Graduado en buscarse la vida

Al final de la comida, cuando parece que todo el pescado est¨¢ ya vendido, uno de los entrevistados se convierte en entrevistador. ¡°?Cu¨¢l es tu sue?o?¡±, pregunta Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨¢rraga con el caf¨¦ a medio terminar. As¨ª, a bocajarro. Las seis personas que comparten mesa hablan de sue?os continuamente. De c¨®mo ponerlos en pie. Se entrenan para eso.

El panorama es ya sabido. Espa?a: 5,6 millones de parados y subiendo. Madrid: 632.000 desempleados, seg¨²n datos del INE, y previsiblemente tambi¨¦n en alza. Es una buena etapa para que cada cual se busque la vida por su cuenta, para ser emprendedor, para buscar iniciativas propias. Pero, ?eso d¨®nde se aprende?

Las seis personas que est¨¢n sentadas alrededor de la mesa del bar, a pocos metros de su futura sede en la calle Gobernador, 26 (sobre el Hub de Madrid), lo tienen muy claro: ¡°Una empresa es un instrumento de aprendizaje¡±. La frase es de F¨¦lix Lozano, miembro de la cooperativa de educaci¨®n (www.teamlabs.es) integrada por alumnos de Mondrag¨®n y emprendedores externos. El curso que viene pondr¨¢n en marcha en Madrid el grado Leinn (Liderazgo Emprendedor e Innovaci¨®n). Acaban de abrir el c¨¢sting para encontrar a 30 alumnos. El modelo que naci¨® en la Universidad de Mondrag¨®n al calor de las cooperativas y bebe de la Team Academy, titulaci¨®n de la universidad p¨²blica de Finlandia. La idea es aprender haciendo desde el primer d¨ªa.

As¨ª, de entrada, el proyecto es atractivo sobre todo para el alumno: No hay profesores, ni ex¨¢menes, ni asignaturas al uso. El programa incluye tres viajes internacionales. En primero visitan Finlandia, en segundo Silicon Valley (San Francisco) y el tercer a?o, un pa¨ªs emergente, como India o China.

El horario lo gestionan los graduandos, que tampoco se consideran estudiantes de manual: ¡°Somos emprendedores en equipo¡±, dice Ibai Mart¨ªnez, alumno de Mondrag¨®n de 21 a?os y colaborador en la puesta en marcha del grado madrile?o. Los 30 alumnos se dividen en dos grupos de 15. Desde el primer d¨ªa forman una empresa en la que trabajar¨¢n codo con codo los cuatro a?os del curso. De su evoluci¨®n depender¨¢ la nota de todos. El aprobado o suspenso es siempre colectivo. Parte de su formaci¨®n depende del dinero que consigan: los alumnos financian los viajes. La primera promoci¨®n de Mondrag¨®n, que termina el a?o que viene, ha facturado 220.000 euros en tres cursos. ¡°Pueden ser mucho m¨¢s duros que cualquier profesor con el resto del equipo¡±, explica Luz¨¢rraga, impulsor de la iniciativa. Es uno de los coaches (entrenadores) que asesoran a los alumnos en ocho sesiones semanales, casi siempre en ingl¨¦s, y eval¨²a sus gestiones y las visitas a clientes. Tienen que leer al menos 20 libros de tem¨¢tica emprendedora al a?o del listado que ofrece la universidad.

¡±Esta carrera es un viaje, la experiencia de mi vida¡±, resume Ibai Mart¨ªnez. Le da la risa cuando recuerda que su primer proyecto fue una fiesta ibicenca. No result¨® muy bien, cuenta. Pero eso no importa. Aqu¨ª el gran maestro se llama fracaso. ¡°El 99% del aprendizaje proviene de los errores¡±, recalca Luz¨¢rraga.

La universidad guipuzcoana puso en marcha el grado a demanda de las cooperativas. ¡°Los empresarios nos pidieron un perfil distinto, gente que cuestionara lo existente, con pensamiento global, que entendiera que las oportunidades est¨¢n fuera¡±, a?ade el responsable del grado. Su f¨®rmula da la vuelta al modelo universitario cl¨¢sico, de espaldas a la empresa durante d¨¦cadas. De momento, las opciones m¨¢s osadas est¨¢n en manos privadas. Cada curso del grado Leinn cuesta 8.100 euros. Sus gestores explican que est¨¢n buscando becas para que ning¨²n estudiante con aspiraciones y perfil quede fuera por motivos econ¨®micos.

¡°Hasta hace poco, no se estimulaba a emprendedores ni en la Administraci¨®n, ni en la Universidad, ni en los colegios¡±, considera Gustavo Lejarriaga, director de la oficina Compluemprende (http://www.ucm.es/info/portalempleo/compluemprende.htm) de la Universidad Complutense de Madrid, que asesora a emprendedores desde 2007. No han contabilizado las empresas creadas pero asegura que tienen m¨¢s peticiones de las que pueden asumir con dos personas al frente de la oficina. Lejarriaga cree que una iniciativa como la de Mondrag¨®n tardar¨¢ en llegar a la universidad p¨²blica espa?ola. ¡°Hay que crear un t¨ªtulo propio desde cero y eso es complicado con la situaci¨®n econ¨®mica actual. Se necesitan recursos, profesores, dinero¡­¡±.

¡°No encontraba mi sitio, ahora lo tengo¡±. Iskander Alkate, de 24 a?os, es otro de los que trabajan con los sue?os. Alumno en Mondrag¨®n, emprendedor en Madrid para la puesta en marcha del grado y tambi¨¦n en su tierra. En su tercer a?o de clase, empieza a ver la luz su idea de llevar productos rurales a la ciudad y dejarlos en una c¨¢mara frigor¨ªfica donde el usuario (estudiantes o trabajadores, que como ¨¦l disponen de poco tiempo libre) pueda recogerlo cuando mejor le convenga. Responde muy r¨¢pido al ser preguntado sobre c¨®mo se ve en el futuro: ¡°No s¨¦, pero seguro que no en la cola del paro¡±.