¡°La autonom¨ªa es la base de todo¡±
El director explica las razones del ¨¦xito de este centro en el que trabajan 35 maestros
Babel est¨¢ en el barrio de La Macarena de Sevilla. 35 nacionalidades conviven en el colegio p¨²blico San Jos¨¦ Obrero. De los 400 estudiantes del centro, 200 son inmigrantes o hijos de extranjeros. Babel funciona. Pese a tener un ¨ªndice socio econ¨®mico bajo, los alumnos est¨¢n por encima de la media andaluza en las competencias que analiza cada a?o la Consejer¨ªa de Educaci¨®n a trav¨¦s de las pruebas de diagn¨®stico. El director desde 2002 de este colegio, Miguel Rosa Castej¨®n (Sevilla, 1957), explica las razones del ¨¦xito de este centro en el que trabajan 35 maestros.
Pregunta. ?Por qu¨¦ funciona este colegio?
Respuesta. Una de las claves es la continuidad. Cuando en 2002 comenzamos la andadura en el equipo directivo nos lleg¨® un tsunami. Empezaron a llegar alumnos extranjeros, que se han multiplicado por diez en una d¨¦cada. El profesorado no estaba preparado para recibir este aluvi¨®n. Son ni?os que vienen con otros recorridos curriculares, que estudian cosas diferentes. Los alumnos sudamericanos, por ejemplo, tienen un d¨¦ficit de dos cursos en muchos casos.
En este colegio hay interculturalidad, fuera lo que hay es multiculturalidad
P. ?C¨®mo afrontaron la situaci¨®n?
R. Nos dimos cuenta de que o cambi¨¢bamos la forma de dar las clases o no conseguir¨ªamos que el centro funcionara. Nos iba a comer esa avalancha. Antes del a?o 2005, que fue cuando lleg¨® la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n y surgieron las competencias, nosotros ya est¨¢bamos trabajando en competencias. El cambio curricular ya lo est¨¢bamos haciendo. No nos quedaba m¨¢s remedio que hacerlo. Esa es la clave del ¨¦xito: habernos adelantado en la forma de trabajar a lo que ven¨ªa de fuera. Esto se empez¨® a trabajar con un grupo de profesores. Algunos se han jubilado ya o han cambiado de centro, pero han ido dejando aqu¨ª esa forma de ense?ar que se ha mantenido. Yo no sab¨ªa si iba a dar resultado el sistema cuando empezamos a funcionar en 2002. Creamos un modelo muy flexible de trabajo, nadie nos dijo desde arriba si lo est¨¢bamos haciendo bien o mal, si nos est¨¢bamos equivocando o si est¨¢bamos en paralelo a la legalidad, pero era nuestra forma de hacer las cosas. Nos dieron cancha, nos dieron recursos y fuimos capaces de crear una nueva estrategia de trabajo.
El problema m¨¢s grave de mi centro ahora es atraer a las familias
P. ?La clave es la autonom¨ªa?
El trabajo colaborativo entre docentes desaparece en el instituto
R. En los ¨²ltimos a?os ha sido la base de todo. Hemos creado nuestro sistema de trabajo y nadie nos ha puesto cortapisas. Al contrario, nos han premiado. Que le digan a un claustro que lo hace bien motiva mucho.
P. ?Al haber tantas nacionalidades, no surgen problemas de convivencia entre los alumnos?
R. El racismo o la xenofobia est¨¢n detr¨¢s de las tapias del colegio. Dentro, eso ni se plantea. En el recreo y las clases est¨¢n unos con otros, son todos compa?eros sean bolivianos, rumanos o et¨ªopes. Esa rivalidad que puede existir en la sociedad aqu¨ª no se da. Ojal¨¢ fuera las instituciones hicieran el mismo trabajo que aqu¨ª y esta mediaci¨®n no fuera solo parcial. En este colegio hay interculturalidad y fuera lo que hay es multiculturalidad.
El profesor deber¨ªa tener experiencia al entrar en la escuela
P. ?Qu¨¦ problemas cree que tiene es sistema educativo andaluz?
R. Siempre son recurrentes las quejas sobre la falta de medios y de autonom¨ªa y libertad para organizarnos, pero nosotros eso no lo hemos sufrido. Ahora mismo el problema grave para mi centro es la relaci¨®n con la familia. Hay una brecha entre lo que hay dentro del centro y lo que hay fuera. Desde la Administraci¨®n no se hace nada y nosotros no tenemos recursos para atraer a esos padres a la escuela. Eso es lo que falta para que la escuela tenga un impulso de calidad. Me duele cuando hay padres que dicen que no mandan a sus hijos aqu¨ª porque hay muchos extranjeros. Pienso, "vente aqu¨ª y mira lo que tenemos". Tenemos m¨¢s que cualquier colegio privado. Hay l¨ªnea de biling¨¹e, tenemos todo el colegio con red wifi y completamente equipado con ordenadores en todas las aulas; los profesores trabajando a gusto en los proyectos¡ Cuando los padres entran aqu¨ª y ven c¨®mo trabajan sus hijos y que la diversidad, los extranjeros, es algo que suma porque da m¨¢s riqueza, entonces dicen "me alegro mucho de que mi hijo est¨¦ en este colegio".
P. Cuando se analizan las evaluaciones del sistema se observa que hay una bajada de los rendimientos en secundaria respecto a primaria. ?A qu¨¦ lo achaca?
R. Hay muchos factores. Pero, en principio, hay un cambio metodol¨®gico absoluto. Los colegios somos centros que, a trav¨¦s de la tutor¨ªa, llevamos al alumno de la mano y en el instituto se quedan m¨¢s sueltos. Adem¨¢s, se est¨¢ generando una brecha importante respecto a la forma de trabajar en los colegios. En los colegios trabajamos por ¨¢mbitos para desarrollar las competencias y esas competencias necesitan un trabajo colaborativo. Ese trabajo colaborativo entre los docentes en el instituto desaparece normalmente. Creo que en los institutos muchos profesores se est¨¢n dando cuenta de que hay que retomar lo que se est¨¢ haciendo en primaria para que funcionen. Los ni?os vienen trabajando sin parcelar los conocimientos y los departamentos de los institutos deber¨ªan organizarse de otra forma.
P. ?Se debe cambiar el modelo de acceso a la funci¨®n p¨²blica docente?
R. El cambio debe pasar por que el profesor tenga experiencia al entrar en la escuela. Se est¨¢ hablando de un MIR pedag¨®gico y puede ser una buena idea. El problema es qui¨¦n le pone el cascabel al gato, es decir, qui¨¦n va a evaluar esos dos a?os de pr¨¢cticas. Pero es necesario que sea as¨ª, que un tutor le diga durante un tiempo a novel c¨®mo hacer las cosas, orientarle y ver si realmente es v¨¢lido para la ense?anza. Eso de una oposici¨®n donde la suerte es el 80% no es una buena forma de entrar.
P. ?Est¨¢n dentro del plan de calidad?
R. Cuando el equipo directivo present¨® el plan de calidad hubo un debate importante. No nos gustaba c¨®mo estaba enfocado. Pens¨¢bamos que deb¨ªa ser obligatorio. Es decir, que fuera para todos y que todos demostrasen que se cumpl¨ªan los objetivos. Ese fue el debate, pero cuando luego vimos que nosotros est¨¢bamos ya haciendo m¨¢s de lo que se ped¨ªa en el plan de calidad, entramos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.