de inversi¨®n inicial, la promotora estima unos resultados antes de intereses e impuestos de 14,7 millones al a?o.
La pista para entender la diferencia entre el beneficio millonario que obtendr¨¢ la promotora y el alquiler que pagar¨¢ a los comuneros la da un vecino de la parroquia y la corroboran varias fuentes: ¡°Se habl¨® de que pagar¨ªan el aprovechamiento en madera anual que da ahora el monte¡±. Esto es, alquilar 1,73 millones de metros cuadrados cuesta 30.000 euros porque eso es lo que vale la madera que producir¨ªa esa superficie. Aunque esa superficie est¨¦ ocupada por un geri¨¢trico de alto nivel.
A un par de vecinos consultados en la parroquia les ¡°suena¡± la cifra de 30.000 euros al a?o, aunque no saben decir si es mucho o poco. No quieren dar sus nombres y remiten al presidente de la comunidad. ¡°Yo estuve en la junta de la comunidad pero ya no quiero¡±, apunta un anciano apoyado en lo alto de un bast¨®n desde el que conversa con un hombre de mediana edad que se afana en una poda. ?ste no habla porque no es de Santa Mari?a sino de una parroquia vecina. ¡°Hay pocos j¨®venes aqu¨ª para trabajar¡±, dice.
Quien da fe del envejecimiento de Lagostelle es el p¨¢rroco, Alfonso Blanco, al que no le importa hablar y tiene fresco el momento en que se iniciaron las discretas gestiones para que Santa Mari?a albergue el mayor geri¨¢trico de Galicia. ¡°No olvidar¨¦ nunca la fecha, el 24 de septiembre de 2010; la empresa convoc¨® una reuni¨®n insistiendo mucho en que antes de presentar el proyecto al Ayuntamiento o a la Xunta quer¨ªan hablar con la parroquia¡±, dice Blanco, quien cree que el complejo ¡°puede ser muy importante para los vecinos, puede dar muchos empleos, pero tambi¨¦n les digo que se asesoren bien, que no se dejen enga?ar¡±. ¡°Que sea para bien¡±, concluye el p¨¢rroco.
Los bajos sueldos de Lugo atraen a la promotora de la residencia
La decisi¨®n de la Xunta de apoyar el macrogeri¨¢trico de Guitiriz en un terreno recalificado a seis kil¨®metros del n¨²cleo urbano desat¨® cr¨ªticas de PSdeG y BNG, que creen que el Gobierno gallego hace ¡°urbanismo a la carta¡± para una empresa privada que crear¨¢ un ¡°gueto para mayores¡±. El alcalde del PP, Xos¨¦ Mar¨ªa Teixido, no se pronuncia porque prometi¨® guardarle el ¡°secreto¡± a la empresa promotora y esta no hace declaraciones. Pero en su documentaci¨®n asegura que el suyo ¡°no se trata de un gueto ni de un enclave incomunicado ni marginado¡±. Lo que s¨ª reconoce en sus papeles Avance Arquitect¨®nico es que eligi¨® Guitiriz por ¡°la variable de precios del terreno, claramente inferior a la de ¨¢reas urbanas¡± as¨ª como por ¡°el factor costes salariales¡±, m¨¢s bajos en los convenios colectivos del sector en la provincia de Lugo.
Pero el alquiler que pagar¨¢ por los terrenos no es solo m¨¢s bajo que en zonas urbanas sino tambi¨¦n que en otros suelos r¨²sticos recalificados. 1,73 millones de metros cuadrados que ahora son forestales pero que la Xunta convertir¨¢ en urbanizables le supondr¨¢n a la promotora un alquiler anual de dos c¨¦ntimos el metro cuadrado. Como comparaci¨®n, el terreno similar en el que se quiere instalar la planta de residuos de O Irixo tiene 500.000 metros, que en su caso se alquilar¨¢n por 75.000 euros: 15 c¨¦ntimos el metro, siete veces m¨¢s que en Guitiriz.
Lo que no se corresponde con el reducido coste del suelo y de los salarios en la comarca son las tarifas que prev¨¦ la empresa para sus plazas. Reconoce que el complejo ¡°est¨¢ destinado a personas con un nivel algo superior a las pensiones medias¡± ¡ªlas gallegas son de las m¨¢s bajas¡ª y estima un precio de 1.800 euros al mes tanto para la plaza en la residencia asistida como en alguna de las 900 ¡°unidades habitacionales independientes¡± de una o dos plazas.
Tambi¨¦n detalla que 66 plazas de la residencia y 594 en esas viviendas estar¨ªan concertadas con la Xunta, lo que rebajar¨ªa su precio a 1.479,60 euros. El Gobierno gallego, sin embargo, niega que haya comprometido ayudas e incluso que la empresa lo haya solicitado.
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