Corrida sin toros
El poco trap¨ªo y el pobre juego de los ¡®juanpedros¡¯ arruin¨® la tarde
Se cumplieron las expectativas. Un nuevo cartel de figuras, aunque fuera remendado, y otro encierro pobre de presentaci¨®n, sin ning¨²n trap¨ªo. El cuarto de Juan Pedro que sali¨® a la plaza fue devuelto en medio de una sonora protesta. Ayud¨® que el animal perdi¨® las manos de forma continuada despu¨¦s del primer puyazo, pero los primeros silbidos ya llegaron al comprobar la pobre estampa del astado.
El segundo toro no quer¨ªa salir. Estuvo diez minutos parado en la manga de toriles que desemboca en la plaza. Hubo tiempo para todo. Las bromas sobre que el toro ten¨ªa noticias de lo que le hab¨ªa ocurrido a su hermano anterior y por eso se negaba a saltar al ruedo, fueron dejando paso a la impaciencia de ver que aquel animal no aparec¨ªa y no hab¨ªa una soluci¨®n clara. Cuando por fin lleg¨® en la arena, pareci¨® un alivio, pero s¨®lo fue algo repentino, ya que hubo quien pens¨® que mejor si se hubieran quedado todos en los corrales.
Tan s¨®lo ese segundo, un colorado, pareci¨® m¨¢s fuerte. Adem¨¢s hizo buena pelea en el caballo, pudo ser el mejor puyazo de la feria el primero que recibi¨®, porque empuj¨® con ganas y mantuvo al equino sobre dos patas un buen rato.
Ponce cort¨® una ben¨¦vola oreja en el primero por una faena aseada
Los dem¨¢s, nada. Ni siquiera el sobrero que sali¨® en quinto lugar tuvo m¨¢s seriedad. Vamos, una corrida a la medida de las figuras, que lo ¨²nico que les resta es m¨¦rito a sus actuaciones, porque la orejita de Enrique Ponce en el que abri¨® plaza carece de importancia ante un terciado animal que no lleg¨® a la denominaci¨®n de enemigo, porque su nobleza roz¨® el extremo.
No era ganader¨ªa para el d¨ªa grande. Los hierros triunfadores en los ¨²ltimos a?os son otros y el regreso de Juan Pedro Domecq merec¨ªa, en todo caso, otra ubicaci¨®n en la semana. Los toros, adem¨¢s no sacaron clase, a su falta de fuerzas sumaron escasa casta, lo que les hizo venirse a tablas con asiduidad o pararse y tener muchos problemas para tomar los muletazos.
Jim¨¦nez Fortes, cogido en el tercero, sali¨® a matar el sexto y volvi¨® a ser volteado
La emoci¨®n se la invent¨® el joven Jim¨¦nez Fortes, que bien fuera por su arrojo de juventud, bien por su deseo de triunfar o bien por su inexperiencia a la hora de manejar los trastos estuvo demasiadas veces a merced de sus enemigos. Le cost¨® colocarse y correr la mano para corregir los problemas de su primero. Al sexto, el toro con mejor son del encierro no supo entenderlo y acab¨® buscando un nuevo arrim¨®n cuando el animal ped¨ªa otra cosa.
JUAN PEDRO / PONCE, LUQUE Y JIM?NEZ FORTES
Siete toros de Juan Pedro Domecq, terciados y sin trap¨ªo, descastados y con poca clase salvo el sexto. El quinto fue devuelto por falta de fuerza. Enrique Ponce: estocada ca¨ªda (oreja) y dos pinchazos, estocada ca¨ªda y descabello (silencio). Daniel Luque: media y descabello (silencio) y estocada (saludos). Jim¨¦nez Fortes: estocada contraria haciendo guardia y dos descabellos (saludos tras aviso) y estocada atravesada y descabello (saludos).
Jim¨¦nez Fortes result¨® cogido por sus dos toros. Fue trasladado al Hospital de Basurto.
Plaza de Bilbao. 24 de agosto de 2012. Dos tercios de entrada. S¨¦ptima de las Corridas Generales.
En su descargo, cabe entender que el malague?o sufri¨® una cornada en su primer toro, de la que fue operado antes de salir a lidiar el sexto. Esto le pudo restar facultades para enfrentarse con frescura a un toro, que le volvi¨® a prender de una forma aparatosa mediada la faena de muleta. El golpe contra el ruedo fue fuerte y qued¨® algo mareado por lo que desat¨® el miedo entre el p¨²blico, que no quer¨ªa que siguiera sin estar al cien por cien de sus facultades.
Pero el toreo es tambi¨¦n entrega. No estuvo acertado, pero sac¨® todo el orgullo que se le exige a un torero. Cuando pas¨® a la enfermer¨ªa, all¨ª le estaba esperando su madre, Mari Fortes, la novillera de los a?os ochenta; vio que las heridas no parec¨ªan graves y abraz¨® a su hijo. Ella s¨ª sabe lo que es casta torera y se la ha transmitido al joven Sa¨²l. Ahora, ¨¦l debe mejorar su t¨¦cnica y sus conceptos.
Daniel Luque pas¨® sin pena ni gloria. Quiso el sevillano, pero se encontr¨® con dos toros sin posibilidades. Las pocas que le brind¨® su primero trat¨® de exprimirlas un tanto acelerado y su labor no lleg¨® a los tendidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.