Una familia marcada por un crimen atroz
Jos¨¦ Bret¨®n ejerce una fuerte influencia sobre sus padres y resto de familiares
Bartolom¨¦ y Antonia son los padres de Jos¨¦ Bret¨®n G¨®mez, ¨²nico procesado por la desaparici¨®n forzosa de sus nietos, Ruth y Jos¨¦. Todo el peso medi¨¢tico y social que acusa a su hijo de haberles asesinado; sumado a las sospechas cada vez m¨¢s evidentes de este hecho, tras haberse identificado como humanos unos restos ¨®seos hallados en su finca de Las Quemadillas (C¨®rdoba) ha afectado de lleno a esta pareja de ancianos y a sus dos otros hijos, Rafael y Catalina, que han sufrido repetidas concentraciones de protesta en sus casas, a pesar de que ninguno ha sido ni acusado ni imputado de delito alguno en estos casi once meses de instrucci¨®n.
La finca de Las Quemadillas es una segunda residencia de la familia Bret¨®n, a la que los padres del encausado iban con frecuencia, ya que tienen una peque?a explotaci¨®n de naranjos. El abuelo es famoso en La Vi?uela, el barrio de C¨®rdoba donde residen, por repartir los productos de su huerta. En ella llegaron a vivir una temporada Jos¨¦ Bret¨®n y su esposa Ruth Ortiz, antes de que nacieran sus hijos. Originalmente ten¨ªa 10 hect¨¢reas y se vendieron unas cuatro hect¨¢reas. Ahora mismo no hay nadie all¨ª, pero durante estos 11 meses han estado acudiendo a la casa regularmente, quej¨¢ndose del estado en el que ha quedado tras semanas de rastreos en busca de sus nietos.
Bartolom¨¦ y Antonia, junto a sus otros dos hijos, Rafael y Catalina, han sido interrogados por la polic¨ªa y el juez encargado de investigar el caso, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Lainz. Y seg¨²n sus autos, las distintas versiones de la familia han oscilado de una primera sospecha de culpabilidad del procesado, a una estrategia com¨²n de protecci¨®n del mismo. Y es que, en su primera declaraci¨®n policial, Lainz destaca que Antonia G¨®mez, ¡°nada m¨¢s y nada menos¡±, lleg¨® a decir ¡°que pensaba que su hijo habr¨ªa hecho desaparecer a los ni?os, no pudiendo precisar si les hab¨ªa hecho algo malo o se lo hab¨ªa dado a otra persona para que los tenga escondidos¡±, escribe el magistrado en su auto del procesamiento del 25 de mayo.
Semejante sospecha desapareci¨® en cuanto la madre se sent¨® delante del juez. Para justificar el viraje en sus testimonios, el magistrado recuerda la fuerte influencia que Bret¨®n ejerce sobre sus padres y hermanos, incluso desde la c¨¢rcel, donde permanece de forma preventiva desde el 21 de octubre, menos de dos semanas despu¨¦s de que los peque?os desapareciesen.
Sobre el giro de sus declaraciones, el juez afirma: ¡°Este posicionamiento, claramente pactado, o fruto en el mejor de los casos de un planteamiento colusorio [pacto il¨ªcito en da?o de tercero], cal¨® incluso en la segunda de las declaraciones judiciales del encartado, que se vanagloriaba precisamente de que sus familiares hubiesen cambiado su versi¨®n¡±. En este sentido, Lainz subraya que sus declaraciones comenzaban en buena parte a casar con las del propia Bret¨®n, ¡°y donde hab¨ªa riesgo de confrontaci¨®n, aparec¨ªa el silencio o la falta de memoria concreta¡±.
Aun as¨ª, el juez considera que ¡°ante la presi¨®n del tiempo, de los medios de comunicaci¨®n y ante la acumulaci¨®n de evidencias en contra del encartado, esta aparente unidad de acci¨®n se ha resquebrajado en puntos sustanciales de la investigaci¨®n¡±. El juez que al menos en siete puntos, las contradicciones entre familiares resquebrajan el supuesto testimonio exculpatorio que, piensa el magistrado, tratan de tejer en favor de Jos¨¦ Bret¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.