Colgados en Col¨®n

Cuatro turistas malague?os y dos japoneses permanecieron ayer m¨¢s de cinco horas atrapados en lo alto del monumento a Col¨®n, a 60 metros de altura. Una aver¨ªa en el ascensor que lleva al mirador del icono tur¨ªstico de la ciudad se estrope¨® minutos antes de las once de la ma?ana, instantes despu¨¦s de dejar al grupo en su parte superior. Tras un intento de rescate en helic¨®ptero, que se descart¨® por el peligro que comportaba la operaci¨®n, a las cuatro de la tarde una gran gr¨²a liber¨® a los seis visitantes. Cientos de personas se arremolinaban en la zona para presenciar en directo el rescate.

Fue a las 10.45 cuando el ascensorista del monumento notific¨® a sus compa?eros de la recepci¨®n que se hab¨ªa estropeado el ascensor con ¨¦l dentro. Poco despu¨¦s, efectivos de la Guardia Urbana y los Mossos d¡¯Esquadra, y cinco veh¨ªculos de Bomberos de Barcelona, rodeaban la instalaci¨®n. El trabajador pudo ser bajado a la base del monumento, pero no fue posible reparar el elevador.

Tras dos horas de intentos sin ¨¦xito, los bomberos recurrieron a otro plan: utilizar un helic¨®ptero para rescatar a los turistas desde el aire. Sin embargo, no pudo llevarse a cabo. El jefe de los bomberos, Jordi Secall, explic¨® que ¡°dificultades con la estructura¡± del monumento lo impidieron.

Los bomberos llegaron a barajar cuatro opciones de actuaci¨®n para liberar a los atrapados.

Tras fallar las dos primeras alternativas ¡ªla reparaci¨®n del ascensor y el rescate por el aire¡ª, los servicios de emergencia activaron la tercera: llevar una gran gr¨²a a la zona y bajar a los turistas en una cesta. La ¨²ltima opci¨®n consist¨ªa en que el grupo descendiera por la escalerilla vertical de hierro instalada en el hueco del ascensor. Esta, debido a su ¡°alto riesgo¡±, seg¨²n el jefe de bomberos, era la menos recomendable de las soluciones. Las escaleras de emergencia convencionales hab¨ªan quedado obstruidas por la aver¨ªa.

Cuando al fin la gr¨²a pudo situarse muy cerca del mirador de Col¨®n, un operario de bomberos les ayud¨® a dar el peque?o paso hasta la cesta que les iba a bajar al suelo. La plataforma hizo dos viajes. En el primero descendieron las tres mujeres y luego los tres hombres.

Lo primero que hicieron los turistas tras ser rescatados fue volver de nuevo al interior de la torre, aunque esta vez para calmar los nervios y rehidratarse despu¨¦s de haber pasado m¨¢s de cinco horas encerrados a 60 metros de altura. Los dos veh¨ªculos del Sistema de Emergencias M¨¦dicas (SEM) que acudieron al lugar no tuvieron que intervenir. Tampoco fue necesaria la ayuda psicol¨®gica. ¡°Todos han reaccionado muy bien, hemos estado en contacto telef¨®nico todo el tiempo¡±, explic¨® la portavoz del Ayuntamiento de Barcelona.

Tras pasar un cuarto de hora en la recepci¨®n del monumento, los turistas abandonaron la zona por la puerta de atr¨¢s, lejos de los flashes del medio millar de curiosos que llegaron a congregarse en la parte baja de La Rambla y la zona del puerto.

A pesar de que perdieron su vuelo de vuelta a M¨¢laga, las dos j¨®venes parejas de andaluces no se tomaron mal la experiencia, seg¨²n el Ayuntamiento. ¡°Ten¨ªan un vuelo con Ryanair para las tres de la tarde y se lo hemos cambiado por otro con Iberia. Han reaccionado con buen humor¡±, asegur¨® una portavoz.

El intento de rescatar al grupo mediante el helic¨®ptero fue el que m¨¢s llam¨® la atenci¨®n a los cientos de personas que paseaban por la zona y acudieron a ver lo que ocurr¨ªa en el monumento a Col¨®n, pero demostr¨® ser inviable y peligroso. ¡°No pod¨ªamos saberlo hasta despu¨¦s de haberlo probado sobre el terreno¡±, justific¨® la portavoz del Ayuntamiento.

¡°El helic¨®ptero no pod¨ªa pegarse a la torre¡±, explic¨® el turista japon¨¦s, expres¨¢ndose mucho mejor con las manos que en su escaso ingl¨¦s. La pareja de turistas asi¨¢ticos, de unos 60 a?os, no perdieron la sonrisa, a pesar de todo lo ocurrido, cuando volvieron a pisar la calle. Pese a ello, admitieron haber pasado un mal rato.