Llu¨ªs Bassets: ¡°Las revueltas ¨¢rabes han recuperado las esencias de la democracia¡±

Las revueltas ¨¢rabes no son un fen¨®meno que pueda circunscribirse a esos pa¨ªses donde han ca¨ªdo viejos reg¨ªmenes corruptos y se han derrocado crueles dictaduras, son parte de los grandes movimientos tect¨®nicos de este comienzo de milenio, son tambi¨¦n una forma de emergencia, distinta pero paralela a la de pa¨ªses como Brasil, China y todos los que reclaman su presencia en el tablero mundial. ¡°Son las sociedades de esos pa¨ªses ¨¢rabes las que emergen y se deshacen de los reg¨ªmenes que les imped¨ªan jugar su papel en el mundo global, porque tambi¨¦n quieren su parte del pastel¡±.

Quien as¨ª piensa es el periodista Llu¨ªs Bassets, director adjunto de EL PA?S, que ayer present¨® en Barcelona su ¨²ltimo libro, El a?o de la revoluci¨®n. C¨®mo los ¨¢rabes est¨¢n derrocando a sus tiranos (Taurus), acompa?ado por el tambi¨¦n periodista Cristian Segura, premio Josep Pla de Novela, y miembro de una generaci¨®n que como el propio Bassets se encarg¨® de precisar, no ha vivido el viejo empuje del idealismo europeo, con el que se construy¨® una sociedad de libertades y derechos, y que finalmente se qued¨® sin ideales. La nueva generaci¨®n, a?adi¨® Bassets, ¡°practica un escepticismo conservador, consistente en la conocida frase del pr¨ªncipe Salina que asegura que es necesario que algo cambie para que todo siga igual.

Bassets sostiene que desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn no ha habido ning¨²n momento de igual intensidad que las revueltas ¨¢rabes

Todo esto se ha roto con las revoluciones ¨¢rabes. ¡°El mundo ¨¢rabe ha recuperado las esencias de la democracia¡±, dijo Bassets, para quien desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn no ha habido ning¨²n momento de igual intensidad¡±. ¡°En un momento en el que parec¨ªa todo acabado, los j¨®venes ¨¢rabes nos han dado una lecci¨®n mostrando que se pueden cambiar las cosas. China ha prohibido plantar jazm¨ªn en los jardines, por el paralelismo con la revoluci¨®n tunecina¡±, a?adi¨®.

Bassets cree que todav¨ªa no est¨¢ definida la recomposici¨®n de los equilibrios de poder en la regi¨®n, porque lo que realmente suced¨ªa hasta las revoluciones es que en el mundo ¨¢rabe no hab¨ªa pol¨ªtica exterior, algo que ahora ha quedado en evidencia con fen¨®menos como el renacimiento de la Liga ?rabe, que estaba congelada y ahora es objeto de deseo. Hay muchos actores en juego, ha explicado: Turqu¨ªa, Arabia Saudita o Ir¨¢n, aunque sea una vieja potencia regional en decadencia. El caso de Turqu¨ªa es interesante porque es un modelo de ¨¦xito y demuestra que Islam y democracia son conceptos compatibles, con todos los problemas que tiene el modelo turco; pero pone muy nerviosa a Arabia saud¨ª, que no quiere un modelo democr¨¢tico.? Y Europa? ¡°Los europeos tenemos mucho que decir, pero muy pocas ganas de decirlo¡±, ha sentenciado Bassets. .

?Por qu¨¦ decidi¨® acabar el libro en noviembre pasado y no m¨¢s tarde, teniendo en cuenta que la situaci¨®n sigue evolucionando?, le pregunt¨® Segura. ¡°Porque si no lo acababa r¨¢pido ser¨ªa un libro infinito, la gracia era intentar cerrarlo¡±.