Solo lo que exige el gui¨®n

Javier Arenas ha escogido hoy jueves la localidad sevillana de Dos Hermanas, cuyo vel¨®dromo es el santuario de los m¨ªtines socialistas, para acometer el ¨²ltimo esfuerzo de su larga carrera hacia la Junta. Todo un s¨ªmbolo de lo mucho que ha cambiado el paisaje pol¨ªtico de Andaluc¨ªa, donde por primera vez en tres d¨¦cadas el PP est¨¢ a un paso de coronar una victoria aventurada al un¨ªsono por las encuestas (ayer mismo, por la del CIS). Pero para gobernar necesita vencer por mayor¨ªa absoluta, porque IU ya ha dejado claro que, si est¨¢ en su mano, no dejar¨¢ pasar a la derecha bajo ning¨²n concepto.

Hace dos a?os y medio, Arenas rompi¨® el encantamiento del vel¨®dromo al llenarlo hasta la bandera de devotos militantes tra¨ªdos de todas partes. Un acto que quiso ser un exorcismo de la hegemon¨ªa socialista, y a partir del cual, como ¨¦l mismo record¨® ayer, empez¨® a vislumbrarse que su llegada al poder no solo era posible, sino probable. Lo llam¨® ¨¦picamente el ¡°esp¨ªritu de Dos Hermanas¡±

El candidato popular ha armado una campa?a en la que todos los elementos est¨¢n tensados al m¨¢ximo. Es ahora o nunca. En los 30 a?os de autonom¨ªa jam¨¢s se hab¨ªan presentado tal c¨²mulo de conjunciones para dar un vuelco, con un PSOE desmoronado por la tragedia del paro, su crisis interna y el esc¨¢ndalo de los ERE. Nada se va a desperdiciar ni se va a dejar al azar. Se ha medido al mil¨ªmetro el tono, los tiempos, el papel de cada uno, el discurso cardinal. Cualquier cosa es aprovechable. Especialmente el estruendo de la corrupci¨®n de los ERE, sobre la que se ha subido el PP como a una tabla de surf para arribar en el Palacio de San Telmo.

Arenas exprimir¨¢ hasta la ¨²ltima gota esta baza y en todos sus actos tendr¨¢ un apartado para hilar el paro (por encima del 31%) con el destino que han tenido los fondos de la Junta de ayudas al empleo. ¡°Los ciudadanos est¨¢n escandalizados al ver c¨®mo y para qu¨¦ se ha utilizado el dinero de los parados¡±, suele decir, y enlaza la frase con mensajes de futuro y esperanza para huir de una imagen de crispaci¨®n. Son los cuadros medios del PP quienes golpean al PSOE con m¨¢s dureza. ¡°Para¨ªsos fiscales, coca¨ªna, juergas y borracheras de los altos cargos, eso es lo que tenemos en Andaluc¨ªa con los socialistas¡±, repite el n¨²mero dos del PP andaluz, Antonio Sanz.

La idea es no salirse de este doble juego de cal y arena, de polic¨ªa bueno y polic¨ªa malo. El l¨ªder popular cree que tiene la campa?a hecha y no piensan arriesgar cuando ¨²nicamente resta cruzar los dedos y mantener el gui¨®n hasta el final. La f¨®rmula ha sido muy eficaz en las elecciones municipales y generales, y si el PSOE no saca ning¨²n conejo de la chistera, a Arenas solo le queda apretar los dientes, no meter la pata, y seguir igual hasta el d¨ªa 25.

En el PP existe la convicci¨®n de que en esta ocasi¨®n gobernar¨¢ la Junta. Los dirigentes andaluces cuentan que Mariano Rajoy est¨¢ seguro de la victoria, lo que a?ade bastante presi¨®n al candidato, que sabe que si no lo consigue ser¨¢ un fiasco enorme. Las cuentas que se hacen en el PP son muy halag¨¹e?as: basta con sacar un diputado m¨¢s por provincia para llegar a la mayor¨ªa absoluta. El c¨¢lculo es obtener incluso m¨¢s, si bien alg¨²n dirigente ha mostrado cierta inquietud ante el malestar que est¨¢ despertando la reforma laboral en la calle.

Mariano Rajoy se ha comprometido personalmente con la campa?a del que ha sido su gran apoyo en la traves¨ªa intramuros de su partido hasta llegar a la Moncloa. Estuvo el pasado fin de semana en C¨®rdoba y Ja¨¦n, hoy participar¨¢ en dos actos en M¨¢laga, y ma?ana protagonizar¨¢ un mitin en Almer¨ªa. Tambi¨¦n intervendr¨¢ en otros tres m¨ªtines, entre ellos el de cierre del d¨ªa 23 en Sevilla. Los ministros pr¨¢cticamente viajan al territorio electoral de dos en dos, si bien, hasta el momento, no han prometido ning¨²n proyecto.

El arranque de la campa?a oficial fue ayer en Algeciras al filo de las 24.00. Arenas record¨® a los suyos que el optimismo no significa la euforia, ni la responsabilidad, v¨¦rtigo; e insisti¨® una vez m¨¢s en la necesidad de continuar el trabajo sin distraerse.