Mintegi y el discurso est¨¦ril
Nuestros pol¨ªticos se preparan para un oto?o caliente, m¨¢s caliente si cabe en Euskadi. Si ser vasco es muy 'cansao', como recordaba el lehendakari citando a Mario Onaindia, qu¨¦ decir cuando se acercan las elecciones y el molinillo rueda que te rueda. Lo cierto es que resulta una ocasi¨®n propicia para la reflexi¨®n melanc¨®lica y la metaf¨ªsica parda, pero tambi¨¦n para observar de cerca la formaci¨®n y evoluci¨®n de los nuevos pol¨ªticos. Nos los imaginamos recibiendo cursos acelerados de lengua de madera, reiterando vaguedades-que-no-dicen-nada-pero-mira-qu¨¦-bien-quedan; nos los imaginamos aprendiendo un catecismo de preguntas y respuestas como el de Astete, sant¨ªsimas trinidades y mandamientos irrecusables.
Imaginemos que somos Laura Mintegi y que todos los periodistas, excepto los majos de Gara y Berria, claro, tienen la man¨ªa de preguntarnos si la izquierda abertzale no podr¨ªa mostrarse m¨¢s contundente contra la violencia. F¨¢cil: "No conozco una formaci¨®n de este pa¨ªs que haya hecho un mayor recorrido autocr¨ªtico en estos treinta a?os que el realizado por la izquierda abertzale". Puede que el periodista se muestre un tanto ojipl¨¢tico, porque si ha existido ese recorrido autocr¨ªtico tan llamativo ha debido de ser en la intimidad del hogar, all¨¢ donde hablaba catal¨¢n Aznar. Imaginemos que el entrevistador sigue hurgando por ah¨ª: "Para la libertad de Uribetxebarria se ha apelado a razones de humanidad y de dignidad. ?No le falt¨® al preso esa humanidad durante el secuestro de Ortega Lara?" Chupado: "Ese delito tuvo una pena que se ha cumplido". Preg¨²nteme por cuestiones morales, que yo -siempre que pueda- responder¨¦ con las legales.
Si en el catecismo de los l¨ªderes de la izquierda abertzale hay un mandamiento que encabeza la lista (tengo dudas de si viene antes o despu¨¦s de "Amar¨¢s a Euskal Herria por encima de todas las cosas") es: "No condenar¨¢s" (enti¨¦ndase, "el historial de la Organizaci¨®n"). ?Es que hay acaso una palabra m¨¢s endemoniada que ¨¦sa, "condenar"? Hace unos d¨ªas, la vicelehendakari Idoia Mendia conmin¨® a Mintegi a ¨ªdem los ¨²ltimos actos de kale borroka. La respuesta de ¨¦sta merece formar parte de alguna antolog¨ªa: la palabra condena "pertenece a la terminolog¨ªa de la moral". "Yo la veo muy adecuada en los p¨²lpitos, pero creo que a los responsables pol¨ªticos no se nos tiene que pedir un discurso est¨¦ril; se nos tiene que pedir que busquemos soluciones". Acab¨¢ramos. Resulta ahora que la moral es patrimonio de la religi¨®n y que la pol¨ªtica no tiene nada que ver con la ¨¦tica. ?En qu¨¦ consistir¨¢ entonces? ?En puro pragmatismo, oportunismo, cinismo? Que uno pueda pasarse el d¨ªa hablando de libertad, justicia y derechos, pero no tomarse en serio la ¨¦tica, no concebirla como aliento y l¨ªmite de la pol¨ªtica, es asombroso. M¨¢s breve y claro que el entero catecismo, ese "discurso est¨¦ril" retrata, de forma preclara, a la candidata.
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